Eres algo así como software cuántico y ni el computador cuántico de US$15 millones de Google puede superarte. Como un electrón, puedes estar o no estar, o ambas, o ninguna. En cuanto tu cuerpo (desde ahora «tu hardware») muere, ya no existen tus fotos, videos, audios, nombres de contactos, ubicación satelital, ni ubicación de red, ni país, ni idioma, eres algo así como el CD del sistema operativo Ubuntu sin instalar.
Dependiendo del estado de desarrollo de tu software, habrá una versión diferente, con menos o millones más de funciones. Si durante la vida útil de tu hardware te dedicas a desarrollar software que te otorgue sólo funciones de apego, desde el reconocimiento de sabores (comidas favoritas) hasta selección de pareja más o menos adecuada para reproducción y sobrevivencia (amor romántico), en el momento que tu hardware muere eres software cuántico no instalado queriendo ejecutar funciones de apego inmediatamente.Si la necesidad desaparece, también el sufrimiento desaparece, eres absolutamente feliz (Nirvana). Sin deseo existente de ejecutarte, cuando mueres, nunca más eres instalado (Paranirvana).
Puedes estar o no estar, o ambas simultáneamente, o ninguna. En cuanto otro computador cuántico que pueda soportar y ser compatible con las funciones que has desarrollado, se enciende (puesta en marcha del sistema nervioso de cualquier ser vivo), podrás ser ejecutado nuevamente desde cero, en un nuevo hardware. Obviamente todos los datos del hardware anterior desaparecieron cuando murió.
Si te desarrollaste lo suficiente, podrás ser instalado en un hardware inimaginablemente avanzado, que tenga una vidad útil y cantidad de funciones impresionante (deva) y con tanta felicidad, olvidarás actualizarte por pasar todo tu tiempo desarrollando funciones de apego, así que sólo soportarás hardware cuántico antiguo (formas de vida menos conscientes). Cuando tu hardware muera nuevamente, querrás ejecutar inmediatamente más o menos funciones de apego, según hayas desarrollado en tu vida útil de hardware pasado y de acuerdo a eso será tu nuevo hardware (Karma) en un ciclo eterno (Samsara).
Pero si dedicas tu vida a desinstalar software que te daba funciones de apego, ni siquiera existirán esas funciones en ti, sólo has desarrollado aplicaciones en beneficio de otro hardware cuántico (compasión) y al ni siquiera tener funciones de apego, no existe tampoco la necesidad (deseo) de ejecutarlas. El sufrimiento y su origen serían algo así como la frustración por no obtener mejoras en tu «entorno hardware», para poder correr nuevo software potente con más funciones apego. Si la necesidad desaparece, también el sufrimiento desaparece, eres absolutamente feliz (Nirvana). Sin deseo existente de ejecutarte, cuando mueres, nunca más eres instalado (Paranirvana).
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