vi la otra cara de la moneda. Vi como los carros de bomberos que viajaban hacia Valparaíso tenían que pagar peaje. Patético. Y no culpo a los operadores de las cajas. Ellos solo hacen su pega, cuidan su pega, cuidan su alimento.
Ayer Domingo, en la Municipalidad de San Bernardo vi chiquillos y chiquillas muy jóvenes (y no tan jóvenes) trayendo, procesando y clasificando ayudas para Valparaíso. Eran bomberos, scouts, de la guardia civil o simplemente personas que sentían que, en vez de quedarse en casa jugando Play Station, durmiendo, o mirando por la tele la tragedia infernal (literalmente), pensaron que era valioso ir a la “muni”, arremangarse y trabajar. También vi a un anciano que debía tomar aire entre un paso y el siguiente para llegar con su bolsa de género que traía dos kilos de arroz para donarlo. Fui un observador privilegiado de la grandeza humana, en una comuna que suele ser noticia sólo por agresiones o asuntos de la crónica roja. Por eso lo cuento, porque es una comuna viva, vital y solidaria como seguramente todas las demás comunas del país.
También lo cuento porque, para que toda esta humanidad laboriosa estuviese donde estuvo, no se requirió ley alguna. No señor/a, fueron porque les surgió la necesidad de estar ahí y de ayudar. Y para ello, para el despliegue del sentido común, no se requiere de leyes. Se requiere de la sola y simple “humanidad”.
Pero (el maldito “pero” tan frecuente), también (esta vez por Twitter y Facebook) vi la otra cara de la moneda. Vi como los carros de bomberos que viajaban hacia Valparaíso tenían que pagar peaje. Patético. Y no culpo a los operadores de las cajas. Ellos solo hacen su pega, cuidan su pega, cuidan su alimento. ¡No señor!, no me confundo. Acá, los mercaderes del dolor ajeno, los que cuidan sus bolsillos más que a sus genitales, son los concesionarios de estas carreteras. Se hacen los sordos (tal vez son sordos de verdad al dolor ajeno, que no tintinea como las monedas) y esperan que algún parlamentario levante un proyecto de ley para obligarlos a hacer algo tan natural como humano. Y claro, ahí seguramente pedirán ser indemnizados. Ellos, para hacer lo que el más mínimo sentido común impone, deben estar esperando una ley.
Me pregunto: ¿En qué momento de la vida el dinero se compró el sentido de humanidad, el amor al prójimo? ¿En qué momento el dinero se compró al “sentido común”, para que no les remordiera la conciencia?
Les bastó una mísera llamada telefónica. Pero no la hicieron. Eran unos pesos que había que recaudar.
Comentarios
14 de abril
El que lucra con todo es el Estado.
Porque podríamos ir a un supermercado, y comprar mercadería sin IVA para que alcanzará más para los damnificados; si alguien tiene un stock que lo podría regalar, tiene que pagar impuesto a donaciones, y así seguimos. En el caso del peaje, el estado cobra su parte por cada vehículo, por lo que, sin parecerme adecuado, se ve que hay elementos que imposibilitan decisiones solidarias: que el Estado siempre quiere ir en la parada y, por elementos burocráticos, tranca muchas cosas.
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14 de abril
Estimado Arturo:
Al Estado se le paga su porcentaje por los vehículos que pagan peaje. Los que no lo hacen por la razón que sea, no implica ingreso de ninguna naturaleza para el fisco.
Definitivamente me parece impresentable, desde todo punto de vista, la actitud mercantil de los peajes. Respecto de los otros actores, como los supermercados que mencionas, la conversación es de otro tenor, de modo que, por esta vez, no te comento mi opinión al respecto.
Saludos
15 de abril
Estimado Hugo
A lo que me refiero es que ¿tiene el cajero la potestad de abrir la barrera? Capaz que para que se abra, se deba emitir una boleta ( o sea el Estado se lleva su pedazo), por lo que, si el cajero lo pudiese accionar a voluntad, se le cobre a el el peaje. No se bien que puede o no hacer, pero destaco que hay muchas cosas que no se pueden hacer porque el Estado reclama su parte.
Saludos
15 de abril
Hoy aparece un desmentido de parte de la concesionaria. Tuvieron que crear un protocolo para dejar pasar las ambulancias, bomberos, etc..No se si se cumplan, pero el hecho es que MUCHO de la falta de criterio tiene que ver con las rigideces que te entrega el sistema estatal/impositivo.
15 de abril
Arturo: Respecto de los cajeros, en mi post traté de ser muy claro en que el tema no estaba asociado a ellos, sino que a los dueños de la concesionaria que corresponda. Y, hasta dónde se, no es necesario generar un documento para levantar la barrera.
En cuanto al desmentido, lo he visto, como también que el video es muy antiguo. Si la tarifa es de $4.700 implica que es harto nuevo. Igual el asunto ya está reinstalado como obligatorio por el MOP.
Con todo, entiendo que igual deben pagar al regreso. Eso igual me parece absolutamente inaceptable.
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