En marzo del año pasado un médico chileno de 33 años que había regresado al país proveniente de Singapur, fue el primer caso de Covid-19. Los casos confirmados posteriormente, todos con similar condición, viajeros desde el extranjero.
Antes de la llegada del virus a Chile, pasaron meses para encontrar las estrategias mas efectivas para que el virus no de diseminara en el territorio nacional.
El virus ingresó a nivel masivo, ya que nunca hubo trazabilidad, la estrategia de trazar un virus solo funciona cuando se aísla completamente el ambiente en que podría proliferar, esto permite que el seguimiento sea efectivo y se corte la cadena de contagio. o bien si el virus es tan letal que mata prontamente. Es decir al primer caso se debió cerrar completamente aeropuertos y fronteras (por un tiempo determinado de 15 días aprox.) tiempo de incubación del virus, con esta medida se reduce ostensiblemente la probabilidad de contagio, y los efectos económicos no hubiesen sido tan lamentables y dañinos para el país, y se hubiera conseguido la trazabilidad que no se logró. Si yo vengo del extranjero y me entregan una hoja de compromiso donde yo declaro que no tengo Covid, es una medida efectiva, obviamente que no, es un saludo a la bandera completamente inefectiva o inútil.Si bien se podría contraargumentar que en países mas desarrollados no fueron capaces de evitar que el virus ingresara a sus territorios, esos países mayormente siguieron una estrategia similar a lo que pasó en Chile.
La ex Seremi de salud, solicitó cierre completo, pero le costó su salida, el Ministro de Salud decidió, por la estrategia de dejar que el virus llegara al país y después intentar contener, ahora cabe preguntarse si fue decisión del Ministro de Salud, del Presidente o del supuesto Consejo Asesor, sea como sea el error fue gigantesco, porque costó y sigue costando la vida de miles de chilenos(as).
Se optó por un modelo de combate al virus de cuarentenas focalizadas, pero incluso se inició cuando el virus ya estaba desatado sin control,
A 10 meses , en Chile tenemos 694.000 casos del virus a nivel nacional, y según la autoridad sanitaria, 17.854 decesos, lo que no reconoce el Minsal, son casos que no tienen PCR o que fallecen de Covid pero con otra patología crónica base, es decir podríamos fácilmente inferir que tenemos mas de 20.000 fallecidos en total.
En mi calidad de asesor en Prevencion de Riesgos, según los conocimientos y experiencia acumulada, sin pretender dar recetas ni saberlo todo, la forma mas efectiva de tratar una emergencia, vulnerabilidad o amenaza es de su origen, para evitar que factores de riesgo basales o primarios aumenten la probabilidad y las consecuencias, y la única forma de haberlo hecho aplicando este concepto para Covid19, era el cierre completo del país durante 15 días, y a nivel interno uso obligado de mascarillas, uso de alcohol gel, con estas medidas a nivel interno y externo se hubiesen aplicado medidas preventivas, ya que el factor basal que deberíamos haber considerado, era los contagios provenientes del extranjero, por pasos ilegales, y en todo el territorio nacional el uso de elementos de protección sanitarios, sanitización de instalaciones de la vía publica.
Si bien se podría contraargumentar que en países mas desarrollados no fueron capaces de evitar que el virus ingresara a sus territorios, esos países mayormente siguieron una estrategia similar a lo que pasó en Chile.
Con el paso de los meses en pleno año 2021, el virus sigue creciendo y avanzando, las cuarentenas que se están implementando no consiguen acabar con los contagios, solamente disminuir someramente algunos indicadores, pero ya no hay estrategia que permita combatir el virus efectivamente, el plan paso a paso completamente engorroso y sin resultados claros, solo evita la sensación psicológica de completa indefensión ante el virus, con medidas reactivas, no preventivas.
Llegamos a un punto que lo único que acabará con el virus es la vacuna.
Otro aspecto que contrasta con lo que ha sido históricamente en Chile es la calidad y atención digna y oportuna de la salud pública, el personal de salud en Chile recibió con esta pandemia una lección de humildad y recordatorio de vocación, y aunque parezca impopular mi argumento, hagamos memoria, como se atendía a los usuarios de hospitales y servicios de urgencia públicos antes del inicio del Covid.
Tampoco olvidemos los miles de pacientes del sistema de salud que deben organizar bingos, para costear tratamientos que el «sistema» no costea, que Fonasa niega, pero si tiene recursos para defenderse cuando usuarios los demandan para obligarlos a acceder a tratamientos costosos. Incluso esta semana se conoció el caso de un padre policía uniformado que tiene a su hijo en el hospital Dipreca, el cual no le puede costear un tratamiento costoso, se ha perdido completamente la dignidad de defender la vida, se ha desvirtuado históricamente las prioridades sociales de Chile, no porque se han adquirido millones de vacunas o de residencias sanitarias, significa que funcionamos a la perfección, seguimos con o sin pandemia entre la vida y la muerte.
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