“Un 70 por ciento de los estudiantes que hoy están en las calles protestando no estarían en la universidad hoy si no existiera el lucro en educación”. “Sí al lucro en la Educación” nos dice Benjamin Kaufmann (haciendo honor a su apellido) en un artículo del 22 de junio de 2011. Una respuesta.
Un modelo
– Una Sociedad desigual con una pobreza debajo de los límites de la miseria.
– Objetivo del quehacer político: “crecimiento económico” del país.
– Coincide con el objetivo de cada individuo: crecimiento del bienestar aumentando los ingresos.
El crecimiento económico individual es el paradigma de desarrollo: el lucro. Esto está organizado por un modelo económico en el cual pretendemos participar, buscando que se produzcan en lo posible los ingresos monetarios para vivir en un proceso de vida en crecimiento.
Treinta años más tarde, el crecimiento económico sostenido de una sociedad cooperando en el sistema económico como un proceso intergeneracional, logra hacer crecer las riquezas individuales en un término medio de cinco veces. Como el mecanismo innato del sistema económico distribuye siempre el crecimiento de tal manera que un grupo más pequeño se lleva más y el otro más grande se lleva menos, podemos diferenciar que el 50% mas pobre creció bajo el término medio y el otro 50% sobre el término medio de cinco veces.
Sigamos modelando. Pensemos que el grupo pobre creció tres veces.
Sólo este hecho económico produce que muchos dejan de ser “indigentes”.
Sólo este hecho económico produce que muchos dejan de ser “pobres”.
Sólo este hecho abre más oportunidades que antes.
Sólo este hecho abre más posibilidades de endeudarse en el sistema financiero.
Sólo este hecho aumenta el consumo.
Sólo este hecho aumenta el ingreso a las universidades para muchos más.
Sólo este hecho hace feliz a la gente.
Sólo este hecho…
Pero también este hecho económico produce que los ricos tengan de todo eso mucho más que los pobres. Finalmente, tanto más que la desigualdad de las oportunidades crece. Fuente de malestar y fuente de desconfianza en el sistema político, de generación en generación. La desigualdad del desarrollo es el problema central que se esta agudizando.
La lógica del lucro no es sólo la lógica de la Educación. El crecimiento económico individual es el paradigma de desarrollo nacional y global. Lo político capituló hace rato frente a lo económico.
En una sociedad desigual, el lucro en la educación hace de la educación una mercancía que por lógica se distribuye como los ingresos; en forma desigual.
Un aumento de los universitarios es un hecho del crecimiento económico individual. Con ese aumento también se produjo una devaluación del titulo universitario como oportunidad de crecer en la vida. Hay más pobres estudiando pero sus oportunidades siguen siendo tan desiguales como antes. Si miramos ahora los costos de los postgrados, veremos que tan “sólo una elite privilegiada” logra los “cartones” que abren ciertas puertas.
Hay mucha ignorancia e ideología sobre la lógica del lucro. Basta sólo observar la realidad, observar los hechos para constatar el problema.
El sistema capitalista se desarrolla en dirección a un abismo: el abismo de la desigualdad. Hoy el 2% de los seres humanos posee más del 50% de las riquezas globales. En Chile en el año 1990 el 10% más pobre accedía sólo al 1,4% del total de las riquezas. Veinte años más tarde y con un país tres veces mas rico el 10% mas pobre accedió sólo al 1,2% de las riquezas totales. En proporción al total de las riquezas son hoy más pobres que antes, a pesar que sus ingresos son más altos.
La dirección del desarrollo no deja dudas, seguirá creciendo la concentración económica, matando la competencia y con eso el mercado. Las alianzas estratégicas, las colusiones son más fáciles cuando hay menos actores. Las leyes antimonopolio están orientadas a las fusiones económicas y hoy, a la luz de los resultados, incapaces de frenar la concentración económica.
La desigualdad no es sólo un problema social. Aquí el mecanismo de desarrollo, el crecimiento económico individual, se esta cavando su propia tumba. Los modelos socialdemócratas están fracasando por la necesaria adaptación a las exigencias de un mercado global. En Europa se habla nuevamente, después de muchos años, del empobrecimiento de las masas. En Alemania el 1% de la población posee más del 23% de las riquezas y el 70% sólo el 9% (año 2009)
Siempre es mejor distribuir mal una torta grande que una torta chica. Nadie quiere volver atrás. Pero no olvidemos que la Justicia Social no tiene relación con el tamaño de la torta.
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Foto: Nicolaslaughing / Licencia CC
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