#Política

El patético y fascinante espectáculo de Monckeberg y Melero

Compartir

El debate sobre la reducción de 45 a 40 horas laborales continuó este lunes en la Cámara de Diputados, oportunidad en que vimos un show patético y fascinante a la vez. Patético por los argumentos fáciles y simplones con los que se intentó defender la oposición al proyecto impulsado por la diputada Camila Vallejo, y fascinante exactamente por lo mismo, pues  revela el poco nivel argumentativo de quienes defienden las ideas hegemónicas.

Me explico. Lo observado ayer fue tal vez la evidencia más clara de lo que sucede cuando la ideología no se pone al servicio de la discusión pública y, en cambio, se la disfraza de lo que “se debe hacer” sin mayor desmenuce. Tanto el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, como el diputado UDI Patricio Melero, demostraron que no tenían las herramientas para defender sus posiciones. ¿La razón? Porque no creen tener posiciones, sino que están convencidos de que lo que defienden es “lo real”, sin que medie raciocinio alguno.

Así se ha manejado la política del Chile posdictatorial: una vez que una idea se impuso, primero a la fuerza y luego mediante los eufemismos transicionales, lo que debía hacerse no se cuestionó; los acuerdos eran en torno a una sola perspectiva que no debía salir de los márgenes establecidos, y los caprichos ideológicos comenzaron a sentirse como “lo posible”.

Aunque la iniciativa de las cuarenta horas no se vea como algo más  que un tema de reducción horaria, lo que ésta plantea es más relevante. Lo presentado por Vallejo establece por ley el tiempo laboral porque, a diferencia de lo que se cree, el empleado no puede negociar de tú a tú con el empleador esto,  ya que el nivel de sindicalización en Chile es bajo y así no hay ninguna discusión medianamente equitativa entre el capital y el trabajo.

Estaban desesperados, no sabían cómo parar esto porque nunca han estado en un intercambio de ideas real; nunca han discutido las visiones políticas en igualdad de condiciones con el adversario

Esto los miembros del oficialismo no saben cómo rebatirlo porque nunca han tenido que hacerlo, y lo que ha hecho esta discusión es  sacarlos del lugar de confort para tener que defender lo que consideraron por años el “sentido común” al que ningún ciudadano debía cuestionar. Esta es la razón por la que fuimos testigos de este triste espectáculo en el que Monckeberg y Melero recurrieron al miedo e incluso a la Copa América y Conaf para fundamentar su voto en contra del proyecto.

Lo que vimos este lunes fue la desnudez completa de los defensores del relato. Al no poder acudir a la “modernidad” o a la “flexibilidad” para desacreditar lo que se discutía, intentaron demorar la discusión, interrumpieron a la presidenta de la comisión y, finalmente, amenazaron con recurrir al Tribunal Constitucional. Estaban desesperados, no sabían cómo parar esto porque nunca han estado en un intercambio de ideas real; nunca han discutido las visiones políticas en igualdad de condiciones con el adversario, debido a que siempre han tenido la ventaja de ser los dueños del terreno en el que se intercambian las ideas y han sido los que han fijado el límite de lo que parece o no sensato.

3
1

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad

Comenta este artículo

Datos obligatorios*

3 Comentarios

Javi-Al

Bueno, en realidad no fue nada de inteligente, y probablemente es verdad, hay nerviosismo, se trata de salvar cientos o quizás miles de puestos de trabajos, es intentar hacer algo por las Pymes, por los pequeños emprendimientos, por quienes se están arriesgando en miles de nuevas actividades económicas, es decir evitar que se caiga en la robotización, en la vitualización, en la máquina. e intentar frenar el populismo de izquierda irresponsable, aquel «ismo» que intenta destruir la economía con esas 35 horas de trabajo, no son 40 , son 35 porque la colación es considerada «hora trabajada» , ellos esperan con su proyecto dislocar las actividades productivas, su sueño es que reviente todo. Por otra parte, hay que recordar que este proyecto ya fue rechazado por el gobierno anterior de izquierda, pero ahora es diferente, se trata de hacer caer a quienes gobiernan y todos se apoyan para hacerlo, la idea es que caiga y puedan volver al poder, pero… ¿es eso tener algún empatía con el país?. Es para estar nervioso, ayer Mario Marcel presidente del Banco central dio datos técnicos, pero evidentemente nadie lo escuchó.

Bernardo Zentilli

Continúa tranquilamente la parodia democrática que impera desde 1980

ciudadano_preocupado

Francisco

en realidad, da verguenza ajena ver al ministro de trabajo paseandose por los matinales explicando lo inexplicable. A mi parecer , creo q se saca la vuelta a lo menos un par de horas durante la jornada laboral. Pienso que si a esas horas de ocio le sacamos 1 hr , no va a influir en nada.
Por ultimo aun no se entiende eso de que 40 hrs es el descalabro económico (fuga de capitales,colapso en el mercado bursátil…etc.), versus las 41 hrs de productividad , empleos como nunca antes visto…etc ¿Cual es el salto cuantico de esa hora?,¿Donde esta la trampa?¿en los 8 años de gradualidad?

una real mierda