#Medio Ambiente

La gran oportunidad de Chile después de la COP21

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La cumbre de Cambio Climático desarrollada durante dos semanas en medio de intensas negociaciones en París sirvió para sacar cuentas optimistas. Es catalogado como el pacto ambiental más importante de la historia, ya que toma en serio un tema que puede significar la modificación total de lo que hasta ahora conocemos como planeta Tierra. Ciento noventa países se pusieron de acuerdo, cada uno determinando y comprometiéndose con lo que puede, basado en sus responsabilidades y aportando lo mejor que pueden dar. Chile por su parte se comprometió a reducir en un 30% sus emisiones de carbono a 2030 y a un 45% si tiene acceso a cooperación internacional.

Lo logrado es un acuerdo de carácter vinculante, que será revisable progresivamente cada cinco años y que apunta a la reducción de los gases que provocan el efecto invernadero. Es histórico, da un paso hacia adelante, un respiro a las próximas generaciones en donde en más de 100 compromisos queda plasmada la voluntad de buscar un lugar más amigable y respetuoso con el medio ambiente.

Entrega la posibilidad de proteger los océanos, defender los DDHH en el contexto del cambio climático, es ambicioso e incita a la transparencia, obligando a las naciones a rendir cuentas, y es aquí donde está el sello que Chile llevó como consigna a esta cumbre.

Es considerada la noticia más importante del siglo, ya que piensa en el largo plazo y en el futuro de nuestras próximas generaciones. Busca un aumento no mayor a los 1.5°C para el planeta, lo que según los científicos, aseguraría que muchas personas que actualmente viven en las cercanías del mar no dejen de existir o deban emigrar debido al aumento del nivel de las aguas, así como también frenar el derretimiento de los glaciares andinos que son aquellos que nos entregan agua a una gran parte de nuestro país. También plantea desafíos, el fondo verde alcanza un total de US$100 mil millones anuales a los cuales Chile puede postular, los cuales provienen de donaciones de agencias de Naciones Unidas y de países desarrollados. Chile debe ser capaz de obtenerlos y de esta manera continuar con lo comprometido.

Esperemos que a partir de esta cumbre, esta sea el comienzo del fin de los combustibles fósiles. Por lo demás, Chile no es productor de este tipo de combustibles, cosa contraria con lo que sucede con nuestro vasto territorio que permite tener diferentes tipos de Energías Renovables No Convencionales (ERNC), lo que nos entregaría una ventaja comparativa considerable. Esta es una gran oportunidad para la humanidad y también para nuestro país. Nuestra geografía nos va a permitir explotar energía solar en el norte, eólica en las costas y un tremendo potencial en energía hidráulica aun no desarrollada que permitirá no solo cumplir las metas propuestas sino que aspirar a un desarrollo sostenible.

A su vez, nuestro país realizará un plan de reducción de emisiones que será sometido a consulta pública a partir de marzo de 2016, buscando de esta manera compartir con el mundo científico, académico, sector público y privado la manera en que juntos contribuimos a la búsqueda de mejores soluciones.

Esta es una gran oportunidad para la humanidad y también para nuestro país. Nuestra geografía nos va a permitir explotar energía solar en el norte, eólica en las costas y un tremendo potencial en energía hidráulica aun no desarrollada que permitirá no solo cumplir las metas propuestas sino que aspirar a un desarrollo sostenible.

Chile debe avanzar hacia mejores políticas públicas que fomenten las energías renovables, la eficiencia energética y un aumento de la superficie de suelo con aptitud forestal.

Es así como el gobierno ha incluido el desarrollo de siete políticas públicas para la adaptación al cambio climático, además de una estrategia energética de largo plazo, punto fundamental ya que actualmente el 75% de las emisiones de dióxido de carbono de nuestro país provienen desde el sector energético. Esta estrategia apunta a que de aquí al 2035 el 60% de toda la generación eléctrica sea a través de energías renovables y al 2050 el 70%.

No basta con que nuestro país lidere el desarrollo de las energías renovables en América Latina y que en estos momentos se están construyendo más megas en ERNC que en energías convencionales  , sino que en miras al futuro debemos ser capaces de hacer un monitoreo real, para de esta manera, demostrar que estamos preparados para cumplir nuestros compromisos adoptados en la COP21. Lograr estas metas no solo logra un beneficio para el país sino que también para nuestros bolsillos, ya que implicará una disminución de los precios de los servicios energéticos y otros.

Prontamente nuestro congreso, al igual que 54 más, que representan el 55% de las emisiones de CO2 del mundo, deberán no solo ratificar sino que apoyar este gran logro obtenido, pero este no es solo un esfuerzo que debe realizar la clase política y los empresarios, sino que también todo aquel que esté comprometido con dejar un lugar para nuestras próximas generaciones, ya que si yo no cambio, cambia el clima.

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ajforno

ajforno

No debemos ser demasiado opitmistas respecto a lo logrado en la COP21, ya que lo logrado son solo promesas con buenas intenciones sin el respaldo de un acuerdo que haga subir el precio del carbono fósil con una progresiva indemnización por el daño que causa. Debido al actual ciclo de baja en el precio de los combustibles fósiles, su consumo seguirá aumentando ya que seguirá siendo la forma mas barata de energía y esta situación continuará mientras los 195 paises no acuerden incluir el costo de los daños en el precio de los combustibles fósiles.