He creído a lo largo de los años que somos mucho más que cuerpos por lo tanto envases conteniendo ideologías, religiones, carencias, dolores y todo aquello que se nos dice es la existencia y las experiencias de lo vivido; bien o mal, pero aquí estamos en una tierra formando parte de un Universo vasto y maravilloso conformando una minúscula parte que aún no entendemos como seres pensantes, físicos, racionales, emocionales y energéticos.
Cada quien llega a esta vida con un propósito, con una misión que lo hace recorrer un camino muchas veces cruento, solitario, otras, dadivosa vida colmando de esperanza y alegría el entorno, el diario vivir; se ríe por un motivo, se llora por otro, la esperanza nace de las pruebas, la fe de las creencias no solo en dogmas, sino que en las potencialidades que tenemos como seres humanos, como dignos poseedores de una llama que debemos alimentar con humildad y empatía al prójimo, a todo lo que nos rodea por ínfimo que sea, reencontrarnos con los pequeños destellos que cada día nos da esta tierra que nos acoge como sus hijos aunque la lastimemos sobremanera. Vivir desde el ego, la envidia, desde la mezquindad ha hecho que nuestro hogar, la tierra, se estremezca de mil formas para demostrarnos que le duele tanto como a nosotros la desconsideración
Reconocer que traemos no solo una actitud, sino que también una carga consciente o inconsciente, nos haría entender que somos el resultado no solo de lo que nos ha tocado vivir sino que también lo que nos acompaña desde el ADN.
Asumir y procurar entendernos es el primer ejercicio que debería surgir desde aceptarnos con todas nuestras falencias para ser cada día mejores y remediar en parte lo que hemos hecho en algún momento, por las razones que sean, a otra persona que piensa distinto, que se ve distinto, que tiene otras opciones para su vida, a todo aquel que necesita ser escuchado, contenido, animado… Esta es la clave para volver a ser lo que somos, hermanos habitando bajo el mismo sol, soñando bajo la misma luna, sangrando de la misma manera y color, solo así y junto a todas nuestras buenas intenciones podremos ser productivos energéticamente para que el pensamiento positivo se irradie a nuestro alrededor sonriéndole a la vida y haciendo sonreír al que no puede, al que ha sido lastimado, olvidado, menospreciado, difamado, al que ha sido vilipendiado…Vivir desde el ego, la envidia, desde la mezquindad ha hecho que nuestro hogar, la tierra, se estremezca de mil formas para demostrarnos que le duele tanto como a nosotros la desconsideración, cada uno aportaría desde su ser, la sublime cualidad que lo caracteriza para acariciar la humanidad del que está a nuestro lado, aquel que forma parte de nosotros con un cuerpo energético también, con un cuerpo emocional al que hay que cuidar, no somos pedazos de carne, somos parte de un todo, fuente infinita de luz y alegría de vivir por nosotros para luego compartirlo al tomar la mano del que va quedando más atrás, por cansancio, soledad o ceguera.
Comentarios
02 de octubre
pienso como tu, pero somos pocos
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27 de junio
Hoy soñe que era una parte de un todo, es un sueño casi inexplicable, ya que al despertar tenía la idea concreta y lógica, pero al «reaccionar por completo» se me hizo tan difícil de descifrar.
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17 de julio
Somos parte del todo. El todo es infinito. Sin principio ni fin. Infinitos universos. Infinito todo. Todo lo que empieza termina excepto el todo. Los humanos somos parte del todo. Infinitas especies. Infinitos mundos. No se puede explicar por qué la existencia ha existido siempre. Pero es un hecho. Nuestra especie como cualquier otra especie evoluciona y un día muere. Y como nuestro especie hay infinitas especies evolucionando y muriendo. Es bueno saber la verdad y disfrutar el paseo.
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