Era cuestión de tiempo que volviera a las portadas de los medios nacionales un escándalo relacionado con dineros públicos. Ahora le tocó al Frente Amplio y al gobierno ser investigados por el manejo de platas, por asignaciones a una curiosa Fundación llamada Democracia Viva.
La generación de Giorgio Jackson y Gabriel Boric hoy está sufriendo lo que toda fuerza política, lamentablemente, debe padecer al momento de encontrarse cuando el relato se desvanece ante la realidad.
¿Por qué digo que era cuestión de tiempo? Pues porque siempre en torno al poder y al Estado se crean redes, amiguismos, tráficos de influencias y cosas por el estilo. Quién diga lo contrario está negando la esencia misma del ejercicio de lo público. Es por eso que la política debe luchar siempre con sus claroscuros, con sus vacíos y sus contradicciones. Porque en eso, entre muchas otras cosas, consiste gobernar.
Tal vez algunos podrán argumentar que en este caso la cuestión es más grave que en otras debido al relato justiciero y moralista que levantó la generación que hoy gobierna. A lo mejor quienes lean esto dirán, como se ha dicho hasta el cansancio por estos días, que la idea que sustentaba al frenteamplismo- y que consistía en venir a cambiar todo, incluso la esencia misma del ejercicio del poder- agrava aún más lo que se ha conocido en torno a esta fundación liderada por el novio de la diputada de Revolución Democrática, Catalina Pérez. Y lo cierto es que, en los hechos, no.
Es igual de grave que sí viniera de parte de un sector que no hubiese puesto sus valores por sobre los del resto. Lo que pasa es que esos dichos, en los que se atribuían cierta pureza, son hoy el gran arma que los jóvenes frenteamplistas pusieron fortuitamente en contra de ellos mismos, por creer, como creen demasiados en esos lugares, que los procesos son lineales y que existe algo así como un portal divino que se puede cruzar para siempre, sin que haya consecuencias.
Pero, ¿en política quiénes no han creído ser mejores que otros? ¿Acaso la Patria Joven de Frei Montalva no creyó ser más que los antagonismos del momento al plantearse como una nueva alternativa entre capitalismo y socialismo? ¿Acaso la Unidad Popular no creyó ser más que el Frente Popular y que el viejo comunismo por querer plantear una nueva forma de socialismo y democracia liberal al mismo tiempo (sé que no es un buen ejemplo)? ¿Acaso la Concertación, con razón algunas veces y otras no, no se erigió como la forma definitiva de hacer política? ¿Acaso no dijeron que eran los dueños de la moderación, de la prudencia, cuando lo que estaban haciendo era resistir y administrar para que el país no se les desbandara en manos de un dictador al que le tuvieron primero un medio entendible y luego un terror demasiado innecesario? ¿Acaso la Nueva Mayoría no dijo implícitamente ser mejor que la Concertación? ¿Acaso el piñerismo no se enfrentó con la cruda verdad de que manejar un Estado distaba mucho de administrar una empresa?
Todo movimiento político es presa de sus superioridades morales. La DC lo fue al insistir en ser un partido único de gobierno y, en consecuencia, radicalizar más aún el escenario de los 70; la UP al no lograr una unidad de criterio y enamorarse demasiado de una retórica revolucionaria que lo único que hacía era agudizar las contradicciones, y la Concertación por pensar que su forma de conciliar las heridas expuestas post dictadura sería una fórmula eterna y que resultaría en todo contexto histórico.
Por lo tanto, la generación de Giorgio Jackson y Gabriel Boric hoy está sufriendo lo que toda fuerza política, lamentablemente, debe padecer al momento de encontrarse cuando el relato se desvanece ante la realidad. Han descubierto a golpes las complejidades de lo que muchas veces se perdía en la simpleza de la prepotencia de las buenas intenciones.
Ahora lo que queda es esperar que los resentidos, los dolidos, los que estaban esperando este día con ansias, los acusados por los críticos de la transición no reaccionen como si efectivamente esa prepotencia frenteamplista fuera algo nuevo en la historia política chilena. Aunque lo dudo. Están disfrutando demasiado esto. Están haciendo fila para acceder a ese palco del que habló Ximena Rincón al comienzo del primer año de gobierno.
La pregunta es cómo se sale de esto; qué costo tendrá esta fascinación por ver a los impugnadores de ayer pidiendo a gritos que los salven, que dejen de acusarlos. A veces el placer en la política es el detonante de una gran catástrofe. Tenemos ejemplos bastante cercanos en el tiempo.
Comentarios
28 de junio
Pot eso yo sigo siendo de Renovación Nacional. RN me da la confianza de que son un partido de corruptos traficionales con valores traficionales. El EX alcalde RNTorrealba, el mismo Piñera ex RN de toda la vida, por nombrar un par no más, millonarios a costa del Estado. No necesitamos que otros usen al Estado y lo público para robar. Y si no le gusta RN tienes la opción UDi. Valores cristianos y valores financieros más raspado de olla.
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28 de junio
El punto de fondo es que cuando se disfraza la plata de valores sociales, aparecen los «gestionadores».
Cuando ( un valor que está entrando) la ciudadanía vea que los impuestos «son un robo» legal, y por lo mismo los tolere a cambio de una gestión impecable, la cosa se hará mejor; pero cuando se separa la recaudación de impuestos de la gestión de estos a través de el Estado como caja negra, suceden estas cosas.
Si el contribuyente pudiera exigir de vuelta su plata si se prueba que está siendo mal usada, se acaba la corrupción, pues si está sucede, se acaba el Estado.
Entonces el gobierno tendría que asegurar que todo se hace bien, porque su supervivencia dependería se aquello.
Saludos
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11 de agosto
Estudie en la época en que tuvimos que salir a las calles por una educación de calidad y acceso a un financiamiento , muy endeudada y obligada a trabajar para ayudar a cancelar una carrera que resultaba muy elevada en precio para mis padres. En esa época , tuvimos el incentivo de lideres estudiantiles que tenemos hoy en el Gobierno luchando contra las fuerzas económicas y políticas que no quieren soltar al pais, para vivir una verdadera democracia social de derechos . Hoy ya en el campo laboral reconozco que Chile tiene un problema estructural grave y un modelo económico agotado , sustentado por el poder político empresarial que abusa del Estado subsidiario y no responde a las necesidades expuestas en una crisis provocada como la del 2019. Este gobierno salió elegido para responder a estas necesidades .sin embargo , cuando hablamos de «superioridad moral» , creemos que la sociedad no debe hablar con códigos morales mínimos de actuación , al parecer ,hay que tolerar los abusos ,la corrupción, atropellos a los Chilenos materia diaria . En Chile , todo Chileno con el mínimo de parámetros valóricos y morales tiene la libertad de expresarse y manifestar lo que causa malestar social. Este gobierno vivió los abusos en las instituciones educativas , calles , el Congreso por lo tanto, tiene la superioridad moral de exponerlos frente al poder que pretende desacreditar.
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