Hablemos sobre el financiamiento de la educación pública en nuestro país, para ello lo haremos de forma simplificada, imagine que el alcalde de su comuna es sostenedor de un colegio municipal de 500 estudiantes y necesita una planta de 28 profesores, alrededor de 30 funcionarios más para labores de servicio y administrativas. A lo anterior sume gastos como limpia piso, papel higiénico, mantención de mobiliario, entre otros, para casi 600 personas. El sostenedor debe elaborar un presupuesto con esta información, el que será pagado por el Estado para su ejecución. El truco está en que el Estado entregará los recursos, en base a la asistencia de los estudiantes, ¡sí, leyó bien!, el niño ausente no recibe subvención estatal. En el caso de Chile el ausentismo escolar en la Educación pública, es de un poco más del 10%, es decir cada colegio en promedio parte con un déficit en torno a ese porcentaje, un sistema hecho para auto destruirse en lo económico.
Con esto de fondo, les presento la siguiente situación: un sostenedor endeudado, con déficit mes a mes por ausentismo escolar. A su vez ofrece mejores salarios e incentivos económicos a los trabajadores de la educación durante el año pasado. Esta misma situación generó una crisis por no pagar las cotizaciones e imposiciones de sus trabajadores, ya que debía costear los bonos e incentivos prometidos previamente, curioso sistema, desvestir un santo para cubrir a otro.Hoy, en San Bernardo, tenemos la tormenta perfecta con un Alcalde Profesor que acepta acuerdos sin revisar su presupuesto y trabajadores de la educación exigiendo mejoras salariales a un sistema que funciona a duras penas
Ahora hagamos una relación entre los párrafos precedentes y la columna anterior, donde escribí acerca del paro de profesores en San Bernardo, que actualmente se depuso. Sin embargo, conversando con delegados del Colegio de Profesores y del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación (SUTE), me comentaron que el retorno está condicionado a una promesa de plazos para cumplir con los nuevos compromisos pactados, anexos al pago de cotizaciones de salud y previsionales.
Estos incentivos son los siguiente:
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Los asistentes de la educación tendrán un bono permanente en su sueldo de $350.000 que se sumará a su remuneración base. Piense como ejemplo que el sueldo bruto de un asistente de la educación en San Bernardo puede ser de $440.000.
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Por otra parte los profesores y profesoras recibirán un nuevo bono de movilización y alimentación que debía ascender a $100.000 cada uno, además un bono de incentivo profesional de un 10% y otro de coordinación para jefes de departamento de 15% del total de sus sueldos como docentes.
Lo relatado anteriormente sería para alrededor de 1.000 trabajadores de la educación, en pedir no hay engaño y toda persona siempre quiere tener un mejor pasar económico para sus cercanos. Pero, en contraposición, vienen las siguientes preguntas: ¿Por qué un Alcalde que ha dicho en diversos espacios que recibió un municipio con deudas en la Corporación de Salud y Educación decide aumentar el presupuesto así? ¿Por qué los dirigentes sindicales, conociendo los problemas económicos de la Corporación deciden llegar a estos acuerdos? Parece ser la creación de una nueva deuda histórica en San Bernardo, esperemos que no.
Querido lector, no se confunda, los sueldos en educación pública deben ser más altos y con incentivos que permitan mejorar los estándares de aprendizaje en las escuelas y liceos de Chile, es de sentido común, pero hacerlo en un sistema hecho para que se desangre, debe ser mejor analizado, ya que estos ingredientes generan la tormenta perfecta.
Es necesario volver a pensar el modelo de financiamiento de la Educación en nuestro país. Hoy, en San Bernardo, como le escribía, tenemos la tormenta perfecta con un Alcalde Profesor que acepta acuerdos sin revisar su presupuesto y trabajadores de la educación exigiendo mejoras salariales a un sistema que funciona a duras penas, desprolijo y con pocos incentivos para quienes educan al 89,6% del país, según el Ministerio de Educación de Chile (MINEDUC), que corresponde a más de 3.000.000 de estudiantes, parece que aún tendremos a nuestros jóvenes pateando piedras. Finalmente, le cuento que este porcentaje incluye a todos los estudiantes del país que están en colegios que reciben financiamiento del Estado, no crea que San Bernardo es la única comuna con este problema.
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