Chile en su historia institucional ha sufrido cambios, desde parlamentarismo, presidencialismo y dictadura
Estos cambios han generado sistemas políticos, económicos y sociales que nos rigen, nos entregan directrices de convivencia cívica, sistemas para desarrollar una sociedad, controles, obligaciones y derechos.
Chile se quebró institucionalmente en mas de una ocasión durante estos 200 años, pero la mas reciente es la mas decisiva para el país que somos actualmente, durante los años 70 hasta los años 80, la dictadura cívico – militar .
La división ideológica del país persiste hasta nuestros días, trascendiendo a las nuevas generaciones. Este factor es determinante para analizar la actual situación y los hechos que han sucedido en el país.
En la época de dictadura se eliminó casi totalmente cualquier atisbo de oposición, por lo que el sistema político, económico y social se estructuró unilateralmente durante años sin contrapeso político, ideológico ni social.
Entonces sin oposición, toda política pública debe beneficiar a todos, la reconstrucción de un país fracturado no puede durar mas de 15 años, tiempo que estuvo la dictadura en el poder, por lo tanto los frutos de su gobierno dictatorial debieron reflejarse años después que incluso haya terminado su régimen, sobre todo con la Constitución del año 1980 que se estableció en el país con los correspondientes resguardos para perpetuar la estructura o pilar político del sistema que implementó la dictadura.
Si después de tantos años, que sin ningún contrapeso político se gobernó y creó el sistema político que nos llevaría como país al tan anhelado «desarrollo» y salir del subdesarrollo, pero nada de eso pasó.
Con los años, al retornar la democracia, se intentó corregir preceptos legislativos y constitucionales de la Constitución del año 1980, pero los aspectos mas sólidos y orgánicos de la Constitución se mantienen, con el fin de enquistar permanentemente la base del actual modelo que nos rige hasta ahora en Chile.
Chile vivió durante esos años un supuesto «crecimiento» que debemos consignar no implica «desarrollo», el desarrollo de un país se mide en una dimensión multifocal y no solamente por una variable macroeconómica.
Entonces porque después de más de cincuenta años, aun somos un país con una radiografía política, microeconómica y social débil, con dos países, un sector refiere que somos una especie de Nueva Zelanda, y otro sector que nunca ha visto ese supuesto desarrollo.
Durante años se vendió la imagen modelo USA del sueño americano, a la chilensis, llamado milagro chileno, pero nada de eso era real
Durante años se vendió la imagen modelo USA del sueño americano, a la chilensis, llamado milagro chileno, pero nada de eso era real, y los hechos lo demuestran, incluso anteriormente al estallido social, Chile estaba derrumbándose económicamente.
El estallido social sacó a la luz la verdadera situación del país, donde los mismos representantes políticos acordaron cambiar la actual Constitución.
La Constitución es la norma fundamental de la cual se rige una nación, por lo que su contenido es vital para el funcionamiento del país.
Los representantes del poder legislativo funcionan basándose a normas que deben correlacionarse con la Constitución armónicamente, para legislar equitativamente en base a las múltiples ideologías politicas que existen, Esto es lo que genera conflictos, ya que como la actual Constitución obstaculiza cambios necesarios, un cambio de paradigma político económico y social que no necesariamente debe ser extremo ideologicamente hablando, en esta fase es donde los representantes legislativos, de todas las ideologías deben acordar lo mejor para el país en su conjunto, y para eso la participación ciudadana es vital, de lo contrario pasa lo que sucedió durante esos 50 años, una desconexión total de la ciudadanía, del pueblo, y no solo de las élites que también deben cumplir su rol para desarrollar el país en su conjunto.
Por todo la anterior, como todo lo que nace, vive y muere, la constitución de 1980, ya está en su último aliento de vida, la opción APRUEBO es el comienzo del cambio, que los actuales tiempos ameritan que Chile replantee su sistema político, económico y social que nos rigen, que nos entregan directrices de convivencia cívica, sistemas para desarrollar una sociedad. Por eso la opción APRUEBO es el cambio, y la opción «rechazo» es el continuismo, lo que no se hizo en 50 años de corregir su modelo, no lo harán ahora.
Apruebo es el inicio del nuevo comienzo.
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