Lamentable, por decir lo menos, es la improvisada agenda indígena del gobierno de Sebastián Piñera. Luego de dos derrotas contundentes, en menos una semana, en el Congreso Nacional, con los proyectos de ley de «Reformas de Pensiones» y «Admisión Justa» y los actos de su hijo Cristóbal a quién le adjudicó más de 250 millones de pesos en licitaciones, en un acto que pareciera “desesperado”, Piñera busca distraer la atención y concitar apoyo en el Congreso utilizando la causa indígena para no mostrarse ante la opinión pública como un desgobierno, sin ninguna incidencia en el congreso ni capacidad de llegar a acuerdos parlamentario. Con un fin espurio agarra lo que encuentra para tirar a la parrilla y recurre a indicaciones a los proyectos de ley de Ministerio y Consejos de Pueblos y a última hora, sin ninguna base de acuerdo con los pueblos indígena hechas manos al ya manoseado reconocimiento constitucional.
El gobierno de Piñera entra en una etapa de desesperación y la causa indígena puede ser un buen distractor para la opinión pública, ante la cual los pueblos deben mantenerse atentos y observantes
El problema de todos estos anuncios que acaba de hacer Piñera es que por disposición del Convenio 169 de la OIT, requiere de un proceso de consulta previa con los pueblos indígenas que no se ha realizado. Tanto las indicaciones presentadas a los proyectos de ley Ministerio y Consejos de Pueblos Indígenas requieren de consulta previa conforme al artículo 6 del Convenio, como también lo requiere el proyecto de Ley de Modificación al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) que se tramita en el Congreso sin haber cumplido con la legislación vigente, y con mayor razón un reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas, que dicho sea de paso, existe una enorme diferencia entre las coaliciones para abordar el tema del reconocimiento por lo que un reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas requieren de una operación mayor, tanto con los pueblos indígenas como con los parlamentarios de las coaliciones.
Así entonces, los anuncios del día de ayer del presidente Piñera, no son mas que voladeros de luces que tira el gobierno para embolinar la perdiz, a los pueblos indígenas que prontamente serán sometidos a un proceso de consulta de carácter nacional para modificar la ley indígena 19.253, consulta que va precisamente en contra de los deseos libremente expresados por los pueblos indígenas que no desean modificaciones a la ley que vayan en sentido de desproteger sus tierras y territorios, sino al contrario , los pueblos indígenas buscan la restitución de sus tierras y territorios ancestrales.
El gobierno de Piñera entra en una etapa de desesperación y la causa indígena puede ser un buen distractor para la opinión pública, ante la cual los pueblos deben mantenerse atentos y observantes. No es raro que en el último tiempo la prensa ligadas a los poderosos de éste país, estén informado de supuestos atentados «terroristas» a reten de Carabineros en distintas localidades del sur de chile y existen hechos probados de montajes en contra de dirigentes mapuche que están actualmente siendo investigado por la justicia.
La política de la zanahoria o el garrote podría acentuarse en los meses que vienen.
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