A propósito del proyecto de ley presentado por el gobierno de Michelle Bachelet relativo a la despenalización del aborto en tres causales, a saber: riesgo vital de la madre, inviabilidad fetal, y violación; los actores sociales y políticos han sacado la voz tanto para defender el proyecto como para criticarlo.
Son múltiples los argumentos científicos, sicológicos, médicos e incluso religiosos los que se han dado para oponerse a este proyecto de ley que formó parte del programa de la Nueva Mayoría. Pero me interesa detenerme en un argumento en particular, aquel que prácticamente funciona como una razón excluyente de todo posible análisis. Me refiero al argumento del derecho a la vida, que no importa lo que esté en juego, el derecho a la vida (incluida la vida del que está por nacer, por cierto) siempre primará, y el ordenamiento jurídico debe protegerla a como dé lugar.
Este argumento que intenta derribar a todos los demás y hacer una división entre quienes están por la vida y los que no, es una falacia –para ser exactos, falacia de tipo ad misericordiam-. Es una falacia porque es falso que la vida o el derecho a la vida sea un valor absoluto. Como lo han hecho ver algunos académicos, en múltiples ocasiones la vida cede ante otros derechos; así, por ejemplo, cuando somos testigos de que una persona está número uno en la lista de espera para recibir un trasplante y su situación es crítica, deberíamos todos hacernos parte y ser donantes, incrementando las posibilidades de que ese sujeto viva. Pero esto no sucede, porque entendemos que hay algo que se llama autonomía. Este ejemplo demuestra que es falso que en nuestra sociedad la vida sea un bien superior a todos los demás; pues, en ocasiones, este derecho colisiona con otros y no necesariamente el resultado es en favor del derecho a la vida; porque entendemos que es una carga desproporcionada para un sujeto en particular ser obligado a sacrificar su autonomía -entendiendo a ésta como uno de los valores esenciales y proyectos de vida de cada uno- en favor de otro.
Entonces, ¿qué sucede con el aborto? ¿Por qué en esta situación entendemos que la mujer debe tener la carga de sacrificar su autonomía en favor de la vida del feto que lleva dentro? La respuesta está en la frase anterior: porque es mujer. El género femenino ha sido víctima de una invisibilización constante en sociedades como la nuestra, en el sentido que se han hecho estereotipos respecto a cómo deberían las mujeres desarrollar su vida -por ejemplo, para una mujer antes que todo está su maternidad y su rol como madre; su vida profesional, social o sexual es secundario-. Es esta omisión de la autonomía de las mujeres lo que lleva a cierta parte de la sociedad a considerar que ella debe sacrificarse por el feto que está en su vientre (aunque sea una niña de trece años violada por su padrastro).
¿Por qué en esta situación entendemos que la mujer debe tener la carga de sacrificar su autonomía en favor de la vida del feto que lleva dentro? La respuesta está en la frase anterior: porque es mujer.
De esta manera, se les exige un acto de solidaridad inmensamente superior al que el común de las personas realiza por otros. Y cuando de dan múltiples argumentos para derribar esta idea, es donde los “pro vida” acuden a la parte ad misericordiam de la falacia: «pero cómo quitarle el derecho a vivir a alguien que no tiene la culpa de nada«, o a través del lenguaje visual con esos bizarros carteles de fetos bañados en sangre.
Todo cambio político que toca los valores y estereotipos de las personas son complicados y polémicos, pero es de esperar que prime la racionalidad, el debate constructivo, que se escuche a las mujeres que se enfrentan a esta difícil situación, y que -en definitiva- prime la cordura, que tanto se ha extrañado en el debate político de estos tiempos.
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Sergio A Godoy M
Tu comentario, el que cito…» que se haya eliminado la pena de muerte precisamente por considerar que la vida es mas importante que el delito cometido….» me hace pensar desde que punto de vista se debe legislar…desde la vida humana que se quiere salvar o des la victima que la perdio en manos de el? No creo que nadie con dos dedos de frente este con el victimaro en este caso. Mas parecen que las falencias del sistema juridico buscan una forma de «salvarle el pellejo» y por ende la sublimacion de «condena de muerte» Respecto a su tajante «cerrar las puertas» a las mujeres para decidir con el embarazo, estas entrando y negando el derecho de la mijer de decidirlo. Se trata de libertad, de darle valor a sus decisiones. Insinuas de que la mujer esta a punto de ser valorada en delincuente por hacer uso de ese derecho natural que pretendes negarles.
Carlos
Pero la falacia aqui es poner en el mismo nivel de protecctión a un ser humano nacido con vida y a una vida que recién se está formando.
Los derechos humanos solo son aplicables a un ser humano «nacido». (Artículo 1 dice: Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.)
Todo lo que dice en el Artículo 1 es aplicable a la mujer, sin embargo no al feto que lleva dentro.
La protección del nonato debe de aumentar a nivel que se va formando esa vida humana, culminando en su protección definitiva al momento en el cuál el feto es capaz de sobrevivir fuera del cuerpo de la mujer, y ya no lo necesite.
Matías
Para mi gusto y entender lo expresado saca a relucir la autonomía de un ser humano como razón suficiente para en este caso abortar. Si es así, ¿porque dicha autonomía existe en caso de violación u otra de las tres razones esgrimidas y no siempre? ¿No es entonces siempre el embarazo un carga desproporcionada a la autonomía de la mujer?. Aborto libre sería la respuesta a este cuestionamiento y por ende caemos en lo que a mi gusto ocurre, que este proyecto es mentiroso y tramposo.
Saludos.
Carlos
Excelente análisis de la situación. De hecho este es el mayor problema a tocar cuándo queremos dar a las mujeres el derecho a decidir sobre su autonomía corporal y su propia vida: que mucha gente ve a una mujer como algo menos que una vida. No le quieren otorgar el 100% de los derechos que tenemos los hombres quitándole el derecho a decidir sobre sus propias vidas.
Obviamente, si habláramos de un bebé, de un ser humano, nacido con vida, sería otra cosa, pero la vida humana no es algo que está en un blastocisto desde el primer segundo, seamos realistas, racionales, como pide el autor. La vida se está formando, y hasta que no exista el cerebro completo, con la capacidad de emociones y sensaciones, no podemos hablar de una vida humana completa.
La mujer, sin embargo, si es una persona completa, con emociones y sensaciones y con el derecho de decidir su propio futuro.
Dejemos de lado las creencias y hagamos uso de la ciencia, seamos racionales.
Arturo
Es un hecho de que, a lo largo de la historia, la vida no ha sido un valor absoluto.
Lo curioso es que entonces se hayan creado el concepto de «derechos humanos», los que se construyen sobre un imaginario que sería el que la persona pueda o no existir, dependiendo de la voluntad de muchas personas a lo largo de su vida. Y, obviamente, mas curioso sería el hecho de que se haya eliminado la pena de muerte precisamente por considerar que la vida es mas importante que el delito cometido…..
En ese sentido, los «pro-vida» creemos que todas las puertas al atentar contra ella debieran ser cerradas, ya que, inevitablemente, al abrir una se abren todas, pues efectivamente no se le entrega un valor superior a la vida; serían las circunstancias las que otorgan o no derechos, y eso es un espacio para el subjetivismo tremendo.
Si la idea es dejar, precisamente, en forma relativa este elemento, la aparición de un populista que prometa matar a los delincuentes si es elegido, es cosa de tiempo nada mas.