Los cambios producidos en Chile en los últimos 30 años, especialmente los culturales, tienden un manto invisible difícil de dilucidar en aspectos políticos, institucionales y de desarrollo humano. Da la sensación de que la sociedad y los ciudadanos no son los mismos de otras décadas de la República; el imperio de la globalización y sus redes sociales grafican el ambiente libre y deseoso de un cambio estructural. Algunos autores, incluso, han denominado a este fenómeno el fin del modelo, a partir de las paradigmáticas marchas del 2011. Hoy, otros se adelantan con las manifestaciones contra las AFP diciendo que entraremos en un espiral de insospechadas consecuencias.
Cuando un trabajador, funcionario o integrante de cualquier grupo colegiado participa directamente con la autoridad en la construcción de una tarea, sabemos que es un paso fundamental en la edificación de una mayor democracia pues ambas partes quedan gratificadas al aportar cada uno desde su puesto.
Esta realidad, que suele ser dura como toda realidad, nos enrostra que los cambios en Chile (después de tanto tiempo que aseguró el modelo en lo político, económico y social) y la acumulación de capitales (económicos y culturales) transforman los procesos en alienantes, lo que hace prever que difícilmente se moverá la frontera hacia una sociedad un poco más solidaria o que se acerque a un estado de bienestar deseado. Las élites de cualquier tipo, como dice el título de esta reflexión, tienen miedo a los subordinados y realizan cualquier proceso “portaliano” para evitar que se produzcan cambios reales y significativos, tanto en el aspecto social como en el político; lamentablemente, esto se observa desde la institucionalidad actual, independiente del referente gubernamental, público o privado.
Desde la fundación del Estado “portaliano” fuerte y autoritario, el control del subordinado se ha realizado por la fuerza física (represión militar y policial) y cultural (el acceso a la educación, por ejemplo). El concepto de orden y disciplina, en la lectura “portaliana”, está presente hasta el día de hoy desde la familia (“si das la mano te agarran el codo) hasta las instituciones (“no hagamos muchas reuniones, se desordenan el programa y las tareas”, “dos o tres preguntas por escrito y cerramos”) -que cobran vida en los sectores autodenominados progresistas-.
Hace casi 200 años nace también la obediencia incondicional o maquinal (costumbre transversal a todos los gobiernos, partidos políticos, empresas y familias). El miedo y las posibles pérdidas de control se leen también todas las semanas en el duopolio medial (“cuidado con los desbordes”, “que la calle no pautee la agenda”). La obediencia ciega es parte de nuestros hábitos, transformándose en un máximo ideal para toda autoridad, desde el cargo más insignificante hasta el más poderoso de la República; la autoridad en Chile, se reconoce, se espera, se llama y se celebra, “la autoridad se necesita y se respeta” (Araujo, 2016). Las prácticas de todo dirigente, sea cual sea su lugar en el organigrama nacional, se apegan siempre a lo legal (no legitimidad, que sirve para reglamentos de fútbol, decretos, leyes, constituciones); continuamente, detrás de una decisión, la autoridad se protege con esta aura legalista (en definitiva, el problema no es de la autoridad, es de la ley, dicen).
La amenaza de los subordinados es real, amigo lector; pregúntese por situaciones vividas con cualquier jefatura o autoridad que conozca (de distinto ámbito), inclusive amigos o amigas: cuando llegan a cargos importantes, inmediatamente se produce un cambio mental, por arte de magia ingresa el espíritu “portaliano” y recurren a muchas excusas para no dar participación real (“lo que pasa es que aquí están los mejores”, “no tengo tiempo, pero mándame la propuesta”, “sí, estamos estupendo”).
La desconfianza de la élite hacia todo rol protagónico que puedan tener el pueblo y los ciudadanos, configura un ideal societario que cruza todas las mentes e ideologías vigentes en la actualidad en aras de algo (llámese orden, economía, religión, valores, crecimiento, inversión, sustentabilidad, disciplina fiscal, transición, tiempo, expertiz, empleo, turismo, crisis china, el cobre, lo no dicho, el miedo a los subordinados, al pueblo, a la masa ciudadana, al grito, a las expectativas, a la deliberación, a la alteridad… en definitiva, a una mayor democracia).
Estudios nacionales e internacionales señalan que las democracias no solo se aseguran e implementan con leyes y constituciones, sino también con las actitudes de los representantes transitorios de los poderes. Cuando un trabajador, funcionario o integrante de cualquier grupo colegiado participa directamente con la autoridad en la construcción de una tarea, sabemos que es un paso fundamental en la edificación de una mayor democracia pues ambas partes quedan gratificadas al aportar cada uno desde su puesto. Así lo entendió Japón en la década del ‘60 cuando creó los “círculos de calidad”, en los que los trabajadores aportaban directamente en la solución a una problemática desde su experiencia laboral concreta y los gerentes no tenían problema en dedicar tiempo con esos empleados.
En toda actividad humana existe un doble producto. El primero son los objetos (materiales/servicios) producidos; el segundo es el producto humano, subjetivo, mucho menos tangible, que solo una mirada atenta descubre. Esa actividad humana podría producir en las personas efectos como la alienación, aunque también podría permitirles un mayor desarrollo humano. Es hora que, como sociedad, apostemos por lo segundo.
*»El miedo a los subordinados»: Título de Libro de Kathya Araujo, LOM, 2016, que recomendamos encarecidamente.
Comentarios
20 de agosto
Señor Carlos Araneda Espinoza un saludo muy cordial, referente al tema en cuestion lo encuentro muy acertado ya que nuestro país está sufriendo un cambio muy interesante para el futuro, aun los compatriotas siguen durmiendo la ignorancia política y no comprenden estos cambios debido al miedo que tienen ante una política descubierta en la corrupción, creo señor Araneda y le pregunto podría CHILE hacer en parte lo que hizo Japón en la decada del 60 que creó los » CIRCULOS de CALIDAD «como usted lo insinua en el tema reciente, la persona que hace este comentario ya tiene 80 años con mucho trabajo en mi cuerpo y no veo la forma que mi querido país baya a crecer, aquí faltan compatriotas que sean leales en la política y miren a su pueblo como un bien común, responder cuando son elegidos por los ciudadanos ocupando un puesto en la administración del gobierno, en este momento lamentablemente no hay en quien creer, ojalá despierten todos los Chileno para construir una patría nueva.
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21 de agosto
Gracias luis hay mucha tarea por hacer de Chile un país más fraterno y con verdadera participación
Saludos
21 de agosto
Luis el cambio siempre es posible y es tarea de todos nosotros perfeccionar nuestra democracia
Saludos
21 de agosto
Al poder no le gusta que pienses distinto, y eso es inaceptable. No hay que aguantarle al poder que te diga como pensar, le puedes aguantar que tenga poder, que tome las decisiones que quiera, pero no que te dirija la conversación. Apenas el poder haga eso, hay que mandarlo con una patada en la raja a la posición de subordinado que le corresponde.
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21 de agosto
Este es otro articulo con “manejo semántico”. Confunde lo subordinado (depender de las ordenes reconociendo la autoridad de otros) con lo insubordinado (quien no respeta ordenes ni autoridad). Cuando alguien participa con la autoridad en la construcción de una tarea hace un acto de subordinación. Yo decido que no me subordino al liderasgos de quienes se movilizan contra las AFP porque a mí me parecen ingorantes por sus argumentos y si llega un lideraago que considero algo mas inteligente no seré un «subordinado temerario» al subordinarme a esas ideas. Siempre estamos subordinados.
Las estructuras de autoridad temen a la insubordinación. La institucionalidad civil de una nación se defiende de la insubordinación con las mismas armas con que se vé amenazada, incluso aunque tenga que dejar de ser civil, pero no se defiende de los subordinados, se defiende CON los subordinados.
El ejecutivo de una empresa asume un proyecto común con sus subordinados y se puede decir también que ámbos están subordinados a ese proyecto. Una autoridad le teme a los insubordinados o que pueden dejar de ser sus subordinados y se afirma en los subordinados que considera “genuinos”. Si busca excusas para evitar participación se le puede calificar de otra forma, pero no de temer a la subordinación en la que apoya su autoridad.
Saludos
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21 de agosto
De todas las participaciones que defienden las Afp la suya me parece, por lejos, la mas respetuosa. Me refiero a aquellas opiniones que buscan literalmente acallar a quienes piensan distinto, o que denigran, que manipulan y no debaten abierta o francamente. Saludos
21 de agosto
Gracias Gio creo que usted es un hidalgo. Pero si yo tuviese muchas lucas en la AFP y mi futuro dependiera absolutamente de eso mi actitud seria probablemente mas visceral.
Saludos
21 de agosto
José luis
Indudablemente no comparto tus comentarios en Chile podemos volver gradualmente al sistema de reparto q predomina en todo el mundo, la democracia implica justamente compartir con el q piensa distinto
Saludos
21 de agosto
No hay como el diàlogo. En el siglo pasado predominaba el sistema de reparto pero la tendencia en el mundo no es el de las AFP:
Un grupo de 9 países del continente con sistema de AFP: Chile, Perú, Colombia, México (los cuatro de la Alianza del Pacífico), Uruguay, Bolivia, El Salvador, Costa Rica y República Dominicana. Argentina lo tuvo pero el gobierno de N. Kirchner confiscó los fondos de pensiones (y de pasada dejó al país en bancarrota).
mas 13 países EUROPEOS EX COMUNISTAS. Grupo de 13 países con sistema de AFP en la Europa Central y del Este: Polonia, Eslovaquia, Hungría, Kazakstan, Rusia, Rumania, Bulgaria, Estonia, Latvia, Lituania, Croacia, Macedonia y Kosovo.
7 Paises RESTO DEL MUNDO. Australia, Suecia, Reino Unido, Hong Kong, Nigeria, India y Armenia (éstos dos últimos tiene un sistema de AFP sólo para empleados públicos)
Además en muchos otros países es materia de estudio, no es llegar y cambiar radicalmente algo asi en países grandes. Con estas palabras recibió el Presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, al Presidente de Chile, Ricardo Lagos, en su visita a la Casa Blanca: «Creo que algunos miembros del Congreso podrían aprender algunas lecciones de Chile, especialmente acerca del sistema de pensiones. Nuestro sistema necesita ser modernizado, Sr. Presidente, y espero escuchar algunas sugerencias sobre cómo hacerlo, ya que su país lo ha hecho tan, tan bien». (Comunicado oficial de la Casa Blanca, 16.4.01).
Saludos
21 de agosto
Creo que al margen de las diferencias respecto a la postura con el sistema AFP debemows rechazar la idea de volver al antiguo sistema de repàrto que además de dar jubilaciones paupérrimas tenía al país en bancarrota. ¿Como se explica eso?, solo por la corrupcion.
22 de agosto
Estimado Carlos, cualquiera en su sano juicio estará de acuerdo con Ud., lo que expone es en síntesis una realidad de nuestra contemporaneidad, con el avance de las democracias, sobre todo en nuestro mundo occidental y latinoamericano en particular, los derechos sociales también avanzan, y es casi imposible pensar que poderes fácticos mantengan su statu quo hoy. Pero al mismo tiempo hay que tener cuidado, porque junto a los reclamos justos, a las exigencias sociales de bienestar y a la mayor participación ciudadana, existen y se organizan a diario grupos de presión, entre ellos, grupos nihilistas y anárquicos, y quizás con más fuerza, otros grupos oscuros o ideológicos duros que sólo buscan imponer sus objetivos arrastrando a la ciudadanía desinformada, y también a idealistas y otras personas con problemas a sus jugadas y conflictos. A veces me parece que estamos al dominio de esos grupos, porque no dan espacio para que los estados democráticos planifiquen ni construyan políticas humanistas y coherentes, más bien ahogan la gestión pública que podría resolver mucho de esos problemas sin tantos dramas.
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23 de agosto
Servallas:
La democracia tiene riesgos propios de nuestra humanidad, te imaginas fuéramos seres perfectos , sin debilidades, es una tensión diaria y cotidiana luchar por ser mejores , mas solidarios, mira la marcha gigantesca del domingo en Chile, es un grito que debemos cambiar.
26 de agosto
Un poco de historia, hace cerca de 10.000 años inventamos la ciudades y surgen las clases sociales, con reyes y sacerdotes dominando y controlando a una masa proveedora. Esto duró hasta que llegó el modelo neoliberal, que nos prometía liberarnos de reyes y emperadores. Pero que ocurrió, que hoy estamos sometidos igual, y el rey fue cambiado por un conglomerado de grandes inversionistas que se adueñaron no solo de países, hoy controlan el mundo a través del BM y del FMI. Antes sabíamos a quien derrocar, hoy no lo sabemos, ya que habita en una «caja negra» o mejor dicho en BlackRock.
Y resulta que bajo estas circunstancias no importa quien dirija un país, ya que el que manda realmente es el encargado de la economía, el dice que se hace y que no, lo malo que él obedece los designios del BM y del FMI y ninguno de nosotros voto por ellos.
Saludos
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