Creo que es hora de reflexionar sobre el momento que vive nuestra política, por cuanto se ve a simple vista la decadencia moral y ética de los que la ejercen, declinación aparentemente irreversible. Esta circunstancia se ha producido por olvidar que las virtudes superiores por el cual debieran conducirse, orientadas al crecimiento armónico de la economía, cultura, las ciencias y el saber general en todas sus expresiones. No han sido su norte, solo han llevado a cabo una suerte de manejo mercantilista interesado que no ha producido el efecto deseado y además rechazado de plano por los electores, peor aún, se ve cada día más lejano el día en que se pueda llegar a las aspiraciones soñadas o prometidas.
El meollo más importante es haber legislado y administrado, pensando en solo la conveniencia personal sin mirar el futuro de la nación, los hechos así lo confirman. Este es el peor error de estos cuarenta años, primero una dictadura y luego la seudo democracia.
Es indudable que cuando los políticos ya fogueados, o los estadistas como a algunos les gusta llamarse, han estado mucho tiempo en el escenario, los electores llegan a formarse una sagaz idea de sus cualidades o méritos como asimismo de sus defectos e imperfecciones. Aunque más de esto último, con el tiempo producen mas rechazo.
Pero cuando este es joven, rápidamente es destacado por la prensa o por las maquinaciones partidistas o por ambas cosas a la vez. Los electores temen equivocarse y, por ello, son muy escépticos, como demuestra el ejemplo fracasado de Golborne.
Por eso nuestro electorado busca personalidades conocidas, dignas de crédito, las que lamentablemente han desaparecido del medio político por las confabulaciones políticas, intereses o ambiciones personales de los actuales. Cuando esto sucede ocurre una gran apatía que se refleja en altos porcentajes de abstención, lo que permite que la conducción administrativa y política del estado sea ocupada por personajes de mala conformación ética, moral como ha ocurrido a través del tiempo, o también llegan a gobernar individuos de clara conformación populista que solo han permitido la mediocridad al pueblo dirigido de esta manera. Justamente, se llega a esta situación por cuanto el sistema político no ha satisfecho a sus ciudadanos en sus necesidades tanto intelectuales como económicas.
El meollo más importante es haber legislado y administrado, pensando en solo la conveniencia personal sin mirar el futuro de la nación, los hechos así lo confirman. Este es el peor error de estos cuarenta años, primero una dictadura y luego la seudo democracia.
Es importante que los actuales actores de esta comedia, puedan recapacitar y dejar sus ambiciones personales por el bien de la nación y de quienes formamos parte de ella en orden a -con sentido de confraternidad ciudadana- administrar y legislar seriamente en un plano igualitario que permita satisfacer a todos los participantes de esta empresa que se llama Chile.
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Foto: Wikimedia
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Armando Hernandez
Estimado don Pedro:
Su apreciación de actual estado cosas es bien acertada y sigue la línea que he descrito, incluso permite profundizar el fondo de esta, digamos, calamidad democrática.
Efectivamente la solución pasa por la responsabilidad ciudadana al momento de cumplir con su deber cívico al momento de elegir a su representante.
Saludos.
Pedro Rodriguez
Es estado de decadencia actual es idéntico al de todo el periodo republicano de Chile, la diferencia esta en que la tecnología puesta al servicio del ciudadano termino con la segregación de clases a lo menos en los niveles de información manejada. «Educación» no evaluada por ningún experto menos cuantificada en las decisiones que hoy se toman y por ende señalan tendencias sociales.
las familias administradoras del poder no necesariamente están abanderadas a un sector político, lo están con sus propios intereses, ¿cual es la solución? que el ciudadano responsablemente repudie en las urnas a todos aquellos que están enquistados, protestar abiertamente hasta lograr los cambios constitucionales que aseguren que ningun politico estará mas de ocho años en el aparataje, promover e implementar la diversidad de opinión (Partidos), esto debe ser extensivo al poder judicial.
Finalmente es urgente revisar y modificar todo el marco normativo, legal y reglamentario chileno, simplifiquemos el Código de Procesamiento Penal, el Civil. el de Comercio, Eliminemos Franquicias discriminatorias fuentes de incentivo a la debacle moral