El 18 de Julio del 2021, dentro de la izquierda democrática, se vivió uno de los bochornos más grandes del último tiempo: Sectores del Frente Amplio y el Partido Comunista, vetaron al Partido Por la Democracia y con ello mataron el proyecto unificado desde el PC hasta la Democracia Cristiana, para participar en lista única e inscribir una primaria legal de todos los sectores. El “antineoliberalismo” acusaron, era la convicción que les faltaba a los partidos que escribieron la mayoría de la historia política post dictatorial del país. Ahora, en las conversaciones para la elección de consejeros constitucionales, parece que la historia comienza de otra manera, pero con el mismo desenlace, desgraciadamente -para todo el país-, para el sector que gobierna el país.
Los resultados de esto ya los conocemos. El primer presidente del FA junto con el PC, Gabriel Boric. Hasta ese momento, parecía que la jugada había sido magistral; El Partido Comunista había alcanzado la presidencia -sin su candidato- y el Frente Amplio habría superado –por fin– el infantilismo al que lo tenían sometido los partidos concertacionistas. Aquel proyecto “transformador” llegaba para cambiar el país. Rápidamente se despertó del sueño noble, cuando el gobierno electo se dio cuenta de la composición del Poder Legislativo: Era necesario pactar a toda costa para lograr los consensos necesarios que pudieran darle curso al programa político. ¿Qué hubiera sido de este primer año, si los sectores de la centroizquierda no hubiesen aceptado, pese a la vergüenza que pasaron hace un tiempo, acoplarse al gobierno del presidente Boric?, ¿Quiénes estarían en los ministerios más importantes ahora, sosteniendo el barco?
Si la política fuese una constante vendetta, la historia sería muy distinta. Los partidos concertacionistas y liberales entendieron rápidamente que, en política, la única forma de sobrevivir en un espacio político absolutamente convulsionado y volátil, es abrazándose para no caerse del barco, como también, la primera lección del gobierno fue precisamente que, sin ese abrazo, no hay programa, proyecto ni gobierno que lo soporte. ¿Qué sucede ahora, para las elecciones de consejeros constitucionales? Tal parece que los partidos ex concertacionistas no quieren pasar por lo mismo nuevamente. Así lo dijo un peso pesado del PPD como Guido Girardi, “el Frente Amplio y el Partido Comunista no nos quieren”, abogando por llevar dos listas para las elecciones, como también lo hizo la presidenta del propio partido.
Como la cosa no está para “gustitos personales” como los tuvo en aquel 18 de Julio el FA junto al PC, tampoco lo está para viejas venganzas a estas alturas del partido, donde se da vuelta o simplemente se pierde
Como la cosa no está para “gustitos personales” como los tuvo en aquel 18 de Julio el FA junto al PC, tampoco lo está para viejas venganzas a estas alturas del partido, donde se da vuelta o simplemente se pierde. A pesar de que la fórmula pueda ser del todo coherente, sobre la amplitud de distintas sensibilidades se puedan rescatar si existiera una lista en el centro político con la DC y una lista de izquierda, los números no dan, y no dan hace bastante tiempo. ¿Qué tipo de análisis están haciendo dentro de los partidos de la ex concertación? ¿o simplemente es una venganza en plato frío? Es una pregunta que a los que siguen creyendo en el proyecto político y, sobre todo, tienen un compromiso con una agenda en común por el bien del país, deberían hacerle a sus respectivos representantes y partidarios, pues no hace falta recordarles que cuando te embarcas en una venganza, es mejor cavar dos tumbas.
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