A 45 años del Golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende, es menester efectuar una revisión crítica respecto de dos hechos. El primero, en cuanto a aquella pseudo izquierda revolucionaria que mediante una serie de ínfulas acerca de “su poder de fuego y organización popular” se arrogaba la vanguardia del proceso de transformación social chileno; y, en segundo lugar, en cuanto a las secuelas estructurales que dejó el gobierno de Augusto Pinochet.
El libro “Altamirano”, de Patricia Politzer, señala, entre otras cosas, que el Partido Socialista tenía grupos armados. Altamirano los cifró en “Más o menos mil a mil quinientos hombres. No era tan poco si se hubieran coordinado con el aparato militar del MIR, que supuestamente era bastante más importante que el nuestro, con el del Partido Comunista, que también era mayor, y con los que tenían el MAPU y la Izquierda Cristiana”. En 2003 curiosamente cambió su versión, ya que los cifró en 150 paramilitares.
Luis Corvalán, Secretario General del Partido Comunista, declaró previo al golpe de Estado que su colectividad tenía 3.000 paramilitares. Sin embargo, y al igual que Altamirano, en 2003 rebajó la cifra, ahora eran tan solo 1.500 combatientes (La Segunda; 19/02/2008).
Respecto a la versión de estos jerarcas de la UP de que existía una izquierda armada para defender si fuera necesario al Presidente Allende y su obra, queda la duda histórica si esto efectivamente era una opción plausible o una mera fanfarronería de la izquierda chilena, en particular del Partido Socialista de la época.
Por una parte, se podría especular que en realidad nunca hubo una organización paramilitar articulada, coordinada y seria, más allá de las ideas, y que los planteamientos públicos de los líderes de esos años no eran más que una ilusión o, peor aún, una bravuconeria sinsentido e irresponsable que solo sirvió como otro argumento más para los golpistas.
Por otro lado, se podría señalar que efectivamente existía una organización capaz de defender al gobierno legítimamente elegido, pero ante el actuar organizado, decidido, rápido y, por sobre todo, sin el más mínimo miramiento de las Fuerzas Armadas, era imposible resistencia alguna.
Sin duda que el ataque aéreo a La Moneda no fue casual, y buscaba no solo la destruccion del histórico edificio y la muerte de las personas que se encontraban en su interior, sino que también tenía como objetivo un rol disuasivo e intimidatorio hacia cualquiera que se atreviera a oponer resistencia a la intervención militar.
Lo anterior queda ratificado con los sobrevuelos rasantes que se dieron en días posteriores al Golpe de Estado en diferentes poblaciones de la Region Metropolitana, especialmente en la zona sur.
No hay duda alguna que Chile tras la dictadura es otro. El modelo económico no solo trajo modificaciones en la institucionalidad del país, sino que generó profundos cambios sociológicos en esta larga y angosta faja de tierra. Antes de la imposición del sistema económico neoliberal, en Chile existía una comunión e interacción sociales que en estos días sería iluso que fuera realidad. No era extraño que en aulas de escuelas públicas convivieran niños de diferentes clases sociales o ver cómo jugaban en plazas vecinos de distinto origen socioeconómico.
a) “Creación de las AFPs (1981), a través de las cotizaciones de los trabajadores se capitaliza a los grupos económicos, invirtiendo en acciones y bonos para que éstos puedan crecer y reproducirse. Hoy, 9 de cada 10 chilenos reciben una pensión de vejez menor de $150.000 al mes, el grupo Luksic recibe financiamiento de los cotizantes por más de $3,4 billones, el grupo Angelini por $1,1 billón, SQM por $230.220 millones y Penta por $52.932 millones” (Fuentes 1 y 2).
No hay duda alguna que Chile tras la dictadura es otro. El modelo económico no solo trajo modificaciones en la institucionalidad del país, sino que generó profundos cambios sociológicos en esta larga y angosta faja de tierra
b) “Plan Laboral (1979), cuyo su propósito fue despolitizar a los sindicatos y eliminar la correa de trasmisión entre negociación colectiva y distribución del ingreso. Al día de hoy, solo el 8% de los trabajadores chilenos negocia colectivamente y el 74% gana menos de $400.000 líquidos” (Fuentes 1 y 2)
c) “Desmunicipalización la Educación escolar y Mercado educacional en general (1981). Se permite que las escuelas particulares recibieran subvención, sin embargo, éstas pueden seleccionar a los alumnos, lucrar y a partir de 1993 pueden cobrar aranceles (política de financiamiento compartido implantada en el primer gobierno de la Concertación). Mientras en 1981, existía un 78 % de matrícula en la Educación Municipal, hoy sólo queda un 36 %, siendo el sistema educacional más segregado del mundo. En Educación Superior, las universidades estatales sólo cuentan con un 12 % de financiamiento fiscal basal, el 77 % del gasto en Educación Superior lo realizan las familias y prácticamente no existen CFT e IP públicos. Hoy sólo el 36,8% de la matrícula escolar es pública y las personas que asisten a establecimientos estatales en educación superior no superan el 15%” (Fuente 1).
d) “Fin del sistema público de salud; la creación de Fonasa (1980) y de las Isapres (1981) instituía el actual sistema mixto de seguros en el cual los subsistemas público y privado compiten entre ellos, mientras que la municipalización de los Centros de Atención Primaria (1980) reducía el alcance de la responsabilidad estatal. Hoy en día el “gasto público” en salud es uno de los más bajos entre los países OCDE, mientras que el “gasto de bolsillo” de los usuarios es uno de los más altos. Las utilidades de las ISAPRES (2012) alcanzaron los $ 81.383 millones” (Fuente 1).
e) “Concesiones plenas (1981), se entregó la propiedad de los nuevos recursos mineros a los privados en un proceso conocido como la desnacionalización del cobre. Los posteriores gobiernos de la Concertación dieron la venia a esta política y renunciaron a la soberanía sobre los recursos naturales. Hoy, el 70 % de la minería se encuentra en manos de privados. Entre 2006 y 2011 las grandes compañías mineras extranjeras se llevaron de Chile más de US$160.000 millones en ganancias” (Fuente 1).
f) De acuerdo al economista Ricardo Ffrench-Davis (2012), el crecimiento económico del régimen de Pinochet promedió sólo 2,9% anual, la pobreza marcó 45% y la distribución del ingreso se deterioró notablemente.
g) Las políticas implementadas por los Chicago Boys cumplieron al pie de la letra la sacrosanta trinidad neoliberal, es decir, reducir al mínimo el rol del Estado, libertad empresarial a ultranza merced a la desregulación y gasto social prácticamente nulo.
Esta columna fue coescrita por Jorge Molina Araneda y Eduardo Gómez Rojas.
Fuentes de la segunda parte:
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Jorge Molina Araneda
Muchas gracias por su comentario, Andrés.
Javi-Al
Que triste período, chilenos contra chilenos. Todos queremos que esto no vuelva a suceder, que nunca más ocurran los terribles crímenes que se cometieron. Pero siendo realista, la historia nos muestra que volverá a pasar, en un futuro cercano o lejano esa noche vendrá nuevamente, porque nada nos vacuna contra el odio que se tienen las izquierdas y las derechas a nivel global, pero al menos hay que hacer un esfuerzo personal, intentar que el odio no se apropie de nuestra mente, que no nos separe de nuestros buenos amigos que piensan diferente a nosotros.
Jorge Molina Araneda
Profunda y excelente reflexión, Javier. No puedo agregar nada más a vuestro comentario ya que concuerdo plenamente con el mismo.
Hernán López
¿Qué servicios privados pueden brindar gran calidad a la gente si esta depende por completo del poder adquisitivo? El legado de la dictadura fue favorecer mediante privatizaciones bien oscuras a empresarios que hoy concentran la riqueza del país. Felicitaciones por la columna. La película quedó muy clara.
Jorge Molina Araneda
Hernán, brindan servicios de calidad, generalmente, en base al dinero que usted tenga. Muchas gracias por su comentario
Edgardo Ríos
Convenientemente muchos dirigentes de partidos políticos de izquierda durante el gobierno del presidente Allende perdieron la memoria, en cuanto a la cantidad de tropas armadas que poseían. Inflaron el proceso popular y revolucionario con su supuesto ánimo combativo, tal como señala el artículo, con fanfarronería, hasta que llegó la hora fatal. ¿Fueron a defender al presidente? No, huyeron como cobardes al extranjero y tuvieron granjerías de parte de gobiernos afines a su ideología. La mayoría de las bases sufrieron la represión interna. Mucha boca y escasa valentía tuvo usted señor Altamirano. De Corvalán no me refiero, ya está muerto.
Jorge Molina Araneda
Tremendo y demoledor comentario, Edgardo. Muchas gracias por compartir su opinión.
Adriana Urrea
Lo que nos queda claro es que algunos fueron fanfarrones, cobardes e hipócritas; mientras que los otros regalaron nuestros derechos y la riqueza natural del país.
Jorge Molina Araneda
Adriana, su comentario constituye un buen resumen de esta columna. Muchas gracias por emitir su opinión.
Sergio Bustamante
Cada cúpula política ha mirado por su propio bienestar, en cambio a la masa trabajadora a cada rato le han sido atropellados sus derechos. Ojalá pronto superemos esta dicotomía y nos preocupemos de verdad por las carencias que los sectores vulnerables y medios tienen. Ya basta de que los políticos usufructúen con esta fecha.
Jorge Molina Araneda
Sergio, no olvide que más allá de todos los problemas que el país tiene, la política y sus integrantes son muy necesarios para nuestro desarrollo. Gracias por su comentario.
Gabriel Riveros
Tal como señala en una de sus aristas esta columna, la inclusión social se perdió tras el golpe de estado, lo que llevó a que la simbiosis cultural de las clases sociales se perdiera dando paso a un brutal segregacionismo geográfico, educacional, etc. Esto último también, creo yo, es un factor relevante a la hora de paliar la desigualdad en cada uno de sus bemoles.
Jorge Molina Araneda
Muy de acuerdo con su opinión, Gabriel. Muchas gracias por su comentario.
Marta Muñoz
Me da rabia que Carlos Altamirano hasta el día de hoy trate de manera estúpida de exculparsse de su responsabilidad en la caída del presidente Allende. De hecho, el mismo presidente un día dijo que sus peores enemigos estaban al interior de su conglomerado político. Corvalán también fue un cobarde, como todos los dirigentes. Exaltaron tanto al país con su discursillo combativo y cuando se necesitaron andaban huyendo. Dirigentes de cartón y cobardes. Ojalá que los libros de historia hablen la verdad sobre esta gente, cómplices y responsables del golpe. Vivieron después con regalías tal como el burgués que ellos tanto denostaban.
Jorge Molina Araneda
Feroz, brutal y demoledora su crítica, Marta. Muchas gracias por compartirla.
Víctor Jara
Legado de cenizas. Eso fue lo que el país heredó de la dictadura.
Jorge Molina Araneda
Víctor, muchas gracias por su comentario.
Guerrillero digital
45 años chicharreando con esta cuestión y afuera el planeta achicharrándose, siendo consumido por el poder económico. Algo se hizo mal, pero, se puede enmendar…
Le encendieron la luz en la noche a los ratoncitos que hacen la fila para pagar lo que sea y se encandilaron.
Con tal inhabilidad, ahora añadimos más chicharreos diversos a las «grandes discusiones nacionales» que mantienen al circo entretenido con el público que está en la arena.
No falta el preocupado, porque no termina de asumir su destino o lo que sea, por la muerte de tres mil personas, hace 45 años o algo parecido. Cero mirada en que, en 45 años pudiéramos estar todos muertos…
Por eso mi crítica a todas las personas que lucran con el problema, aproblemando los problemas de la gente. Llenándole de coladores la cabeza para que no traguen mosquito alguno, mientras LA FILA DE CAMELLOS pasa junto a la gran acción socio-ciudadana moderna pro los derechos democráticos de la seudo cosa -«usualmente comunista en estos casos»- y lamentablemente financiada por toda clase de organismo internacional que huele a corrupción pestilente.
«Alas de libertad democrática FOR de Peoples». Me llenan tanto de compasión, sus .. sus, estupideces, digamos, que no puedo sentir menos que «tanto cariño» por éstos grupos que promueven la tontera, financiados por quienes obtienen más utilidades que los anteriores, y por otros que obtienen más todavía…
Fiesta, fiesta «eh la columna, hunga, hunga la columna»
Jorge Molina Araneda
Haremos la fiesta cuando usted mejore la sintaxis. Pero temo que para eso pasarán más de 45 años.
Guerrillero digital
Seguramente ud. en ese entonces estará de recordando lo que pasó hace 90 años, lleno de jolgorio, transmitiendo la misma lesera insignificante, «esperando con ansias la llegada del CENTENARIO».
Si el mundo llega allá y usted también, espero que no se acabe toda la chicha de mala clase que debe consumir antes de disparar sus barbaridades de comentarios con cero enfoque en lo que se diga.
Nota: Evite responder a mis comentarios. Se ve que prefiere tirar piedras y esconderse en su ratonera antes de debatir nada.
Entienda, estimado, que a no todos nos interesan sus respuestas de mal gusto, insignificantes y superfluas.
Para esa clase de circo, visitamos a Los Tachuelas.
No se esfuerce. Asuma que no puede. Asuma que tiene que seguir alimentando el problema para que le dé dinero -apuesto- magnificando la desgracia, levantando la tontera, izando la historia para que rasguemos vestiduras de un lado u otro, porque si no mantienen viva la odiosidad, el negocio se les viene abajo.
En el mundo han muerto millones de personas, y quedan más todavía. Cuando se estén muriendo por escasez o falta de preparación, recuerde estos temas sin futuro que no dejan de traernos a la memoria al soldadito revolucionario que tomó las armas en vez de asumir sus cagadas como un valiente y no cómo un cobarde que no supo dar la cara de vergüenza y llamó al pueblo a una guerra que era muerte segura.
El rey de los imbéciles.
Eso es lo que creo de Allendito.
Con todo respeto, claro…
Francisco Henríquez
Uno de los períodos más oscuros de nuestra historia. Compatriotas enfrentados a causa de sus ideales políticos. Esto es lo que sucede cuando se exacerban las pasiones, y la locura prima por sobre la racionalidad. Felicitaciones por la columna.
Jorge Molina Araneda
Concuerdo con su comentario, Francisco. Gracias por entregar su opinión y por su inmerecido halago hacia la columna.
rodolfoschmal
Clarísimo! Se creyó que con los cordones industriales y las milicias armadas se podría enfrentar a las FFA golpistas. Craso error que costó caro. Por otro lado la privatización sin parar y un Estado sin músculo nos tienen sumidos en una desigualdad lacerante que no muestra visos de amainar. Reducir la desigualdad es clave para que no exista un país que ande pateando piedras y otro haciendo lo que le da la gana. Cómo hacerlo? Es el debate, acuerdo y acción que hacen falta!
Jorge Molina Araneda
Don Rodolfo, estoy conteste con vuestra opinión. Muchas gracias por emitir su comentario.
Patricio Lopez
Chile la alegría ya vieneee… y muchos de nosotros inocentones creímos a pies juntito que la democracia vendría acompañada de justicia social, sin embargo los gobiernos democráticos posteriores fueron cómplices de las patrañas y estrategias económicas de la dictadura. Fuimos elegido como el laboratorio de EE.UU para implantar su modelo neoliberal, y los militares y políticos Chilenos se prestaron para traer miseria a nuestro país. Ahora estamos envueltos en dos tipos de fuerzas políticas, derecha o centro derecha y si quisiéramos una alternativa diferente, no hay, ya que el izquierdismo mal llamado de CHILE seria vetado por la vigilante águila norteamericana..
Jorge Molina Araneda
Patricio, comparto su opinión, pero con la excepción que no podemos negar que el sistema capitalista ha traido avances en el desarrollo material a nivel mundial y que, de acuerdo a muchas estadísticas, la pobreza ha disminuido y tomado otro cariz. De hecho, tanto Marx como Engels en el Manifiesto Comunista alabaron la prosperidad y desarrollo que aquel modelo trajo a la humanidad.
Con lo anterior no quiero expresar que el capitalismo es la panacea, pero sería mezquino de mi parte ponerme unas anteojeras ante los hechos.
Muchas gracias por su comentario.
solopol
Si uno viajase en el tiempo hasta los años 50 y 60, se daría cuenta de que: existía ya la educación y salud públicas y gratuitas; que la seguridad social y las pensiones estaban a cargo del estado; que los ferrocarriles y el transporte público eran estatales (Empresa de Transportes Colectivos del Estado, ETCE); que el agua, la luz, y los teléfonos estaban a cargo de empresas públicas (CTC, compañía de teléfonos de Chile); además, había instancias semiestatales, como la CORMU y la CORVI; a eso hay que sumar infinidad de empresas cooperativas (cajas de compensación, cajas de ahorro, empresas de distintos tipos). Entonces uno podría preguntarse: ¿para qué elegir a Allende? ¿Para acabar con las AFP? No creo que a la Unidad Popular uno la pueda «condenar» por sus crimenes, sus metidas de pata, su ilegalidad, etc. Más que eso uno podría cuestionar PARA QUE,
solopol
Más que eso uno podría cuestionar para qué elegirla, con que objeto. Qué habría aportado de nuevo a lo que ya existía.
solopol
Hay una enorme incapacidad de la derecha de perdonar a la Unidad Popular. La dictadura misma y es resultado de esa incapacidad de olvidar y dar vuelta la página. La izquierda tampoco puede perdonarse. Si situación es similar a la de un futbolista que ha perdido un partido, y que se pregunta constantemente que hubiese pasado si las cosas hubiesen sido diferentes. Ninguno de ambos sectores quiere soltar el proceso. Asumir que es un fracaso, por un lado, y asumir que no es algo que justifique la represion y la dictadura por el otro. Hasta el dia de hoy se ve gente que quiere seguir pidiendo actos de arrepentimiento por parte de quienes apoyaron la Unidad Popular, y gente que se lamenta por haber apoyado el proceso o que se pone en la situacion del «what if». Todo se posiciona a favor o en contra del gobierno de Allende, cuando la verdad, puede que a muchos de nosotros no nos sea relevante, tanto en lo positivo como en lo negativo.
Jorge Molina Araneda
Gio S. excelente, ecuánime e imparcial reflexión. No puedo aportar algo más ya que sus palabras son exactas y dan en el clavo. Muchas gracias por su excelente comentario.
Andrea Bravo
El resumen de los últimos 48 años de Chile es la bravuconería y mentiras de Altamirano, Corvalán y compañía, mal gobierno de Allende, violaciones a los derechos humanos y regalo del país a los particulares de parte de la dictadura cívico militar, y mantenimiento de un modelo económico excluyente por parte de la Concertación.
Jorge Molina Araneda
Andrea, su comentario es bastante aniquilador para todos los sectores políticos. Muchas gracias por leer la columna y manifestarlo.
Andrés Moreno Ibarra
Excelente columna. Refleja la hipocresía de la izquierda termocéfala de la década de 1970 y la herencia privatizadora que acometió la dictadura, que hasta el día de hoy nos hace sufrir económicamente.