Un país como el nuestro, de muchas cuestas, ocurren con demasiada frecuencia esos accidentes atribuidos -erróneamente- al corte de los frenos. Pero la verdad es que los frenos no se cortan, pero sí se “desvanecen” cuando se recalientan porque se ha abusado de ellos cuando, por ejemplo, se desciende una cuesta utilizándolos para controlar la velocidad, en lugar de enganchar en la marcha adecuada y, en su caso, utilizando además los retardadores o los frenos de motor.Exijo al gobierno de turno, bajo amenaza de demanda indemnizatoria millonaria, que cuanto antes tome medidas.
Primero: es muy fácil constatar si hubo o no abuso, basta con observar las balatas o, en su caso, pastillas de freno: si están cristalizadas es evidencia irrefutable de recalentamiento por abuso. Ahora bien, ¿por qué un conductor abusaría de los frenos poniendo en peligro su propia vida? La respuesta es: por la ignorancia de la teoría del frenaje y, en consecuencia, no entender que los frenos son sólo para uso limitado, sin siquiera poder interpretar por qué el pedal del freno se va poniendo cada vez más y más duro con cada aplicación.
Segundo: no se advierte a los conductores acerca de que todo accidente sobreviene de una emergencia y que, en consecuencia, hay que estar mentalmente preparado para salvarla para lo cual -generalmente- no vamos a tener más de un segundo de tiempo. Esto significa que en nuestra mente deberíamos tener la respuesta para cada posible emergencia, y de esta manera estar en condiciones de aplicar de inmediato la respuesta correcta. De seguro que muchos accidentes ocurren porque el conductor en cuestión no alcanzó a elaborar la respuesta adecuada o bien no tuvo tiempo para aplicarla.
Las emergencia son, entre otras: falla de frenos, traba del acelerador, apagón de los focos delanteros, fractura del parabrisas, patinazo, enfrentamiento a otro vehículo, reventón de un neumático, obstáculo en el camino, caída a aguas profundas, que el motor se pare cuando el vehículo se encuentre sobre la línea del tren, encandilamiento, etc.
Exijo al gobierno de turno, bajo amenaza de demanda indemnizatoria millonaria, que cuanto antes tome medidas. A saber:
a) Que haga a través de los medios de comunicación una campaña para enseñar a los conductores la teoría del frenaje, y para advertirles acerca de la necesidad de prepararse mentalmente para enfrentar cualquier emergencia; asimismo que emplee otros medios, como letreros en lugares en que deban detenerse los camiones y buses, para advertir a sus conductores acerca del peligro de descender cuestas utilizando abusivamente los frenos.
b) Incluir en los libros, para el nuevo conductor profesional, la teoría del frenaje y la advertencia acerca de la necesidad de estar preparados par enfrentar cualquier emergencia. Esto debería traer como consecuencia inmediata el que las escuelas de conductores incorporen en sus planes de estudio las materias en cuestión. Éstas enseñan lo mínimo necesario para que sus clientes-alumnos consigan el ansiado carné de conducir, para lo cual le tienen bien tomado el peso a la correspondiente dirección de tránsito.
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