La irrupción de Ricardo Lagos en el escenario político actual era algo predecible. Con un 15% de popularidad, el gobierno de Bachelet se vio obligado a anticipar su carta presidencial. Los candidatos municipales de la Nueva Mayoría no requieren el apoyo explícito y gráfico de la figura de Bachelet con un nivel de rechazo histórico desde el retorno a la democracia. Sin embargo, Lagos no se queda atrás. La clase política continúa utilizando prácticas disuasivas electorales suponiendo siempre la ignorancia y mala memoria de los chilenos. Les recuerdo señores que estamos en el S.XXI, donde podemos acceder a la información que queramos en segundos y, si no es así, los medios de comunicación se encargan de recordar los “condoros” políticos una y otra vez (sobre todo en período electoral).
Lagos sería la carta potente porque para muchos hizo un excelente gobierno, enfocado en el empresariado con un conglomerado concertacionanista bastante más ordenado. También fue el presidente del MOP-GATE, del pésimo diseño de nuestro sistema de transportes público, entre muchas cosas más. Para la ciudadanía, Lagos cometió más errores que aciertos y su única forma de cambiar el rumbo es alzando su voz. Es utópico pensar un cambio de rumbo de Lagos con el mismo equipo que hoy gobierna nuestro país. Esa es su gente, la misma de Bachelet y de Frei.La diferencia está en que la pésima aprobación y gestión actual de Bachelet endosa a los ciudadanos la nostalgia de un gobierno único de centro-derecha.
La anticipada carrera presidencial de Lagos es muy similar a la de Frei en 2009, donde quedó demostrado que los chilenos si tenemos buena memoria, si necesitamos un liderazgo que refresque el panorama para que no volvamos a bailar la misma cueca en la misma fonda porque ¡nos mareamos! Lo mismo podría decirse de Sebastián Piñera. La diferencia está en que la pésima aprobación y gestión actual de Bachelet endosa a los ciudadanos la nostalgia de un gobierno único de centro-derecha (más de centro que de derecha) en donde tuvimos excelentes cifras de empleo y crecimiento, lo que parece ser hoy la prioridad para los chilenos dejando muy atrás el interés por una nueva Constitución.
Tal y como sucedió en 2009, la izquierda le hace un flaco favor a Sebastián Piñera al anticipar su carta presidencial. Con el último triunfo de Bachelet vimos que quien demora más en asumir su candidatura instala un clima de incertidumbre que lo aventaja para resumir sus propuestas en base a las expuestas por el anticipado contendor. La respuesta de Piñera ante la irrupción de Lagos es notable: “Para mí es más fácil ganar la elección que devolver a Chile al camino del progreso»
Comentarios
11 de septiembre
Para cualquiera de esos dos políticos que salga de presidente la situación será cuesta arriba, difícil, llena de conflictos, ahora si hay gente que piensa que Guillier podría hacer un mejor gobierno simplemente esta soñando. Es tal la debacle que deja la señora que el país ha perdido toda confianza en sus instituciones y figuras gobernantes, una pena, ambos conglomerados políticos están muy desprestigiados, simbolizan un estado de decadencia ética y moral, de aprovechamiento, de poca o ninguna sintonía con el Chile real, creo que cualquiera de ellos que resulte elegido tendrá que co-gobernar con los grupúsculos que se toman las calles, aúllan y llenan la agenda con sus intereses, porque si no lo hacen son capaces de paralizar el país, nos dominan con la violencia, mientras la gente espera y sufre en silencio, se muere en los pasillos de los hospitales o se pasa la vida en campamentos o tirando currículos. Por otra parte, como dice por ahí un político, el «Podemos » Español ya llegó a Chile, con ello más conflicto social, más anarquía, más populismo y tiempos difíciles.
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