Cosas del destino, encontrarme en una ciudad extraña sin saber que hacer me llevaron a matricularme en la Universidad del Mar en su programa executive que imparte clases 3 veces a la semana de cuatro horas cada día. Ideal para mí que no tenía ánimos de hacer nada, teniendo un puntaje PSU para hacerlo todo.
Al escribir esto se me vienen muchas anécdotas a la cabeza, como la chica que me matriculo, que balbuceaba palabras mientras comía chicle, la que luego haría ayudantías de cosas que ella no había asimilado, solo sabia mecánicamente, pero era respetada entre sus pares porque “su padre era dueño de una flota de micros”. Recuerdo sobre todo el segundo año haber llegado a mi casa y decirle a mi madre: “ya no soporto la pobreza que veo en mis compañeros”, “ya no soporto sus historias de abusos por parte de supervisores y mandos medios inescrupulosos”. Porque sí, mis compañeros tienen que trabajar para pagarse sus estudios y ayudar en la casa. Porque aquí están como dirían los Prisioneros “Los que sobran”, yo por mi malograda salud, tú porque en tu casa se vive con menos de 500 mil pesos, y tú porque nunca debiste entrar a la universidad pues tus capacidades intelectuales te impiden asimilar conocimiento complejo.
Esto es lo que compró el fondo de inversión Southern Cross ligado a Norberto Morita y Raúl Sotomayor, un jugoso paquete de RUT que se endeuda para intentar cambiar su presente miserable, porque el Estado chileno simplemente se lava las manos con ellos, su presente, y su futuro sin la dignidad que entrega la educación.
Yo les contare chilenos y niños del mar cual es el negocio aquí. El fondo de inversión Southern Cross ya tiene expertise en este nuevo “modelo de negocio” enfocado en segmentos C3 y D – esto ya lo hizo en La Polar – este nuevo modelo de negocio es llamado Private Equity (capital de riesgo) y opera en empresas fuera de la Bolsa para eludir los principios mismos de la ética del capitalismo.
La forma de operar es la siguiente, para adquirir una empresa que vale 100, el fondo pone de su bolsillo 30 (se trata de un porcentaje promedio) y pide prestados 70 a los bancos, aprovechando tasas de interés muy débiles. Durante tres o cuatro años reorganiza la empresa con la administración que tenía, racionaliza la producción bienes/servicios, desarrolla actividades y capta toda o parte de las ganancias para pagar los intereses de su propia deuda. Después de lo cual, revende la empresa a 200, por lo general a otro fondo que hará lo mismo. Una vez devueltos los 70 pedidos en préstamo, le quedan 130 en el bolsillo, por una puesta inicial de 30, es decir, más del 300% de tasa de retorno sobre la inversión en cuatro años.
Y de educación, educación, educación, educación, educación. Sería mejor que fueras un motivado autodidacta, joven del mar.
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