Si vamos a la calle Ahumada, la calle más transitada de Chile, y le preguntamos a cualquier chileno de más de 50 años si votó o no en 1988 sorpresivamente, por muy apurado que vaya, por muy atareado que esté, incluso si estuviera hablando por celular, de 100 personas las 100 recordarían perfectamente si votaron o no, y qué alternativa marcaron.
En Tolerancia Cero del domingo 5 de mayo, que tenía como invitado a Pablo Longueira, Fernando Paulsen le hizo una pregunta si acaso había votado en el plebiscito del Sí y del No, del 5 de octubre de 1988, y si lo había hecho por el Sí, ante lo que Longueira respondió afirmativamente. Paulsen entonces saco datos del SERVEL y le dice «No pudiste haber votado por el Sí. Porque te inscribiste el año 89, no el 88. Hay una investigación que se dio a conocer, la conocí yo, en que se le pidió al Servel una serie de los candidatos (y) decir exactamente cuando había sido su primera inscripción electoral y aparecen todos los candidatos. Y apareces tú, Pablo Longueira Montes, San Bernardo, fecha de primera inscripción el 15 de junio de 1989.»
Ok, ¿en dónde estuvo Paulsen los ultimos meses que aún cree que los datos del Servel son confiables? ¿Se le olvidó el papelón en las elecciones de alcalde en que aparecieron muchos muertos, incluyendo a Salvador Allende, inscritos para votar, con mesa asignada?
Pero eso, que ha generado polémica, no puede hacernos ignorar lo que pasó despues: Longueira dice » Fernando, perdóname. Estoy sorprendido. Está bien, imagínate si hubiera dicho que no voté diría que no voté, no recuerdo.», a lo que Paulsen dice «¿Hay alguna razón por la cual tú en la elección más importante de Pinochet y tú decidiste no votar? En una de esas esa es tu opinión, en una de esas es tu opinión del pasado.» Longueira replica: «Lo que lamento es que el programa en que lo único que quería era hablar del futuro, de la propuesta, y ahora me salen con una sopresa, y ahora me confundiste si voté o no. No voy a mentir si voté o no voté por lo tanto no me digai que estoy faltando a la verdad.»
El 5 de octubre de 1988 no es cualquier fecha de cualquier elección. No da espacio para confundirse si se votó o no, aunque la pregunta fuera hecha a quemarropa. Pero si se piensa, tampoco era inesperada, ya que Sebastián Piñera ha dicho que votó por el No, lo que no ha sido creído a pesar de tuiteos de gente del sector de la derecha que lo ratifica. Era esperable que esa pregunta saliera y más en el caso de Longueira, de hecho se notaba que estaba preparado porque dió la respuesta esperable en él como precandidato presidencial. ¿Por qué luego entonces se confundiría? Cualquiera habría tomado el papel del Servel que le presentó Paulsen y habría dicho que ese dato estaba errado, no hubiera titubeado como hizo Longueira, porque no es posible que alguien se olvidara si votó o no en 1988.
Si vamos a la calle Ahumada, la calle más transitada de Chile, y le preguntamos a cualquier chileno de más de 50 años si votó o no en 1988 sorpresivamente, por muy apurado que vaya, por muy atareado que esté, incluso si estuviera hablando por celular, de 100 personas las 100 recordarían perfectamente si votaron o no, y qué alternativa marcaron.
Si Longueira se confunde con una pregunta sencilla, porque Paulsen no estaba preguntando algo comprometedor, ni siquiera algo relevante, y para colmo era fácil de rebatir ¿que ocurrirá en caso de una situación que exija verdadera presión?
El problema de la respuesta que da Longueira es que iba preparado para x preguntas, y cuando lo sacan del discurso «se confunde», incluso en una pregunta tan intrascendete como la que hace Paulsen. Y eso es algo que no es sólo pecado de Longueira, lo es de todos los precandidatos. Todos, sin excepción, cada vez que se les encara con su pasado o con alguna situación «incómoda» eluden respuestas. Longueira es el último en este carro de precandidaturas, y está actuando igual que los que ya tienen tiempo, como Allamand, MEO, Velasco. ¿Qué diferencia a unos y otros, si todos, cada vez que se les pone una mínima presión o una piedrita, no son capaces de responder? A todos se les ha olvidado que la razón por la que mucha gente vota por tal o cual candidato o no votan por ellos es precisamente por su pasado, porque lo conocen, no por lo que en el futuro vayan a hacer, porque la prueba de que harán o no lo que dicen esta en el pasado, en si antes prometieron y cumplieron o no. Nadie cree al candidato que dice «antes era otra persona, ahora soy distinto», no es confiable alguien así para ser Presidente, queda o como mentiroso o como voluble.
Yo no tenía edad para votar en 1988, asi que no voté. ¿Votaste o no el 5 de octubre de 1988?
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