En una sociedad tan inmediatista y veloz, cosas como jugar con nuestros niños y niñas se ha vuelto un real problema. Quizás te preguntes porque lo planteo de este modo y es que cuando hablo de jugar, no me refiero a pasarle el tablet o instalarle el juego en el play, sentarlo a ver películas o tv, como lamentablemente hoy en día miles de niños y niñas “juegan”, si no que hablo de ese compartir real entre el niño o niña y el adulto, donde se intercambian miradas, mensajes y emociones.
Es de gran importancia en el crecimiento de los niños o niñas que puedan poner en práctica el juego de una manera plena y completa, y así a través de este poder desarrollar habilidades y capacidades.Debemos recordar que como padres/madres/cuidadores somos el ejemplo más cercano que ellos/as tienen para imitar y frente a esto, es necesario preguntarnos: ¿Cómo actuamos nosotros mismos cuando jugamos con nuestros niños y niñas? ¿Somos capaces de improvisar un juego? ¿Necesitamos tener todo preparado, todo lo necesario? ¿Sin el tablet, el celular y el play, puedo generar un juego junto a un niño?
¿Para qué sirve el juego?
Crea experiencias positivas en la familia que ayuda en futuros conflictos que puedan presentarse.
Promueve la capacidad de resolución de conflictos.
Desarrolla vocabulario: aprender a comunicar sus sentimientos, pensamientos y necesidades.
Aprenden a interactuar con otros/as: respetar turnos y cómo reaccionar ante los sentimientos de otros.
También se debe tener en cuenta que a partir de los 2 años los niños y niñas desarrollan la capacidad de representar y es donde surgen los juegos de “hacer que..” , se da el juego imaginativo, donde los nuevos escenarios y roles aparecen, y el desarrollo de la imaginación y la creatividad es fundamental.
Como podemos ver, son capacidades y habilidades muy importantes para vivir en sociedad, el respeto a los otros, el poder transmitir claramente emociones y pensamientos, la capacidad de resolver los problemas que puedan ir surgiendo. Al no jugar realmente con nuestros niños y niñas, les estamos quitando el derecho a compartir con el resto de una manera sana y la oportunidad de manifestar sus intereses y opiniones.
Algunos tips sobre cómo jugar con nuestros niños y niñas que puedes tomar en cuenta, son los siguientes:
Iniciativa del niño/a: Es su hijo/a quien dirige el juego. No le enseñe algo nuevo, solo imítelo y en conjunto vayan creando cosas nuevas.
El niño/a marca el ritmo: aunque repita una y otra vez lo mismo y eso aburra al adulto, respete sus tiempos y espere a que el niño/a cambie de acción.
No compita: No compita con su hijo/a, déjelo ganar, lo importante es fomentar sus sentimientos de logro e independencia.
Momento de elogiar: es la ocasión para reforzar y elogiar las características de su hijo/a.
Comentarios descriptivos: No bombardee a preguntas a su hijo/a, solo describa lo que hacen.
Fomente la resolución de problemas: Dele confianza y apoyo cuando se presente un problema durante el juego. Anímelo y dele pistas de cómo solucionarlo.
Ponga atención: a veces los comportamientos negativos de los niños y niñas son la manifestación de la atención que necesitan de sus padres/madres. Esté presente totalmente durante el juego, disfrute de ese tiempo con su hijo/a.
Fomente la creatividad y fantasía: Es el momento de echar a volar la imaginación.
Por último, debemos recordar que como padres/madres/cuidadores somos el ejemplo más cercano que ellos/as tienen para imitar y frente a esto, es necesario preguntarnos: ¿Cómo actuamos nosotros mismos cuando jugamos con nuestros niños y niñas? ¿Somos capaces de improvisar un juego? ¿Necesitamos tener todo preparado, todo lo necesario? ¿Sin el tablet, el celular y el play, puedo generar un juego junto a un niño?
Es necesario que nos propongamos una pequeña rebelión en nuestras vidas en favor del juego imaginativo e improvisado, y que al menos, por ciertos momentos, volvamos a ser niños.
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