…es una lástima que una minoría de dirigentes utilice el malestar de nuestros colegas para desacreditar públicamente nuestra organización…
Como profesor y trabajador de la educación tengo la convicción que estamos viviendo una oportunidad histórica de poder cambiar el sistema educacional e incidir en las demandas que como magisterio y movimiento por la educación hemos levantado hace tanto tiempo, de modo que se conviertan en hechos concretos y políticas públicas. Para enfrentar este escenario tenemos que definir -por obligación y por la responsabilidad que como educadores involucrados intrínsecamente en el proceso- de manera muy certera el contexto, con la mente fría y el corazón caliente, ya que si bien están abiertas las puertas para las transformaciones, el momento es muy complejo y cualquier error que cometamos puede perjudicar irreversiblemente nuestra lucha, y la oportunidad histórica sería una chance perdida.
Frente a ese peligro, el Colegio de Profesores ha ordenado su quehacer gremial y político, principalmente en la «agenda corta», la desmunicipalización, y la carrera docente, siendo estos dos últimos aspectos trabajados muy seriamente por nosotros como organización, ya que tenemos propuestas ordenadas en documentos hechos con argumentos en base a toda nuestra experiencia pedagógica y dirigencial.
Lo que se ha impulsado por parte del gremio es la solución a temas urgentes del profesorado, y la participación protagónica y vinculante de nosotros, los estudiantes, las asistentes de la educación, los apoderados, y de todos los chilenos y chilenas, en el proceso de reforma educacional. Ambos objetivos tienen la misma relevancia. Contraponerlos es un craso error, porque la carrera docente y la construcción de un nuevo sistema educativo deben asegurar las condiciones de enseñanza necesaria para impartir la docencia, y en ello caben, por cierto, los temas laborales, contractuales y de bienestar.
En la Asamblea Nacional del pasado 7 y 8 de noviembre, se discutió sobre la agenda corta y la carrera profesional. Ante la última propuesta del Gobierno, presentada ese mismo día, 113 asambleístas votaron a favor de la moción, 58 en contra y 12 se abstuvieron. De los 5 puntos de la agenda corta, se responden a 3: este jueves 13 de noviembre ingresa al parlamento la indicación sustitutiva que entrega titularidad a profesores a contrata con 3 años continuos y 4 discontinuos en el mismo municipio; se entregará un bono de retiro de hasta $21.500.000 para los docentes próximo a jubilar; y se reajustará el ingreso mínimo docente que por años ha estado congelado y que va en beneficio principalmente de los colegas del sector particular subvencionado. Los otros dos puntos serían discutidos en el debate de carrera docente.
El segundo día de asamblea, donde se discutió carrera docente, lamentablemente un grupo de dirigentes no asistió y se preocupó de generar división al interior del magisterio, con declaraciones que pasaban por encima de nuestra democracia interna y de la unidad requerida para enfrentar este proceso. Este grupo de dirigentes abrió un flanco para aprovecharse de un cierto inconformismo provocado por años de abandono y descrédito por parte del Estado, para transformarlo en una oportunidad de desbancar a la actual conducción del donde ellos son minoría, pensando en la próxima elección del Colegio, dejando de lado cualquier intención de solucionar los problemas urgentes y de incidir en la reforma educacional. A través de prácticas de paralelismo y división, se encuentran incitando en algunas comunas del país a no respetar la decisión soberana de la Asamblea Nacional, y a generar movilizaciones como paros, reduciendo la supuesta responsabilidad en la persona del Presidente del Colegio de Profesores.
Siendo una de las organizaciones de trabajadores más grandes de Chile, hemos dado muestra de procesos eleccionarios y democráticos que son un ejemplo para el país entero, y es una lástima que una minoría de dirigentes utilice el malestar de nuestros colegas para desacreditar públicamente nuestra organización, cuando lo que se ha hecho es precisamente defender nuestros intereses y generar las condiciones para un cambio de fondo en el actual sistema educacional. Parte de la democracia es respetar los acuerdos de la mayoría, incluso si a un sector no le parece, ya que están los espacios donde el magisterio define quiénes son los idóneos para conducir el gremio en las distintas estructuras. No es menor que se haya puesto límite a la reelección de dirigentes del Colegio, lo que obliga a la renovación de los representantes, ya que ha sido principalmente este bloque disidente quienes por más años ha estado a cargo al interior del gremio. Al parecer ellos abandonaron toda esperanza de lograr la conducción del gremio por las vías regulares, y ponen en jaque el bienestar de los profesores y de todos los chilenos al abandonar la lucha que hemos dado por décadas por la recuperación de la educación pública. La disyuntiva es seguir avanzando por el bien de todos o mirarnos el ombligo por el capricho de unos pocos y mirar desde la galería. Lo que pidieron los chilenos son cambios profundos, y los profesores hemos sido parte del proceso. Lo seguiremos estando, no sólo por nosotros, sino por el bienestar de todo nuestro pueblo.
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