El gobierno de Sebastián Piñera se convirtió en una especie de lapsus entre los sucesivos gobiernos de la Concertación, y la insatisfacción respecto del país que “hemos construido” desde el retorno de la democracia se mantiene intacta. Ahí están las organizaciones para recordar esto y de paso, establecer un nuevo modo de articular las demandas.
Varios han sido los comentarios que he leído respecto de la convocatoria realizada por diferentes organizaciones para este sábado 22 de marzo, bajo el nombre “La marcha de todas las marchas”.
Y entre todos ellos hay dos que me llaman poderosamente la atención; que Michelle Bachelet recién ha comenzado su período de gobierno como para salir a la calle y que no se entiende la disparidad de demandas todas juntas y revueltas.
Por el primer argumento me pregunto: ¿Se trata efectivamente de su primer período de gobierno? ¿Ya se nos olvidó que parte de los votos que hicieron ganar a Piñera fueron una especie de castigo a la Concertación por gobernar “en la medida de lo posible”? No se trata entonces de un “nuevo período de gobierno” ni de una “nueva mayoría”.
El gobierno de Sebastián Piñera se convirtió en una especie de lapsus entre los sucesivos gobiernos de la Concertación, y la insatisfacción respecto del país que “hemos construido” desde el retorno de la democracia se mantiene intacta. Ahí están las organizaciones para recordar esto y de paso, establecer un nuevo modo de articular las demandas.
El segundo argumento me parece aún más importante de debatir porque refleja, a mi parecer, el nivel de desinformación de quienes critican esta iniciativa: los convocantes han puesto como eje de esta movilización el que “nos unimos teniendo como demanda transversal una nueva constitución, vía asamblea constituyente.”, es decir, cada una de las demandas son entendidas bajo el concepto de que el poder ciudadano debe verse reflejado en una nueva constitución vía asamblea constituyente.
La asamblea constituyente no es una demanda entre otras; es la gran demanda que cobija, en cierto modo, cada una de las demandas ciudadanas. Es la recuperación y ejercicio del poder constituyente.
¿Tiene sentido hacerlo de esta manera? ¿Es efectivo? Estas son preguntas que claramente podemos discutir pero no deslegitimar de entrada.
A modo de broma he oído decir que pedir una nueva constitución para legalizar el consumo de marihuana no tiene sentido. Esto es cierto en un nivel, pero no lo es cuando se entiende que la constitución debe representar los intereses de los ciudadanos, ir de la mano con el desarrollo de nuestra sociedad, establecer un horizonte sobre lo que deseamos como país, etc.
Solo por poner un ejemplo: ¿Se imagina que sucedería si las ideas de “más poder a las regiones” y un “estado plurinacional” terminaran en una demanda por una reestructuración completa del país, digamos en federaciones, que realmente dé cuenta de la diversidad de cada región? O bien, ¿Cómo debiera verse reflejada en la constitución la protección de nuestros recursos naturales y el desarrollo sustentable de estos? ¿Telecomunicaciones, desarrollo de tecnologías locales, centros de investigación como base del desarrollo económico? ¿Y la demanda por el matrimonio igualitario? ¿Qué hay del lugar que debieran ocupar la cultura y las artes?
Como chilenxs, y después de más de veinte años, recién comenzamos a interiorizarnos respecto del poder ciudadano; nos encontramos en un cruce de experiencias previas y nuevas respecto de la participación ciudadana: están lxs activistas o militantes de partidos políticos de vieja guardia, una nueva generación de ciudadanxs que participa activamente de las redes sociales, con la capacidad y validez que estas mismas tienen.
Debemos encontrar nuestro propio camino de reconstrucción, e intuyo que se trata de una tarea eminentemente pedagógica. Al fin y al cabo se trata de nuestra identidad.
Desde esta perspectiva, la marcha de todas las marchas, no sólo me parece una excelente iniciativa sino que además refleja, con luces y sombras, el momento que atravesamos.
Constituye un intento de crear un espacio colectivo para llevar adelante los cambios que todxs sentimos necesarios.
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Foto: JavierPsilocybin / Licencia CC
http://www.marchadetodaslasmarchas.cl/quienes-somos.html
Comentarios
20 de marzo
Te felicito Emerson por esta nota.
También es muy importante analizarnos a nosotros mismos para ver de qué forma puedo, en el día a día, lograr ayudar a ese cambio de sistema, ¿Me esfuerzo por estudiar para acceder a becas y tener mejor futuro?, ¿Cuido mi economía no gastando en cosas innecesarias que harán ricos a los ricos?, ¿Cuido mi ciudad para que mi ciudad me cuide a mi?, ¿Soy empático con las personas diferentes a mi, como Homosexuales, Indígenas, Inmigrantes, etc?, ¿Cuido mi puesto de trabajo dando lo mejor de mi para obtener mejores condiciones?, ¿Protejo a mis empleados con buenos sueldos, sistema de salud e imposiciones al día?, ¿Potencio la economía de los chilenos comprando en minimarkets de barrio?, ¿Participo en situaciones cotidianas de la defensa de derechos humanos y medio ambientales (Geografía, Flora y Fauna)?, ¿Soy lo suficientemente solidario con el de al lado?, ¿Me preocupo de valorar a los otros?… Todas estas preguntas nos llevan a realizar un cambio silencioso, si además podemos decir que queremos todas estas cosas con tranquilidad, con la voz en alto y la dando la cara como lo hacemos día a día en todas nuestras actividades, esto se escuchará y nos podremos sentar a conversar cada punto para lograr derechos civiles, pero si no cumplimos con nuestros deberes, ¡¿cómo podemos exigir derechos?!
Saludos y nuevamente felicitaciones!!
+1
20 de marzo
Hermoso texto Paulita! Muy inspirador.
LLevas toda la razón.
Y muchas gracias por tus palabras!
Slds.
20 de marzo
En mi caso, mis demandas no tienen que ver con quien esté de turno en el gobierno, ya que los que deciden quien está ahí no somos nosotros. Es un aparato bien aceitado, listo para estrujarnos y darle las ganancias a los que lo manejan. Todas las causas están conectadas, puesto que son el síntoma de una sociedad enferma, injusta y que va derecho a la destrucción de la humanidad y del planeta ya que sus fundamentos están considerar que todo es recurso y todo es susceptible de ser transado en el mercado, etc.
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20 de marzo
Pienso que todo eso es cierto si mantenemos la desconexión entre gobierno (país, estado, etc) y nosotrxs lxs ciudadanxs.
Una cosa curiosa es que esta alienación creemos la produce de manera absoluta el estado, la sociedad, etc. Pero lo cierto es que la raíz está más cerca de nostroxs de lo que imaginamos.
Ahí hay un tópico a debatir.
Slds.