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La desastrosa política económica de la derecha

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En su discurso de apertura del año académico del Instituto de Chile, el ministro Cristián Larroulet no pudo contenerse de elogiar las alabanzas que el filósofo y economista de derecha Guy Sorman profirió sobre el positivo efecto de “las buenas políticas económicas” en la reconstrucción de Europa después de la segunda guerra mundial, la recuperación de Europa del Este en los 90 y la disminución de la pobreza en China e India durante las dos últimas décadas. Por supuesto esas buenas políticas económicas son para ellos las propias de una economía de libre mercado. El entusiasmo del Ministro no se detuvo allí, continuó in crescendo hasta proclamar que esas benefactoras políticas también eran reconocibles en el progreso observado en Chile durante las últimas décadas: la caída de la inflación entre 1940 y 1980, el aumento de las tasas de crecimiento durante el último cuarto de siglo, aumento del ingreso y disminución de la pobreza y desigualdad entre los 80 y 2001.

Muchas de estas aseveraciones no pueden mantenerse en pie si revisamos los hallazgos reunidos en numerosas investigaciones sobre el comportamiento de los indicadores destacados por el Ministro. Sólo me referiré a algunos de ellos.  En el libro «Crisis sistémica y nuevo orden global» que será publicado por la Academia de Ciencias Sociales Políticas y Morales del Instituto de Chile, identifico esas investigaciones y trato más detalladamente estos asuntos.
Los informes elaborados por el Center for Economic and Policy Research y publicados por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU demuestran que la desaceleración en el crecimiento económico y empeoramiento de los principales indicadores de desarrollo social observado en el periodo 1980-2000 son atribuibles a las reformas políticas neoliberales aplicados en esas décadas. De un total de 83 países de bajos y medianos ingresos, solamente 21 crecieron a un ritmo más alto entre esos años que entre 1960 y 1980.

Con respecto de China, el papel del Estado ha sido muy relevante y en India las políticas pro-liberalización no fueron aplicadas de manera ortodoxa. Afirmaciones semejantes pueden sostenerse para Corea del Sur en los años 60 y 70. En estos países los mercados financieros estuvieron al servicio de la economía real.

Con relación a la evolución del ingreso y disminución de la pobreza y desigualdad en Chile entre los 80 y 2011, las cifras que presenta el Ministro contradicen lo que él mismo había declarado sobre el positivo efecto de las “buenas políticas económicas”. Entre 1987 y 2011 la pobreza se redujo de un 45% a un 14%. Olvida el Ministro que en 1987 la dictadura militar estaba gobernando el país conforme a las directrices derivadas de las buenas políticas económicas y que el descenso de la pobreza ocurría precisamente después de cuatro gobiernos de la Concertación en los cuales no se aplicaron las políticas neoliberales de manera ortodoxa. El Ministro afirma además que “en junio de 1982, momento en el que la desigualdad alcanzó seguramente su máximo histórico, el 10% más rico del Gran Santiago ganaba 55 veces lo que ganaba el 10% más pobre, exactamente 30 años después, en el mismo mes de 2012, esa diferencia se había reducido a 14 veces”. O sea la desigualdad de ingresos era peor durante la dictadura militar neoliberal. Libertad económica y dictadura política, una contradicción no reconocida.

Entre 1973 y 1989 las políticas neoliberales impuestas por la dictadura causaron una severa reducción de las remuneraciones, el ingreso mínimo, las asignaciones familiares y el gasto público social per cápita en educación y salud, un aumento de la población bajo la línea de pobreza al 45%.

Ricardo Ffrench-Davis ha demostrado que entre 1973 y 1989 las políticas neoliberales impuestas por la dictadura causaron una severa reducción de las remuneraciones, el ingreso mínimo, las asignaciones familiares y el gasto público social per cápita en educación y salud, un aumento de la población bajo la línea de pobreza al 45%. Entre 1974 y 1989, el PIB per cápita anual solo creció en un 1,3%, mientras que este valor fue de 3,6% entre 1990 y 2009. El bullado crecimiento económico en esos años fue modestísimo. La relación entre el ingreso del quintil más rico y el más pobre, saltó a 20 veces en los ochenta para caer a 14 veces durante los últimos años de la Concertación. Esta relación alcanzaba un valor de 13 en la década de 1960. El índice de Gini muestra una evolución similar a la relación descrita exhibiendo un dramático empeoramiento en la post crisis del año 1982 y durante todo el período de la dictadura militar.

Habríamos apreciado mucho un mayor esmero en el análisis que presenta el Ministro sobre los efectos de las “buenas políticas económicas” en el bienestar de la población. No es apropiado subsumir en un solo bloque las políticas del Frente Popular, Ibáñez, Alessandri, Frei Montalva y Allende y la dictadura, y el impacto que ellas tuvieron en el descenso de la inflación entre los 40 y 80. Tampoco lo es no distinguir los efectos de las políticas de la dictadura y las de la Concertación en la pobreza y la distribución del ingreso. El título del libro de Sorman del cual Larroulet extrae la idea de las buenas políticas económicas, “La Economía no miente”, daría la razón a quienes están dispuestos a aceptar el mérito de los juicios bien fundados en acuciosas investigaciones, aunque ellos contravengan el fundamentalismo del libre mercado.

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5 Comentarios

Arturo

El fundamento para plantear que es «desastroso» tiene que ver con la desigualdad.
Yo creo que se puede ver de otra manera: se puede crecer con igualdad, mucho mas lento, o con desigualdad, mas rápido. En el primer caso, tipo paises escandinavos, se acompaña por una cultura ad-hoc, mucha educación, etc. En suma, el país va transformandose en forma pareja.
En el caso de Chile, se fue por el otro lado: rápido y desigual. Pero, en estos momentos en que se llegó a un estado cercano a los USD20.000 per capita, es el momento exacto para que el eje cambie en forma brusca, y reduzcamos desigualdad, aumentemos educación, etc.
La duda, en el fondo, es si Chile hubiera llegado a niveles de desarrollo económico altos si hubiera optado por mantener igualdad a rajatabla. Probablemente no, pero quizás hubiera derivado en otra sociedad, mas culta, socialmente mas afiatada, etc. Probablemente el desarrollo que se pueda lograr mejorando parámetros de igualdad, al no ser a través de procesos mas largos, nos llevarán por el camino de los nuevos ricos, mucha ostentación, etc.
Creo que por ahí debería hacerse la crítica del modelo de crecimiento: el no entender que el obtener plata es un proceso en las personas, que debe ir acompañado de muchas otras cosas para realmente ser un país desarrollado. Si nos quitan el cobre, de golpe y porrazo, ¿que queda? ¿un país subsdesarrollado?.

    crisostomopizarro

    crisostomopizarro

    Gracias Arturo. ¡Buen punto!

    Cordiales saludos.

    Crisóstomo.

ajonetto

ajonetto

Que alguien por favor me explique con manzanas porqué sigue existiendo el famoso cargo de MINISTRO SECRETARIO GENERAL DE LA PRESIDENCIA.

Para mí, no es más que un resabio anticuado de la República Parlamentaria, donde el Jefe de Estado precisa su propio vocero, para no volverse loco tratando de controlar las ambiciones de poder de sus gabinete. Qué desorden y paranoia más grande representa hasta hoy esta silla ministerial más!

Gracias.

servallas

Tengo la sensación que no importan mucho las ideas gruesas que orientan la economía, el problema está en la población. Prácticamente desde sus inicios Chile ha tenido una elite que la dirige y le señala el camino, y no ha sido una mala elite. Ya sea para economías basadas en el motor estatal o centralmente planificadas, o economías más liberales, pero en cambio, la distribución del ingreso y en general esquema estructural de sectores no cambia o cambia muy poco. Si miramos por el lado de la población, vemos que está en general esta carece de proyectos de vida, y si se hila más fino, carece de proyectos de vida autónomos, es decir, piensa, se organiza y construye la vida basada en la idea de un salario que le permita sobrevivir, esto está ocurriendo hoy también con los jóvenes primeros profesionales de sus familias, cuando se entra en el riel y se consigue, ya se está listo, Esa mentalidad es nefasta para la nivelación y a su vez es fertilizante para fomentar los abismos culturales y económicos que presenciamos.

    crisostomopizarro

    crisostomopizarro

    Estimado Sergio: Las relaciones entre elites, sus ideas , propuestas políticas y comportamiento de la población son difíciles de separar de manera mecánica. La ponderación del peso de cada una de estas relaciones pueden se objeto de complejas y prolongadas investigación de carácter empírico. Pero es claro que la conducta de la población es un reflejo de la influencia ideológica de las elites. Éstas, que son siempre una minoría, son las menos interesadas en cambiar la «mentalidad» de la población.

    Cordiales saludos.

    Crisóstomo