El auge global de la ultraderecha tiene como uno de sus objetivos estratégicos centrales minar el feminismo.
La siempre frágil democracia —nunca tiene el futuro garantizado— está amenazada por unas ultraderechas autoritarias que cultivan el discurso regresivo del odio contra el feminismo y que, en un acto de cinismo premeditado, se refleja a sí misma atribuyéndole al feminismo lo que históricamente las caracteriza: lo acusa de ser una organización “feminazi” y de establecer una “dictadura feminista”. Es más, la ideología excluyente ultraderechista demoniza lo que llama la “ideología del género”, atribuyéndole dotes prodigiosos para “lavar cerebros”; ignora, sin duda de mala fe, lo que ya es de conocimiento masivo: la teoría del género no es una ideología, sino un sistema metodológico de las ciencias sociales para analizar en una sociedad la repartición del poder y del prestigio social entre los sexos.
[texto_destacado]Frente a esta propaganda política estridente, la realidad habla por sí sola. Según la ONU, hay un promedio de 137 femicidios de “feminazis” cada día en el mundo: 46.032 al año. Si agregamos los países sin estadísticas de esta lacra social —más de la mitad—, el promedio de femicidios en la “dictadura feminista” se elevaría a más de 92.064 al año. Esto no puede clasificarse sino como genocidio permanente.
¿Pero por qué la neoultraderecha tiene al feminismo como blanco de sus objetivos regresivos estratégicos?
Esta pregunta sólo puede responderse con otra: ¿Cómo era la sociedad cuando las mujeres no podían sufragar? Esa sociedad, que ahora nos resulta tan inimaginable como inconcebible, era la chilena hasta 1949.
Sin la lucha feminista, las mujeres aún estarían excluidas del derecho a sufragar. ¿Alguien se arriesga a calificar Chile antes de 1949 como democrático?
Naturalmente, falta aún mucho esfuerzo feminista para que la democracia alcance un estado superior de calidad: la discriminación de más del 50% de la población es una anomalía del sistema democrático devastador para su credibilidad y legitimidad.
Pero para alcanzar esa democracia de calidad, que es la que incluya plenamente a la mujer, el feminismo propone un cambio de parámetros en la masculinidad vigente excluyente y violenta, la machista, que sólo con la inclusión de los hombres feministas puede cambiar.
El feminismo nunca ha estado en contra de la masculinidad ni menos contra el hombre, sino contra el patriarcado y su machismo y, obviamente para ser feminista no es necesario ser mujer: ninguna corriente de pensamiento ha tenido nunca sexo ni género, como lo postula la ultraderecha que tiene al feminismo masculino como otra de sus macrofobias.
Sin embargo, la percepción de que el feminismo es un movimiento de mujeres, es transversal. La democracia fue creada por hombres en la antigua Grecia porque la mujer padecía un statu quo similar a los esclavos. Sostener que la democracia no puede incluir a las mujeres porque fue creada por hombres, es tan disparatado como sostener que el feminismo no puede incluir hombres porque fue creado por mujeres. Feminismo y democracia pertenecen a la humanidad
El feminismo organizado ha sido la luz, el agua y el alimento de la democracia desde comienzos del siglo XX: sin feminismo estaríamos en la prehistoria del sistema democrático
El feminismo masculino deslegitima el machismo (glorificado por la ultraderecha) como expresión hegemónica de la masculinidad: por tóxico, insensato, obtuso y antropófago con su género al criminalizarlo con la violencia machista sistémica contra la mujer sólo por serlo.
Mujeres y hombres feministas hacen operativa la génesis de la democracia y del feminismo: la inclusión equitativa social y de género para ambos sexos que alcanzará la democracia en la sociedad postpatriarcal.
Y esta sociedad la está forjando la revolución feminista, pacífica y democrática; que no ha disparado ni un solo tiro ni ha matado a nadie, y que tiene un solo “armamento”: el argumento dialogado democráticamente con la inteligencia de la palabra; su afán no es vencer, sino convencer. Todo esto es difícil de procesar y digerir para movimientos políticos regresivos fanáticos.
Es este proceso democratizador, intrínseco en el feminismo, el que pretende eliminar la ultraderecha, consecuente con sus esencias antidemocráticas: históricamente ha usado la democracia para hacerse con el poder y, después, eliminarla.
En este sentido, el feminismo organizado ha sido la luz, el agua y el alimento de la democracia desde comienzos del siglo XX: sin feminismo estaríamos en la prehistoria del sistema democrático.
El feminismo y la democracia se necesitan mutuamente para desarrollarse: si se erosiona al feminismo, se erosiona a la democracia, y viceversa. Las y los “feminazis” son los generadores de más calidad y eficacia del sistema democrático.
Las fuerzas políticas regresivas ultraderechistas atacan al feminismo no sólo para acabar con los derechos ciudadanos y humanos alcanzados por las mujeres y reinstalar los privilegios del machismo más cavernario, sino más que todo para devastar la democracia.
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anysur
Estimado, he visto hombres que dejan de trabajar para que le paguen pensión de alimentos y le dejen casa… y les funciona…, y luego trabajan a boleta, existen abogados especializados en esto. Su historia es una de tantas en este océano…
Jaime Viieyra-Poseck
El negacionismo del feminismo como una organización histórica que lucha por los derechos y libertades civiles y de derechos humanos de las mayorías -las mujeres- discriminadas y violentadas por una minoría -los hombres- es parte central del discurso global de la ultraderecha como expresión máximo del neomachismo neofascista . Una ofensiva autoritaria de regresión politica en toda regla. El negacionismo del Holocausto nazi es su precedente.
Jaime Vieyra-Poseck
¡Muchísimas gracias por participar! El supuesto “supremacismo feminista” es una entelequia: nunca el feminismo ha estado contra la masculinidad ni menos contra los hombres, sí contra el patriarcado machista. Por antonomasia más democrático que el patriarcado machista; éste usa la violencia contra las mujeres que son más del 50% de la población. El aporte del feminismo ha sido la democratización de la sociedad, con debate democrático, nunca con la violencia. La última ola feminista es el de la rabia (¡también tienen derecho las mujeres de enrabiarse!), por la violencia institucional y en las relaciones privadas. Las leyes que las protegen son violadas un día sí y el otro también: el 99% de las asesinadas y maltratadas son las mujeres, no los hombres. Tu reacción de un problema personal lo has extrapolado a un problema social histórico. Por lo demás, el sistema judicial, según tú (no tenemos la versión de la mujer que te acusó), te liberó de culpas, y fueron mujeres las que gestionaron la acusación. Tu propuesta antifeminista última ola es lo que se ha llamado el “neomachismo”. El discurso es (supuestamente) progresista, pero están contra el “feminismo radical”. Lo único que se destila de este movimiento es un tremendo miedo a la pérdida de los privilegios violentistas y discriminadores del sistema patriarcal machista. Y un miedo patológico a las mujeres liberadas que se acogen a las leyes que las protegen de los criminales.
Jaime Vieyra-Poseck
¡Gracias anysur por tu comentario!
No veo la relación con el tema del artículo. Si te refieres que algunos hombres mal usan el postnatal, lo vería más dentro de la política salarial en Chile que, como sabemos, la mayoría recibe sueldos bajos que sitúan a la gran mayoría en una pobreza relativa teniendo trabajo. Por otra parte, ya sabemos que «hecha la ley hecha la trampa», que es la cultura de la «picaresca española» heredada por los chilenos. Pero, según mi opinión, todo esto queda fuera del debate del feminismo, democracia y neofascismo.
anysur
Era en relacion al sr.ruiz, hay mujeres y hombres malos, simplemente eso. Con respecto a su columna, muy cierta, pero seguimos siendo ciudadanas de segunda clase, parafraseando a Gonzalez, mucho mas estresadas, sobreexigidas,sobrexplotadas, desechables, subvaloradas que nuestras madres. Con respecto al mal uso del post natal masculino….su comentario fue brillantemente machista, por lo bajo, se nota que no ha parido; tradicionalmente acompañaba los familiares, las mujeres antiguas y cuidaban a la madre recién parida, ahora o están muertas o enfermas, la maternidad no se enseña como entonces, el hacer familia, y los sres. ausentes….super ocupados.
Javi-Al
Pienso que si bien el fondo del asunto, la lucha de la mujer por alcanzar derechos y un reconocimiento es algo que todos debemos asumir y acompañar, no veo que tiene que ver eso con el discurso de trinchera contra otro sector político que no gusta, o con el cual no se simpatiza, en general, por lo que se ve, hay muchas mujeres y hombre que están apostando porque las cosas cambien, no importa su camiseta política, eso, en mi modo de ver es transversal y sólo se relaciona con gente bien nacida, lo otro, echarle culpas y demonizar al rival político por este y otros temas, es sólo otro de los múltiples obstáculos a vencer en las sociedades en que vivimos, quizás mayor que alcanzar plena igualdad de derechos entre hombres y mujeres, evitar que las personas odien a otros sólo porque piensan distinto.
Carmen Gloria
Jaime, atendiendo a que utilizas la palabra Feminismo en genérico, sin las distinciones y matices de uno y otro feminismo, expuestos por las propias feministas, y atendiendo a que lo enuncias como un sistema metodológico desde las ciencias sociales, y que sería antagónico a la estructura machista y patriarcal, consulto, 1¿En el Feminismo que expones al ser anti (ultra) derecha, se debe entender por acepción o alcance que todas y todos los feministas son de izquierda o que si no lo son, deben serlo? 2 ¿El feminismo nace en la Política, se queda en ella o la supera? 3 ¿Cuál es la relación entre Feminismo y FF.AA? ¿Una mujer puede ser marino-a -feminista, capitán de caballería y feminista o es una contradicción vital, al tenor de esta lectura o de tus nociones? Son consultas que agradezco si te tomas el tiempo de responder desde tu visión. Gracias
Juan Villafañe
Leo su artículo y encuentro equivocado lo que dice. Yo jamás he golpeado a una mujer e insultado a nadie. He cuidado a mis tías y madre, cambiándome pañales, ayudándolas a cocinar, las visto. He estado sólo haciendo esto y nadie me apoya excepto el sistema de salud con los pañales, silla de ruedas, buscarla y visitarlas en casa. Encontrándome en esta situación dos jóvenes que abrazadas y besándose estaban en consultorio no me dieron la pasada con la silla de ruedas y viendo a una adulta mayor, mujer como ellas. Llevaban distintivos verdes y panfletos y al solicitarle el permiso nos insultaron y tildaron de derechistas y súbditos del patriarcado….. Expliquemos eso por favor. No alcance a tomarles una foto y las demás personas nos defendieron.
Justin hitler
La de excusas que se leen para camuflar que el feminismo actual es totalitario, excluyente y muy, pero que muuuy bilioso. Incluso tienen afirmaciones esrilo «una feminista debe ser lesbiana» o «sin hombres no habria guerras» o obras literarias como «matria» exponen un mundo con hombres castrados al nacer. Hay demasiadas evidencias de que el feminismo es dictadura y venganza como taparlo con palabrería barata.
Arturo Ruiz
El feminismo actual es un movimiento supremacista femenino y nada más. Ya hice un video argumentando esto https://youtu.be/bsoaXCV1iJ8