Destacados artistas y líderes cuentan sus aspiraciones e invitan a los escolares chilenos a participar en concurso que busca promover la formación ciudadana.
“La Constitución que yo quiero, la quiero sencilla, que dé más poder a las regiones, más autonomía y que garantice derechos sociales universales”, expresa ex dirigente estudiantil y actual parlamentario Gabriel Boric.
Las entidades convocantes de este concurso son el Núcleo Milenio para el Estudio de la Estatalidad y la Democracia en América Latina; la Fundación Democracia y Desarrollo a través de su proyecto #TuConstitución; el Centro de Innovación en Educación de Fundación Chile; el portal educarchile.cl; la Biblioteca del Congreso Nacional y las Facultades de Educación y de Historia, Geografía y Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica. El certamen cuenta también con el patrocinio de UNICEF.
Plazo: 30 de octubre de 2015. Más información www.laconstitucionqueyoquiero.cl.
Comentarios
30 de octubre
¿Por qué me queda la sensación de que se pretende invitar a los niños a hacer el trabajo de los adultos?… ¿Tan poco capacitados estamos los adultos que necesitamos la ayuda de los niños para construir una Constitución?… ¿Son los niños los que han vivido los procesos republicanos de la política en estos últimos 30, 40, 50 ó 60 años y quienes pueden hacer el mayor aporte significativo?…
Comprendo que detrás de esto hay una teoría educacional, pero, pienso que no se debe olvidar lo que un día le escuché a un niño: «los niños tenemos derecho a jugar», me dijo… Derecho a ser niños, interpreto y así preocuparse de cosas de niños, tal como incluso lo propone la Biblia. «Cuando era niño, me preocupaba de cosas de niños y ahora que soy un hombre, me preocupo de cosas de hombres». Ese es más o menos el texto y sentido al que me refiero…
La educación cívica se puede lograr por otros medios, por ejemplo, a través de una Cámara Ciudadana Digital, en donde quien se enfrente a un problema, encuentre un debate en ella que le explique desde su ABC hasta su XYZ. Por ejemplo, a la hora de preocuparse de un trabajo, conocer todo lo relativo a su legislación importante, de forma resumida. A la hora de preocuparse por una inversión personal, encontrar toda la información relativa a si invertir en una empresa de la bolsa, en el chanchito de su casa o en un consorcio financiero que sea propiedad del pueblo chileno y no de una mafia económica que limitará su poder adquisitivo en el futuro, utilizando todas las herramientas que estén al alcance de sus garras…
Si de mí dependiera, ni siquiera incluiría a la seudo adultos, sino que crearía la Constitución bajo un Parlamento de Ancianos. Bajo un Parlamento de expertos seniors que puedan recibir aportes ciudadanos diversos que encajen en temas segmentados y que sean evaluados por una especie de Comisión Asesora de las Propuestas que se pudieran recibir, para «traducirlas», complementarlas y/o encajarlas en el sistema de la Constitución que se pretende lograr, con el propósito de cumplir ciertos criterios, o ciertas normas básicas, que incluso pueden considerar «el monto del patrimonio nacional», con el objeto de no escribir en la Constitución «imposibles» que el Estado nunca podrá financiar y que puedan llegar a crear falsas expectativas en la población.
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Me parece que es una irresponsabilidad incluir a los niños en el Proceso Constitucional que se quiere vivir.
Analizando las palabras del diputado Boric habría que preguntarse qué es el poder en regiones, si siempre ha estado y posiblemente estará limitado por el poder de un Gobierno súper Central… Más bien creo que tal afirmación debiera mejorarse proponiendo que exista mayor poder en el pueblo, ya que seguir sembrando el mito del poder en regiones, .. me parece que robotiza a las mentes del sistema a aceptar teoría repetida mil veces por quienes se dedican a repetir y repetir lo que otros han dicho, para sembrar patrones en el pueblo y así conducirlos hacia una vía instrumentalizada que limita su capacidad para cuestionarse lo que tenemos, lo que somos y lo que estamos viviendo…
Igualmente, «garantizar» es una palabra muy fuerte, que si la asociamos a vivienda, salud, educación y pensiones, necesitamos un tratado «más gordo que la Biblia» que lo respalde para que resulte razonable, porque acá hay números y ecuaciones detrás de otra idea o frase que se está sembrando en la población, ¿por el simple hecho de «socialismi-zarla»?… Más responsable que esto me parece que sería garantizar el derecho a la participación ciudadana calificada en las decisiones que se toman respecto al uso del Presupuesto Nacional y a un Programa de Gobierno, en parte estático y en parte dinámico, de forma que sean las ideas justificadas las que definan lo que haremos y cómo, dónde y cuándo, en vez de mantener a la ciudadanía tan apartada, tal como hoy sucede, del derecho a influir en el destino de su patria, sólo porque existe una legislación que limita ese derecho y se lo concede, bajo premisa de exclusividad, a un Parlamento al que los ciudadanos no le podemos escribir y recibir respuesta, y a una Presidencia que si le escribimos, nadie ve lo que le decimos, y ella coloca en el agujero negro de la información del buzón presidencial lo que pudiéramos manifestarle…
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Dado el caso entre líneas o manos aquí planteado, más que una Constitución, me gustaría pedirle a nuestros diputados, que si son jóvenes, dejen de actuar como adolecentes, se comporten como adultos y piensen como ancianos…
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30 de noviembre
Me parece que estás subestimando a los niños como seres cognoscentes que son.Hoy en día se espera que un niño esté todo el día viendo monitos en la televisión después de un largo día de colegio, porque son niños y «no saben nada», pero¿Sabes qué?He escuchado opiniones sobre temas «de adultos» por parte de niños, que pueden ser un aporte tremendo desde una mente que aún no está maltratada por una cultura que se desliga de los social y que es tremendamente individualista.
Yo creo que no está mal invitar a los niños a reflexionar, a pensar, a usar su cabeza para aportar a un proceso que es importante para la ciudadanía y su futuro.La frase que sentencia que «los niños son el futuro» está mal enfocada; los niños son el presente, están viviendo -aunque no lo sepan- y siendo testigos de una incipiente transformación en Chile, sea grande o pequeña.Por lo mismo, invitarlos a ser parte de esta instancia, me parece novedoso, ya que para mí, los niños pertenecen a esos grupos que tienen que salir a marchar para que los escuchen, solo que ellos no pueden hacerlo solos. Son ese grupo callado, oprimido, que se mira en menos por algo tan absurdo como la edad. Para mí, un niño que sabe hablar y sabe transmitir sus idead, aunque sea con un poco de dificultad, está en todas sus facultades para poder pensar acerca de un tema como lo es la Constitución en Chile.
La edad no es un obstáculo para reflexionar.Es más, desde más pequeños se fomenta, más adultos reflexivos e inteligente se tendrá