Ser como yo es un crimen social. Obviamente mi nombre no es Místika, ni Místika del Mal, ni Mystique de Malveillance, por mucho que guste el sonido de éste último. Soy una mujer a gusto con las sensaciones de mi cuerpo, con las sensaciones que me provocan otros cuerpos humanos a la vista, al tacto y en general a todos mis sentidos. Esa sensualidad descarada es la razón por la que no puedo ser considerada una mujer de bien. He escrito mis memorias y puedes encontrarlas en amazon o en mi páginia web http://mistikadelmal.net Allí también encontrarás novedades todas las semanas.
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