La medida de expulsión de extranjeros tras detectar problemas con la justicia incluye la privación de sus hijos e hijas chilenas de tener una relación directa y regular con padre o una madre según sea el caso. Es una disposición del gobierno ratificada por la Corte Suprema, que se viene tomando desde antes.
La expulsión se verifica rápidamente, sin burocracia, aunque no se especifica bien qué tipo de problemas, a saber; cometió delito en el extranjero (si es así, por qué entró al país), ha cometido delito en Chile, pero no se sabe si ha cumplido condena o bien ha cometido delito y debe condena, o está en situación irregular no se sabe por qué causa.
El decreto 776 del 18 de Abril del 2018 que da inicio al proceso de regularización migratoria está acompañado del discurso oficial respecto de la migración, que es lo que resulta preocupante, a continuación algunas citas y comentarios:
- “Ha llegado el momento de poner orden en este hogar que compartimos”, Presidente Sebastián Piñera. (La Tercera, 10 de abril 2018).
Las ideas del orden, la seguridad y el control son pilares del proyecto de ley para migración y extranjería en discusión actualmente en el Senado.
Este pensamiento además es llevado a los extremos políticos por parlamentarios de la UDI, partido ancla del gobierno:
- “Los que pensamos distinto, no somos fascistas. Si ser fascista significa resguardar a los chilenos de una migración irregular, entonces somos fascistas”. Senador Iván Moreira. (CNN, 13 de diciembre 2017).
Cabe notar algunos detalles sobre el Senador Moreira, que habla de irregularidades: Es reconocido pinochetista. Vociferó el año 1995 que la “política chilena es una mierda”, sin embargo hasta hoy sigue trabajando en eso. Se declara evangélico y es un ex imputado por emitir boletas ideológicamente falsas por 35 millones de pesos que ocupó para financiar su campaña senatorial el 2013. Después de este complemento, se retoman las citas.
- “Nuestra posición es clara. Nosotros decimos que la migración no es un derecho humano”. Rodrigo Ubilla, Subsecretario del interior. (CNN, 09 de Diciembre 2018).
Recordar también, que esta declaración de Ubilla fue para justificar la no adhesión de Chile al pacto de la ONU por la migración. El mismo organismo en su informe 2018 estableció que el Estado chileno “ha violado grave y sistemáticamente los derechos de los niños, niñas y adolescentes” que se encuentran bajo protección del SENAME.
Dado este orden de cosas, no es extraño que también se intente bajar el perfil al principio del interés superior del niño, recogido por todas las leyes vigentes del país en esta materia:
- “El interés superior del niño es un concepto de tipo general”. Mijaíl Bonito, asesor cubano de política migratoria del gobierno. (La Tercera, 11 de Junio 2019).
Esta declaración de Bonito se contradice con lo que expresó en las discusiones de comisión en la Cámara de Diputados, “Otro punto de consenso fueron los principios fundamentales de protección, como la promoción, respeto y garantía de derechos, el interés superior del niño…” o “Destacó la interesante discusión suscitada, tras la cual se prefirió no limitar el concepto de interés superior del niño, sino hacerlo conteste con la definición de la legislación de familia…” (Informe Comisión de Hacienda de la Cámara fechado el 10 de Enero 2019).Un agravante de la expulsión de personas con familia en Chile es que no se contempla ningún tipo de reparación a los que quedan.
En lo puntual, señala La Tercera en artículo de fecha 12 de Junio 2019, escrito por Karen González y María José Navarrete, el caso de K.O., mujer colombiana cuyo esposo fue controlado, le detectaron antecedentes pendientes (no se especifica la gravedad de la falta ni por qué está pendiente) y fue expulsado dejándola con dos hijos. Les dieron cinco minutos para despedirse, así, directamente fue expulsado del país y se generó una precarización de su vida automáticamente, al quedar sin dinero para seguir pagando arriendo, sacó a sus hijos del colegio y se fueron a vivir en una pieza que les prestaron, los tres juntos, en la periferia de la ciudad de Santiago
Más allá incluso de si son chilenos o no los niños, está la Convención de derechos de niños, niñas y adolescentes firmada por Chile en 1990, está el artículo 1° de la Constitución Política vigente, que señala como deber del Estado “Resguardar la seguridad nacional, dar protección a la población y a la familia, propender al fortalecimiento de ésta. La determinación y su ratificación por la Corte Suprema podrían considerarse inconstitucionales. ¿Nadie va a requerir al TC por esto?
Probablemente es cierto lo que ha dicho el subsecretario Ubilla, de que todas las expulsiones se ajustan a derecho, según ratificaciones de la Corte Suprema. Pero también es cierto que los alegatos del INDH en relación a proteger el interés superior del niño también son derecho. La cuestión estriba en qué derecho prevalece sobre otro. En un caso se trata de evaluar los antecedentes penales de un migrante, claro está, sin discriminar si están cumplidas o no las condenas, cosa que es relevante para no caer en una doble sanción sobre todo si son personas que están reinsertadas en la sociedad y en el otro los derechos de sus hijos a crecer con un padre.
Un agravante de la expulsión de personas con familia en Chile es que no se contempla ningún tipo de reparación a los que quedan. En este momento prácticamente se ha condenado a la situación de calle a una mujer y dos niños, caso planteado en la Tercera que por cierto es una muestra ínfima de la realidad.
Aquí se trata de un criterio político bien definido: Prevalece el control, el orden y la seguridad por sobre los derechos humanos y eso coincide con lo dicho también por Ubilla: Migrar no es un derecho humano. Esto nos recuerda la medida de Trump de separar a los padres de sus hijos cuando están en control migratorio.
Al país le queda la tarea de reflexionar sobre estos problemas, qué es más importante, lo que pasa con la gente objeto de sanciones o las sanciones por sí solas. El poder por el poder, o el poder para ser mejores y más felices en la sociedad que se construye entre todos y todas.
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