La mente de un militar no funciona igual a la mente de un civil. Un militar es entrenado física y psicológicamente para la guerra. Algo que parece obvio y simple, no obstante la complejidad de los detalles es lo que hace a un soldado una persona fuera de lo común.
Antes los militares ingresaban a las FFAA a los quince años de edad en promedio, solo hace un poco más de una década se les exige cuarto medio cursado. La primera etapa se le llama “entrenamiento básico” que consiste en un periodo de altas exigencias físicas, pocas horas de sueño, entrenamiento de tiro, sobrevivencia, entre otras capacitaciones ad hoc. El adolescente pasa, en un periodo breve, abruptamente a convertirse en un combatiente capaz de jurar; en una ceremonia pública: “Dar la vida por la patria, en cualquier lugar”.
El adiestramiento básico es tan efectivo que los jóvenes soldados obedecen órdenes sin cuestionar a sus superiores. Se dan cuenta que es muy importante obedecer sin preguntar, porque un militar aprendió a tener espíritu de cuerpo. El cuerpo es la institución y cada miembro cumple una función que es importante para la misión. Una misión demanda tareas para cumplir un propósito, no todos los miembros deben saber los objetivos ni detalles, solo lo necesario. Así se evita ser vulnerables a la inteligencia del enemigo. No se puede no cumplir una orden, porque podría fracasar la misión y eso dañaría al cuerpo; todos los miembros confían en los otros.
El soldado está en permanente alerta incluso en tiempos de paz. La inteligencia de los potenciales enemigos está activa incluso en este momento mientras lees esta columna. Episodios hay muchos y constantes; solo basta averiguar un poco, para ver que hay muchos incidentes producto de la inteligencia y contra inteligencia activa, de todos los países en tiempos de paz. Los agentes infiltrados en sitios frecuentados por militares que intentan obtener cualquier información útil, es lo común.
Para proteger el necesario secreto de una institución se debe vigilar a los propios en todo momento. Cualquiera puede ser vulnerable; un vicioso, un endeudado, un enamorado. Es por eso que el militar no dirá mucho, estará siempre desconfiado y observante; el enemigo podría estar justo sentado a su lado en la misa del próximo domingo.
La lealtad es un valor en el ADN del militar. La traición convierta a un miembro del cuerpo inmediatamente en un enemigo. En caso de guerra un soldado nunca debe revelar detalles de misiones clasificadas, aunque lo estén torturando. Si habla más de la cuenta, podrían ir por sus compañeros y eso sería renunciar al honor e incumplir con su juramento. En caso de caer prisionero, el soldado hará todo lo posible por escapar o despistar al enemigo y sobre todo nunca debe doblegarse; la lealtad con el cuerpo ante todo y constantemente serán puestos a prueba. Por el contrario, si un enemigo es capturado, lo importante es sacarle el máximo de información en el mínimo de tiempo, por los medios necesarios, sin mostrar debilidad, el éxito en la guerra depende de la obtención de información fidedigna inmediata.
Los soldados deben incorporar la verdadera historia por el bien del ejército y también por el futuro de Chile. Pero eso no basta; se debe legislar para cambiar el paradigma del honor militar
En el año 1973, Pinochet usa su cargo para notificar a sus subalternos que Chile entró en guerra contra un enemigo interno y podrían existir traidores en las propias filas. Misión; “Recuperar la libertad del país”. Enemigo: “Los marxistas”. Tareas: Básicamente las relacionadas a tomar el poder y eliminar la “amenaza”. La mayoría de los militares de aquella época obedecieron ciegamente, tal como se esperaba.
Hoy, una pequeña parte de los militares activos y en retiro, siguen convencidos de que salvaron al país heroicamente en una guerra. Para ellos Krassnoff es un referente, que gracias a su servicio se pudo anular “amenazas de gran envergadura”, además ha demostrado “lealtad” con sus camaradas y no ha revelado información que involucre a su mando o subalternos. Pinochet cuando fue capturado por el “Marxismo Internacional”, no fue cobarde, sino “inteligentemente” logró zafar sin decir una palabra.
¿Pero cómo cambiar esa visión de la realidad en este grupo minoritario de militares?
Se debe dar la orden desde la cabeza de la institución de forma explícita, fuerte y clara: No hubo guerra; los marxistas no eran enemigos; las violaciones a los DDHH estuvieron siempre fuera de la legalidad (incluso si hubiese sido una guerra). Los soldados deben incorporar la verdadera historia por el bien del ejército y también por el futuro de Chile. Pero eso no basta; se debe legislar para cambiar el paradigma del honor militar, y educar para que nunca más sean utilizados por un grupo minoritario para sus mezquinos intereses. Es necesario que todos sepan que hay órdenes que no se cumplen; porque la lealtad primero es a la soberanía de Chile, a su democracia y a su pueblo.
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad
Lisandro Burgos
Juas. ¿Pero qué significan estas palabras! “Los soldados deben incorporar la verdadera historia” Contrastémoslas con estas otras: “Libre de religión, de ideología, de nacionalismo y de cualquier fanatismo” Estimado columnista, ¿cómo no percibe que son afirmaciones incompatibles? Usted estará libre de cualquier fanatismo cuando entienda que no existe algo siquiera parecido a una “verdadera historia” ¿Y quién flauta sabe cuál es?, ¿acaso usted?, ¿y luego no es fanático? Otras joyitas suyas: Se proclama “libre de nacionalismo y de cualquier fanatismo” y al mismo tiempo considera capacitado para opinar respecto de la instrucción militar. Qué barbaridad. Pero si un soldado debe asaltar la trinchera enemiga y ojalá él solo eliminar a los veinte sujetos o más que dentro se cobijan y que están armados hasta los dientes. Y hará muy bien su trabajo si para conseguirlo, lo hace con los correajes llenos de granadas y se hace volar él mismo con todos esos enemigos. ¿Y usted pretende entenderlo, cuando al mismo tiempo aspira a ser una persona libre de fanatismos? Me estoy acordando de cierta concursante para Miss Universo que requerida con cuál varón aceptaría tener familia, si fuese necesario para salvar la especie humana, y que respondió que con el Papa.Ahora me imagino que después aparecería usted de entre las bambalinas, y más encima sugeriría pedirle al Papa que reescriba el Kamasutra.
bigwarro
me paso por el pico a los milicos culios.
Sergio A Godoy
Creo que la falta de comentarios demuestra una vez mas que aun existe en Chile un sentido inconciente de no emitir opiniones en contra de losmilitares y de los principios que ellos se autoimponen. No solos se cree que se deja de ser patriota si se les critica sino que hay un dejo de traicion en ello. Nada mas lejos de la verdad. Se necesita una nueva vision.