En Chile, hoy Chile S.A, aún antes de ser reconocido nuestro derecho a voto, las mujeres teníamos derecho al aborto terapéutico, derecho derogado en 1989 por la dictadura militar, siendo hoy uno de los seis países del mundo donde está penalizado en cada una de sus formas.
Hay algo que huele a queso. El Estado no puede ser quien controle nuestro cuerpo. Es que cuando hablamos de los derechos de las mujeres debemos hablar también de nuestro derecho a controlar nuestra sexualidad y fertilidad, así como el derecho a salud en nuestra calidad de humanas. En Chile, hoy Chile S.A, aún antes de ser reconocido nuestro derecho a voto, las mujeres teníamos derecho al aborto terapéutico, derecho derogado en 1989 por la dictadura militar, siendo hoy uno de los seis países del mundo donde está penalizado en cada una de sus formas.
La presentación del proyecto de Ley que busca que las mujeres podamos decidir si interrumpir o no un embarazo en aquellos casos en los que está en riesgo la vida, la salud física o mental de nosotras, puso al aborto de forma intermitente en el debate político por medio del discurso de organizaciones sociales y de género, no así en la ciudadanía en general, la que pareciera estar poco “enchufada” con el tema.
De esta forma, algunos personajes “cómicos” de la derecha chilena, han insinuado que el primer paso es permitir el aborto y el segundo la eugenesia, palabra que viene del griego “eu” bueno y “genesia” de “genus”, engendrar, en resumen “buen engendramiento”. Algunos tontitos(as) – digo tontitos en el sentido de inocentes, parafraseando a Carlos Larraín- han insinuado que aprobar una Ley de aborto podría permitir en el futuro que las mujeres cuyos fetos presenten algún tipo de incapacidad o anomalía terminarán interrumpiendo sus embarazos, aunque hasta ahora ninguno(a) ha ocupado el concepto raza, siempre o casi siempre, presente cuando se habla de eugenesia.
Para ellos y ellas es necesario aclarar que el aborto debe ser seguro y en condiciones que reconozca el derecho de todas las mujeres a decidir libre de coerción y discriminación. Abortar porque alguien o “algo” te fuerza a hacerlo nunca debe ser aceptado, ya sea por medidas de selección de sexo, controles demográficos, políticas de eugenesia u otras.
Legalizar el aborto es sólo una parte de nuestro derecho a controlar nuestra sexualidad y fecundidad, nuestro derecho a salud además debe incluir servicios de información, opciones anticonceptivas y servicios para planificación de la familia. Finalmente, no es la iglesia ni la derecha – DC quienes deben decidir si queremos o no estar embarazadas.
Comentarios
07 de marzo
Lúcida opinión! La ilegalidad y clandestinidad del aborto genera entre otras cosas, la instalación de desigualdades, dado que, obtener servicios médicos seguros depende de cuáles sean los recursos económicos de la mujer.
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08 de marzo
Obvio. Yo puedo tomar un revolver y dispararle, es mi mano la que lo hace ¿ que tiene que decirme el estado que hacer con mi cuerpo ? Además la medida genera desigualdad porque al prohibirlo no regula la calidad del arma ni la instrucción de las personas que asesinan a otros, a menos que tengan la plata para hacerlo. Que injusto!!!
07 de marzo
Sin duda, tenemos como sociedad una deuda a nivel de información, formación, promoción y defensa al derecho que tenemos las mujeres a decidir en libertad en todos los ámbitos de nuestras vidas, dentro de ellos la decisión de tener o no tener hijos o hijas.
Las ideas, poderes y representantes de los grupos conservadores y perpetuadores del sistema patriarcal (dominantes), rasgan vestiduras y atacan con toda su artillería cualquier atisbo de cambios, en esta, y otras materias – temas, que pongan en riesgo la tutelaridad que ejercen en la sociedad.
Por otra parte, cuando vemos que son muchos los ámbitos de la vida de las mujeres, en donde no decidimos en libertad consciente, principalmente cuando a la condición de mujer, se le suma la de mujer pobre, es que me parece necesario y un imperativo de las acciones que emprendan las organizaciones y personas, el sumar a las acciones de incidencia pública, acciones de información, formación y trabajo de base en las comunidades. Avanzar con aquellas para quienes todavía este no es un tema, para quienes esto es una realidad culposa que cercena sus emociones, para quienes no tienen la información y apoyo que les permita asumirse en libertad.
Queremos hacer cambios, queremos construir una sociedad de iguales y libres, y para eso es necesario sumar, convencernos, actuar, transformarnos para transformar.
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08 de marzo
La decisión de tener o no tener hijos nadie la discute, es la decisión de asesinarlos antes que puedan pedir ayuda o defenderse es lo que se discute.
07 de marzo
Muy de acuerdo con la autora
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08 de marzo
Que fácil decirlo después que saliste del cuerpo de tu madre. no ?
07 de marzo
Aunque no estoy a favor del aborto, si creo que debiera existir una ley que regule esta situación, existen muchos casos donde se realizan abortos en la clandestinidad lo que termina siendo un grave problema de salud pública. Yo creo que las mujeres sí tienen derecho a decidir sobre su sexualidad y fertilidad, pero creo que el punto es ¿qué pasa cuando esa decisión incumbe a otro ser humano?
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08 de marzo
La única postura sensata del foro, lo felicito.
07 de marzo
Lo que pasa es que la ley que lo prohibe está superada por la práctica.
Ahora la mujer ha recuperado el dominios e su cuerpo, si quiere hacerse un aborto basta comprar por internet unas píldoras y listo.
Y son las mismas que se usan en el hospital.
Así que, credo que la discusión -y los talibanes de la derecha- han sido superados por la tecnología.
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07 de marzo
Incluso la Internacional Comunista habla de la consonancia de derechos y deberes. Al engendrar un hijo, ¿cual sería el deber, en caso de aborto libre?..porque reclamar puros derechos es de perogrullo.
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08 de marzo
Qué gracioso que quienes han comentado hasta ahora y están en contra del aborto son hombres, que no deben cargar un bebé 9 meses sin desearlo y no deben pasar por un parto, amamantar y que se hagan pedazos los pezones, etc.
El problema no es que la mujer aborte o no, es que el Estado cree que tiene derecho sobre nuestros cuerpos y, además, humanos que no vivirán lo que vive una al engendrar (hombres) nos atacan con todo cuando una está a favor del aborto. Es mejor que nos ataquen sobre lo que tienen poder, no sobre lo que no tienen pito que tocar.
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09 de marzo
http://www.abc.es/internacional/20140308/abci-ludevine-rochere-conservadores-201403081801.html
Muy interesante el artículo de ABC sobre el nuevo movimiento
familiar (cristiano) en Francia,
y su impulso de convertirse en activa fuerza política.
La primera reflexión , al respecto es la siguiente: si te das cuenta,
la masonería, la izquierda en general, y oeneges y movimientos afines, han pasado
de adoctrinar ideológicamente en el campo de las ideas a crear nuevas realidades
sociales, lo que se ha dado en llamar «ingeniería social», atacando la esencia de la
vida de las personas, es decir, las estructuras con las que se expresa y se realiza
esa misma vida, y que implica a la naturaleza, el cuerpo.
Como son, la sexualidad
del hombre y la mujer, los vínculos milenarios entre ellos: matrimonio, hijos, etc…
Para eso, grupos de presión en los medios de comunicación, partidos políticos y
movimientos civiles, etcétera… legislan leyes que permitan esos atentados y
violencia contra el derecho natural, siendo el resultado: el matrimonio homosexual,
aborto, eutanasia, y violencia de género y de paso se cargan la figura del padre y la madre desde la base
empezando por el lenguaje: , y desde ahí, destruyen la
autoridad paterno-filial, las responsabilidades que se fomentan cuando los vínculos
familiares y afectivos son sanos y por ende sólidos, como la responsabilidad con los
ancianos y los bebés. Simplemente demoníaco pero con clara y directa autoría humana.
Es el hombre quien hace el mal. Por ello una fuerza en Francia, a espera de que cunda
el ejemplo, no desde una ideología político-económica, sino desde las estructuras de
la existencia, desde la familia concreta, según es este caso, puede tener el atractivo
de aglutinar a las familias, aunque muchas no sean cristianas. Antes o después, las
familias ateas descubrirán que los derechos que reclaman las familias cristianas a ellos
también les benefician, respetando que cada padre y madre eduquen a sus hijos conforme
consideren. La ideología a muerto.
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10 de marzo
Ok, todo bien en la presentación de la opinión excepto por un gran detalle: http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/casi-2700-abortos-de-ni%C3%B1os-con-s%C3%ADndrome-de-down-en-inglaterra-99-tras-las-26-semanas-de-gest
Hace un par de años leí una noticia similar, por tanto no es una invención de los «pro-vida». Recomiendo a la autora que investigue y se informe seriamente sobre las implicancias que tiene legalizar el aborto y no solo el aborto terapéutico. Lo digo para que sea realista y no cometa la falacia de wishful thinking; si legalizas el aborto está la POSIBILIDAD de abortar un niño viable, pero con defectos indeseables tales como síndrome de down.
En lo personal y no solo para diferir del machismo presente declaro que (insisto es mi opinión) estoy a favor del aborto (con límite de 3 meses) y a favor de la eutanasia. Creo que las personas tienen derecho sobre la existencia de su propia fisiología y el feto es parte de ella.
Ahora bien, no hay que olvidar jamás que los conceptos son construcciones sociales: las «personas» y los «derechos» no existen más que como convenciones sociales, por lo tanto cualquier argumento que intente mostrar que una convención de algo es equivalente a la existencia de tal algo está cayendo en olvidar la distinción entre objeto abstracto y objeto concreto.
Hoy en día, dado que somos seres modernos, creemos que cosas como el «instinto maternal» existen, pero las investigaciones históricas y la psicología evolutiva muestran que las madres no son necesariamente e instintivamente guiadas para ser buenas protectoras, sino que es más bien la dinámica de su entorno la que facilita su rol. El infanticidio (peor aun que el aborto) era una práctica común a lo largo de toda la historia humana y fue recién la aparición de sociedades sedentarias prósperas las que mitigaron tal práctica.
El ser humano debe ser regido por leyes que restrinjan su naturaleza, pero que no la asfixien hasta el punto que se genere una violencia que pueda acabar con la armonía de la colectividad. Por eso es recomendable actualmente la aplicación de un progresismo moderado que cambie las convenciones para que no se termine generando una situación humana futura aun más insostenible que la pura rabia social, una situación tal como la sobrepoblación.
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