Puede parecer una afirmación inverosímil presumir la receta para una tarea que parece imposible, sin embargo, espero superar dicha aprehensión inicial hacia el final de estas líneas.
Se ha instalado en el debate público la sensación de que Sebastián Piñera es insuperable y que votos más votos menos, debiera obtener una ventaja holgada en las próximas elecciones. De acuerdo a las últimas mediciones ha venido mejorando su perfil político en prácticamente todos sus atributos personales, apareciendo como un mejor líder y un sujeto más confiable que el resto de sus competidores, a pesar de su ya conocido historial procesal, tributario, político y bursátil.
La primera lección que sus adversarios deben sacar de aquello es que insistiendo en las mismas recetas, no van a conseguir superarlo, pues ya se ha instalado mayoritariamente en la ciudadanía, de por sí muy asidua a comprar esperanzas independiente de donde vengan, la sensación de que Piñera no solo promete sino que además es capaz de conseguir los anhelados tiempos mejores.
A ello se debe agregar también que una eventual segunda vuelta se va a disputar en el pequeño nicho electoral moderado y pragmático del centro, donde el candidato de la derecha ceteris paribus tiene aún mejores posibilidades de perfilarse como el ganador.
Hasta ahora no he dicho nada nuevo, solo he ratificado un escenario que es altamente probable que ocurra sin que medie una intervención eficazmente ejecutada e inteligentemente articulada y comunicada. Aquel haz bajo la manga, paradójicamente resulta ser la paz social y el orden público.
Todas las encuestas coinciden en que el primer tema de preocupación de los chilenos es la seguridad y es allí, donde a mi juicio reside el talón de Aquiles del candidato favorito de las encuestas y de la opinión pública. Sin embargo, no me refiero a aquella seguridad ciudadana del paco y el ladrón sino en la seguridad pública que proviene de la paz social, donde no hay grupos excluidos del progreso, donde no hay demandas ciudadanas insatisfechas que se manifiesten en la calle ni ciudadanos pisoteados en su dignidad humana.
La paz social es el problema no abordado suficientemente por Piñera, pues pareciera que sus adeptos atribuyen al progreso económico la virtud de sosegar a la ciudadanía y fomentar las buenas relaciones entre los diversos grupos que conforman la sociedad. Sin embargo, la violencia que genera la inconformidad con las políticas públicas de la derecha puede ser una bomba de tiempo que tiene la suficiente fuerza para desestabilizar el país desde lo político hasta lo productivo llevando incluso a una polarización de las fuerzas políticas y al surgimiento de grupos que promuevan la violencia como mecanismo de acción política. Ejemplos de esto último hay suficientes en nuestra historia remota y reciente.
No podemos dejar de recordar el caos que se vivía no hace mucho tiempo en las calles de Santiago, permanentemente en pugna y con olor a bomba lacrimógena, no bien se hubo disipado el polvo el terremoto.
No podemos dejar de recordar el caos que se vivía no hace mucho tiempo en las calles de Santiago, permanentemente en pugna y con olor a bomba lacrimógena, no bien se hubo disipado el polvo el terremoto. El ambiente estuvo permanentemente tensionado por la agenda del gobierno en materia de educación superior (movimiento estudiantil), la política de generación de energía eléctrica (Patagonia sin Represas) y la irrupción de las marchas por la diversidad sexual. En paralelo a este escenario caótico en la capital, en la Araucanía la lucha del pueblo mapuche empezaba a cobrar vidas (caso Luchsinger-Mackay) y la solución equivocada del Estado (más policía y menos política) tensionaba todavía más el ambiente en la novena región. Escenarios parecidos ocurrieron en el mismo período en Calama, Freirina y Aysén. En todos los casos, la falta de liderazgo político del presidente puso en riesgo la paz social.
No es aventurado pensar que los sectores de centro y moderados, donde se va a definir esta elección, atribuyen un valor importante a la tranquilidad cívica que brota de la paz social como una condición mínima esperable para mejorar la calidad de vida y retomar la senda del anhelado crecimiento económico. Y es precisamente esa tranquilidad cívica lo que el candidato de la derecha no ha sido capaz de ofrecer ni de entregar en el pasado. Allí la centroizquierda ha sido mucho más efectiva, algunos dicen que a partir de la desmovilización, pero lo concreto es que el país ha estado en evidente menor tensión social y mayor sosiego cuando ha gobernado la Concertación y la nueva mayoría. Este tópico también sirve para promover el voto de los adultos mayores quienes tienen muy fresco en su retina los recuerdos de tiempos de agitación social cuando derecha e izquierda en un ambiente extremadamente polarizado se disputaban el poder a punta de balazos.
La propaganda negativa y el miedo, no suele ser un buen ingrediente para construir e inspirar campañas políticas, pero pueden ser la bala de plata cuando se trata de ganar en un nicho bien definido de ciudadanos que no necesariamente responde a una visión político-partidista, pero que sí se reconocen de centro y moderados.
El cuidado de la paz social, frente a la exposición del recuerdo fresco de marchas, paros y bombas puede ser entonces una buena herramienta para impedir los abrazos del sector que hasta ahora parece ser el más seguro ganador de las próximas elecciones presidenciales.
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Leonor Tissie Garrido
Leyendo su comentario me pregunto por que es que se tacha de izquierdistas a los que marchan dramáticamente por soluciones justas a los problemas que existen en las desigualdades de este país como se realizan en el resto del mundo… cada protesta, aunque les duela a aquellos que impiden a toda costa las manifestaciones, ha sido un paso para lo que tenemos hoy…las reformas que deberían realizarse son demasiadas para llegar a tener una sociedad verdaderamente inclusiva, participativa y solidaria, no veo que al que se refiere como «Ex Presidente» quiera, pueda o intente por lo menos zanjar esta brecha, lo ha demostrado con cada una de sus propuestas en su programa de un eventual Gno, no creo Ud desconozca todas y cada una de las investigaciones de la que ha sido objeto, Ud cree que es la mejor opción para este país si hasta en el extranjero se ha escrito que como Gobernante ha sido un fracaso? No creo que este país desee nuevamente a un hombre con sus características, y espero así sea…y como lo mas probable es que diga que mi comentario es izquierdista , le diré que me informo muchísimo para darme cuenta que es lo que quiero para este futuro Gno y soy una de tantas sino miles de personas que a este personaje no se le cree ni lo que reza¡¡
PAT_RAKA
Es muy cierto que tengo un sesgo con las marchas, personalmente creo que son manifestaciones de descontento y punto, mayor impacto no tienen y sirven solo para catapultar políticamente a sus organizadores, lo que no quita que pueda aplaudir su virtud basal, me explico.
El Gay Parade lo encuentro alegría pura, una real manifestación de aquí estamos y no tenemos nada de que ocultarnos. Quizás por eso me llevo muy bien con el Movilh y Fundación Iguales, ademas, terminan sin sobresaltos en un ambiente maravilloso. Lamentablemente el resto de las marchas siempre terminan en escándalo y no han producido un mayor impacto legislativo.
Cierto es que el bajo involucramiento cívico y compromiso social, también repercute en la velocidad de los cambios, pero eso no valida las marchas y las tomas como la gran solución.
Y si, las tacho de izquierdistas, porque da la coincidencia que en sus cúpulas hay militantes con ideología política bien definida, que a veces respetan más que su responsabilidad gremial ¿Recuerdas cuando los trabajadores criticaron a la cut por aceptar un reajuste menor sin decir nada?
Pero así son las cosas y no va a cambiar pronto.
Respecto a mi candidato, claro que me informo, quizás por eso no soy fundamentalista, pero prefiero ser optimista (ingenuo o brea si prefieres) y esperar que al no cometer los mismos errores , podamos proyectarnos 8 o 12 años.
A veces volver a creer, implica volver a confiar, para poder sumar.
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Es razonable lo que piensa y así lo entiendo, aunque tenemos discrepancias en lo que a movilizaciones se refiere; aquellas que han terminado en desastres y con el daño al patrimonio cívico, en mas de alguna ocasión se ha podido comprobar que han sido infiltradas no solo por personajes a los que llama izquierdistas, sino que también por personeros que deberían estar la servicio de la población y no instando al odio como en los casos de carabineros de civil iniciadores de algunas revueltas pacificas estas, sus estrategias son para poder aplicar la represión y justificarla…no son 8 o 12 años los que se necesitan para restituir a la población todo lo que se les ha negado, lo que se les ha prohibido en el acceso, no por que este así escrito, sino lo que significa para la clase media baja optar a los mecanismos que los guíe hacia un mayor entendimiento de su propia sociedad y no ser tomados solo como mano de obra de un sistema impuesto en Dictadura. Son tantas las tergiversaciones que se realizan por un voto y de allí nacen las promesas de campaña para luego descubrir que bajo una postura de «salvador de la desigualdad», nos enteramos después de toda clase de subterfugios para seguir » robandole a este país», muchas son las pruebas al respecto, por lo que ni siquiera por ingenuidad haría el intento de «probar» si esta vez hace su trabajo con verdadera ética , probar a un candidato a la Moneda y todo el poder que implica, no habla de una consciencia colectiva¡¡
PAT_RAKA
Tu columna se titula ¿Como ganarle a Piñera? cuando en realidad la pregunta tiene que ser ¿Como ganarnos a la ciudadanía?
Más allá del bullado pasado del Ex Presidente Piñera, todos los puntos que mencionas no han sido evaluados exactamente por lo que señalas, la sobrepreocupación por el bullado pasado del Ex Presidente Piñera.
Es decir, es responsabilidad de los medios donde ponen su atención y el impacto que ello ocasiona.
En segundo lugar, también es cierto que los grande responsables de las marchas y manifestaciones sociales, militan o son adherentes de ideas de izquierda (no lo cuestiono en si) por lo que no me extraña que dichos eventos vuelvan a ocurrir de salir electo el ex Presidente Piñera.
Quizás solo dejaría fuera Magallanes, donde el error fue de Golborne y salpicó en Sebastián Piñera.
Finalmente….. ¿Que atributos tienen el resto de los postulantes al cargo? no digo desde mi punto de vista, sino desde la ciudadanía, porque la falta de sintonía es quizás lo que marca la dirección de la elección.
Quizás un buen resumen sea que «nadie aprovechó el capital político de la Presidenta Bachelet…. consumirlo era mucho más fácil, propio de los zánganos que la acompañaron» en fin…. para suerte de ella, la ONU se la lleva sin sus Zánganos.