Adiós Baquedano
Ayer me fui caminando por la Alameda hasta Bellavista, me enmudecí cuando al fin veo en vivo la estatua ausente de Baquedano, paradojal por decir lo menos. Encuentro totalmente primate haber desgarrado el metal del cemento que lo sostiene, como un dolor silencioso despegado de su cripta.
Veo una caja de metal protegida como una fortificación intocable e imposible de abordar. Es impresionante que aún en nuestra sociedad del año 2021 creamos que por sacar una imagen podamos extirpar una causa. Es como quemar un pueblo para olvidar a sus habitantes, es como incendiar las máquinas para evitar que reemplacen al ser humano ad-portas de la Revolución Industrial.
Qué patética es la imagen de cuatro soldados celadores, unos en cada esquina empuñando un fusil. ¿Qué cuidan?, ¿los restos de lo que ha sido una rebelión infinita, los recuerdos vivos de una causa que parece no acabar o los resabios de una lucha popular prolongada?
Lo mismo de pudor ajeno, me da el pensar que personas hagan una ofrenda floral a un cadáver irrelevante, a un héroe levantado en una verdad histórica dudosa.
¿En qué se pierden sus ideas que creen que erigen a un líder metálico y ausente al fin? Porque claro está que este señor Baquedano no configuró un proceso definitorio para nuestra historia: no generó un gran cambio en nuestro país fuera de una lucha limítrofe considerada injusta, sangrienta, en donde los pobres del campo fueron los verdaderos soldados desconocidos y no la oligarquía de la época.
Pero lo mismo, lo más probable sería que tengamos que botar al Pedro de Valdivia de la Plaza de Armas, pues los pueblos originarios merecen hacerlo. Misma situación con la estatua de homenaje al “roto chileno”, claro que el pobre del pasado, hoy por hoy sería “clase media” pues según ellos no son ningunos rotos.
Es paradojal que confluyan todas las estrategias en una causa, la del cambio global, incluyendo en la lucha a la naturaleza, animales, suelo, agua, propiedad privada. Todo parece tener que romperse. Lo que se sostiene hace años en un marco conceptual reducido, parece que nos quedó pequeño. Ni el marxismo más revolucionario sería capaz de explicar todo esto, menos aún lo hará una social democracia, una derecha conservadora, o una izquierda confundida. Dónde debo ir, a quién darle el voto, ¿es la democracia el mejor mecanismo para esto?, y si no es por el voto representativo, ¿cómo sería?
Soñemos un poco; una alternativa es pensar una orgánica distinta. Podemos darnos una organización diferente: reuniones de base, cabildos y asambleas permanentes, donde podamos exponer nuestras demandas. Luego debemos sistematizar dicho proceso. Convertirlos en propuestas y acciones, sin embargo ¿dónde irían a parar estas necesidades? Si se supone que no hay un Estado por sobre nosotros, no hay institucionalidad ajena a nuestro poder. Entonces retoma nuevamente fuerza la idea de la ingobernabilidad, de la imposibilidad de un autogobierno.
Pero no me estoy refiriendo a los gobiernos locales como las municipalidades, sino que estoy hablando de la expresión territorial de la autonomía y claro es complejo marcar límites, pues estos no eran reinos, no eran tierras con fronteras definidas como en la Europa medieval. Entonces las divisiones no están demarcadas en base a la identidad cultural necesariamente, de ahí nuestra complejidad de cerrar fronteras entre los pueblos andinos, del norte chico y del pueblo mapuche, todas estas culturas escindidas y violentadas por los estados nación.
Hoy en Europa se habla de autogobierno para referirse a la manera en la que las comunidades locales o más bien regionales se autoadministran, dejando así al estado central extra local algunas competencias como la política exterior, la moneda, la defensa, la gestión de las costas y algunos impuestos indirectos. El resto de las funciones, como el orden público, la educación, la salud, el comercio, la agricultura, la asistencia social quedan en manos de representantes locales. Pero este no sería nuestro caso hoy en América Latina, y por lo mismo trato de adentrarme a este factor como posibilidad muy lejana, pero concreta de plantearlo como proyecto de sociedad.
Sería una alternativa que nos gobernáramos nosotros mismos, trascendiendo incluso los límites de los estados-nación, y aunque no soy la primera en pensarlo; En Chile apenas se pensó, se destruyó por la fuerza del pragmatismo conservador y volvemos de nuevo a partir.
Tanto el Reino Unido, como España, han sido precursores de las autonomías de los Estados, pero en México, Brasil y Bolivia también algunos pueblos originarios plantean con fuerza la generación de estados autónomos y plurinacionales.
Por ejemplo, el año 1994 el Ejército Zapatista de Liberación Nacional de Chiapas México, comenzó con una gesta militar de autonomía y que a la fecha se configura como una organización política. Se inspira en una conjunción entre zapatismo, marxismo y socialismo libertario. Su práctica opera como una guerilla y según su líder el subcomandante Marcos, más que la toma de poder se busca la creación de un mundo nuevo, una lucha por trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, democracia, justicia y paz formando un gobierno libre y democrático.
En tanto en Brasil, el año 2019 se crea un protocolo de consulta sobre la Amazonia, en donde el Estado tiene el deber de informar y preguntar a los pueblos indígenas antes de entrar en sus territorios. Así lo detalla Dario Yanomami, el que indica que el protocolo es una forma de recordar a la sociedad no solo la necesidad de consultar a los pueblos, sino también los procedimientos a seguir en cada situación. Este proceso se inicia en respuesta al avance de grupos económicos en tierras indígenas, como empresas mineras, madereras y de agronegocios.
Por su parte el pueblo guaraní en Charagua Bolivia, constituyó el primer sistema de autogobierno indígena del país al elegir sus autoridades a través de costumbres y normas propias. El capitán grande de Charagua norte, Ronald Andrés, expresó durante la posesión de nuevas autoridades: Esta autonomía es de los pueblos indígenas y su esencia es el respeto a la naturaleza y a los pueblos. Charagua es una localidad y municipio boliviano, ubicado en el departamento de Santa Cruz, situado en la zona geográfica del Chaco. Es el municipio con más habitantes guaraníes de Bolivia (68%). pueblo de Charagua inició el proceso para convertirse en autónomo desde el 2010, haciendo historia al convertirse en la primera autonomía indígena de Bolivia.
Otros países como Colombia, Ecuador, Panamá, Nicaragua, y Ecuador también tienen autonomías indígenas de diferentes características, algunas incipientes y otras más consolidadas.
La ciudad no es independiente de los sujetos que la habitan, por el contrario, es como geografía humana, vestida de miedos y colores. Es nuestro Santiago, y no son los soldados precisamente quienes homenajean al pueblo
En Chile el pueblo Mapuche en ciertos momentos explicita su necesidad de autonomía, de reconocimiento y emancipación al fin del Estado chileno, que hasta el momento se ha relacionado prácticamente con ellos mediante represión.
Así, volver a ser soberano no es asunto de promulgar un decreto; es crear un marco teórico, jurídico, de la nueva realidad, es decir de la alimentación, la salud, de la producción y de la propiedad privada al fin.
Quizás volver a la utopía del comunismo científico, el vivir en comunidades locales autogestionadas no es sino el estadio de desarrollo al logra abolir al Estado y eso sería lo que al fin propone Marx para la creación de una sociedad sin clases sociales, en la que, filosóficamente hablando el ser humano se apropie de su producción y al fin de sí mismo.
¿Cómo sería el comunismo moderno versus el primitivo, qué cosas pasarían si dejamos volar la imaginación?
De partida, sería fundamental dejar atrás la noción de vida individualista que tenemos, no negando la individualidad en ningún caso, pero sí negando la individualidad para generar riquezas, para producir, acumular y distribuir. Se debe superar la contradicción entre individualismo y socialización, o más bien entre individuo y sociedad, que no es solamente una abstracción metafísica sino una realidad histórica.
¿Sería posible esto, sin considerar la avaricia, el egoísmo, la envidia, las ansias de poder? El blanco sobre el indígena, el hombre sobre la mujer, el rico sobre el pobre. Y si estos valores son inherentes al capitalismo y no al ser humano, ¿los podremos cambiar?, parece ingenuo decirlo y ahora al escribirlo, me suena hasta inocente. Como diría Antonio Olivé[1] el comunismo no se manifiesta tanto como una meta final de la transformación social, sino más bien como la condición “objetiva” y “subjetiva” de las alternativas socialistas a la organización capitalista del trabajo. O sea, no hay un solo modelo de sociedad al que aspiramos, sino al modelo concreto y real del que podamos construir, al que resulte de nuestra experiencia histórica, al mundo posible de pensar, de concebir.
En esta sociedad no estaríamos desprovistos de los aspectos negativos de la humanidad, o más bien los aspectos negativos estarían definidos por lo bien o lo mal que le hacen a la sociedad y su vivir cotidiano: la violencia, la discriminación, el racismo y claro, al detallar estos atributos como negativos per se, debiese existir un consenso básico de que son negativos, no por la dictación de una ley, sino porque en la sociedad existe la experiencia de que son negativos.
Vuelvo a la estatua de Baquedano y las subjetividades en torno a sacarlo de ese sitio para llevarlo a dormir, a acicalarse, a reposar un rato. ¿Dónde podría dormir y expiar sus culpas? ¿Qué significa para nosotros este señor, que no es Pinochet, ni Hitler?, es un soldado absolutamente desconocido, al punto de ni siquiera nosotros saber qué odiamos de él.
Cuántos años luchamos contra la dictadura sin siquiera ver a este sujeto y ahora se convierte en el centro simbólico de la demanda social.
Desolación es lo que me produce ver desprovista la plaza, pero en general, entera, completa, da lo mismo si no hay nadie y quién debe estar, al final lo importante es no perderse en eso, que se pierdan ellos, no nosotros. Logramos que lo sacaran, en realidad fue un rescate por el aire, lo que me hace recordar otra gran fuga espectacular. No hay nada en ese espacio y sin embargo hay todo.
Cuando pasé en micro la gente se abalanzó a ver el chongo de cemento que quedó, todos comentaban con sorpresa el incomprensible muro protector. Es como hacerle guardia a la lucha social, a los heridos, a los desaparecidos, los torturados: toda la lucha simplificada en unos metros cuadrados.
Ahora que hago un recuento de los acontecimientos, pienso que la ciudad no es independiente de los sujetos que la habitan, por el contrario, es como geografía humana, vestida de miedos y colores. Es nuestro Santiago, y no son los soldados precisamente quienes homenajean al pueblo, sino el pueblo entero que se erige por sobre el cielo rosáceo que lamenta sus pérdidas, que no logra conectar espacio público con dolor, sufrimiento, es nuestra avenida oscura y silenciosa por donde se vierten las huellas irreconciliables de un pueblo que aspira a representarse en una sociedad sin clases sociales, sin límites culturales, sin exclusiones genéricas y sexuales.
Entonces, ¿por quién votar?
[1] Marx Desde Cero. Blog dedicado al estudio de Marx y el Marxismo
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Aida
Nuevamente me sorprendes con un texto que refleja tu inteligencia, sarcasmo y capacidad de ver en nuestro entorno diario, aburrido y gris e invitarnos a una reflexión que nos desafía de manera profunda sobre nuestro presente y lo que pueda ser nuestro futuro o el de los y las que vienen. Gracias Tere, por movilizar mi reflexión desde una mirada distinta a lo que acostumbramos.
Mi abrazo
Paulina Cerda
Seca! , que más se puede decir…. Lo de la estatua de Baquedano parece una simple excusa para abrirse al análisis del romsnce eterno entre el ciudadano y su ciudad… De cómo pretender limutar la construccion de nuevas realidades, es no entender nada de lo que es verdadero desarrollo, que no es el económico, sino el Desarrollo Humano, que integra vidas y sociedades dinámicas, y cuida su territorio que es su casa, la suya, y de todos los seres vivientes y sintientes que lo habitan, dentro de un planeta llamado tierra,… Uno de tantos…. Comunismo moderno?… Reconciliar el individualismo con lo social?…no se si estos términos me gustan del todo, pero lo que si me hace total sentido, es la invitación a construir nuevas realidades…. En lo local están las realidades, lo que da buen fruto al ser gobernado en conciencia dinámica…el resto, son sólo espejismos y hologramas, que creados y administrados desde un gobierno central atentan contra lo que todo ser merece aspira, alcanzar algún grado sostenible de paz y felicidad.