Solo una vez en la historia se ha finalizado el año escolar de forma anticipada. Esto ocurrió en Arkansas, Estados Unidos, al alero de uno de los hitos más importantes del movimiento por los derechos civiles del pueblo Afro-Americano. Corría el año 1954, donde en pleno Apartheid, la Corte Suprema declaró inconstitucional la segregación de escuelas públicas, prohibiendo la separación de colegios para gente blanca y colegios para gente de color. Esto quedó plasmado en la Carta de Educación de Topeka, que contraviene la decisión de 1896, donde el Estado permite y promueve la segregación.
Luego de la decisión de la Corte, la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP por sus siglas en inglés), intentó inscribir a estudiantes de color en colegios históricamente para blancos. Es así como un grupo de 9 estudiantes Afro-Americanos, denominados “Little Rock Nine”, ingresan a la Escuela Central de Little Rock, capital de Arkansas, hecho que generó una gran cantidad de protestas en contra de la medida.
Por esta razón, muchos segregacionistas aconsejaron bloquear el ingreso a la escuela de los estudiantes de color. Atendiendo a esto, el Gobernador Orval Faubus desplegó tropas de la Guardia Nacional de Arkansas el 4 de septiembre de 1957. La línea de soldados bloqueando el paso a los 9 estudiantes colmó los titulares y llevó a una polarización de la Nación. Posteriormente en 1958, y pasando a llevar todos los derechos constitucionales, Faubus ordenó el cierre de todos los colegios, lo que derivó en una escalada de violencia contra la gente de color. Este hecho completamente autoritario, que implicó la pérdida del año escolar, es conocido históricamente como “The Lost Year”, o El Año Perdido.
Otro país donde se estuvo cerca de perder el año escolar fue en Irán el 2009, donde se desarrollaron extensas manifestaciones en Teherán, impugnando la reelección del Presidente Mahmoud Ahmadinejad. Pero ni siquiera en un país como Irán, de sabida efervescencia social, se logró repetir el hito de Arkansas.
Sin duda que en Chile vivimos un momento histórico, donde la ciudadanía se ha tomado las calles para luchar por la democratización de nuestro país, pero ha sido a manos de los estudiantes que se ha levantado y mantenido esta lucha. ¿Qué se ha obtenido de parte del Gobierno? La típica respuesta de un Gobierno de derecha, ofrecer con un poco más de plata, cuando a lo que apunta el movimiento estudiantil es conseguir cambios fundamentales.
Por más de 2 meses y medio se han prolongado las tomas de más de 700 colegios y liceos a lo largo del país. Debido a esto, el Gobierno busca desesperadamente que las movilizaciones sean depuestas, amenazando a los estudiantes con la pérdida del año. Sin embargo, por varias razones que se detallan a continuación, esto no puede pasar más allá de un mero amedrentamiento hacia el movimiento estudiantil.
– El Gobierno no tiene la capacidad de aumentar el número de matriculas para primero medio al doble de aquí al próximo año.
Bien es sabida la crisis en todo el país por la carencia de colegios y liceos. Tal como ocurre en nuestras cárceles, hay una evidente sobrepoblación de estudiantes en los colegios municipalizados, quienes incluso, en casos extremos, realizan sus clases en salas improvisadas y en condiciones paupérrimas. Según el último anuncio del Presidente en el Gran Acuerdo Social por la Educación, se construirán 30 nuevos colegios de excelencia, los que sumarán 60 a lo largo de Chile.
– Los municipios tendrán una grave crisis económica por no recibir las subvenciones del gobierno.
Por otro, lado están los municipios, los cuales se sabe que no utilizan los dineros de la subvención (sistema de financiamiento aberrante que paga por asistencia de alumno) solamente en la educación, sino que muchas veces, estos dineros sirven para ser su caja chica. Es por eso que éstas se quedarían, evidentemente, sin recursos si el año se pierde. En base a eso, muchos municipios que se encuentran al borde de la quiebra y sólo se han sostenido gracias a los dineros de educación, tendrían serios riesgos de quebrar.
– El Gobierno no podrá tolerar que una generación completa de estudiantes no entre a las Universidades que tanto lucro produce.
El fin del lucro ha sido uno de los ejes centrales de las movilizaciones estudiantiles. Cada año son más 50.000 los estudiantes que ingresan a universidades del CRUCH, cifra que se multiplica por 5 al contar las matriculas cursadas en Universidades Privadas, Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales. Claramente la pérdida del año escolar generaría un caos en los ingresos económicos, al no recibir a estos cerca de 300.000 estudiantes nuevos que se integran a los diferentes planteles.
– La pérdida del año permitiría que los estudiantes no tuvieran motivo para deponer las tomas.
Una vez que los estudiantes asuman la pérdida del año escolar, el Gobierno pierde absolutamente toda la presión que ejerce sobre ellos, permitiendo de esa forma que sigan protestando libremente. Esto hará que siga aumentando la crisis en La Moneda, lo cual claramente llevaría a un clima de violencia e ingobernabilidad insostenible.
Claramente todas las movilizaciones dejarán un gran saldo para los estudiantes y, sin duda, el proceso que están viviendo, se convertirá en el mayor proceso de aprendizaje en los últimos 30 o 40 años. Los contenidos formales de la educación inútil que se imparte en colegios y universidades, es posible incluso descargarlos desde internet. pero por lo que han pasado estos meses, donde han tenido charlas con intelectuales que no frecuentan los planteles educacionales debido a que no son admitidos, es una experiencia de vida impagable. En estos meses han tenido una necesaria introducción en la vida cívica y política como nunca antes; han aprendido del conflicto, han logrado una gran reflexión política y han comprendido que la unión de la sociedad es la que llevará un triunfo a las reivindicaciones que buscan.
“Yo, por ejemplo, si necesitara derivar una ecuación, tendría que aprender cálculo de nuevo. Ya se me olvidó. Pero la experiencia de vida de manejarse en el conflicto, la apertura de mente que implica ver pasar delante de tus ojos diferentes puntos de vista que nunca puedes ver en la educación formal, es imborrable”, dice el economista Marcel Claude.
En los próximos días vamos a ver cómo se cumple el plazo para que se depongan las tomas. Tenemos un Gobierno intransigente que amedrenta a los estudiantes de forma inusitada para que se rompa el movimiento social más grande en la historia de Chile, cuando, por primera vez, la ciudadanía es la que avanza democráticamente hacia una nueva Constitución Política. Vamos a ver si Piñera es capaz de apoyar la pérdida del año escolar, y de paso, hacer que el movimiento alcance ribetes históricos a nivel mundial, poniéndose a la altura del movimiento de Arkansas, además teniendo que lidiar con la quiebra de Universidades y Municipios. Ciertamente es algo de lo cual La Moneda no se podría recuperar y es el motivo para creer firmemente, que el cierre anticipado del año escolar, no es más que una medida desesperada e impracticable, que no pasará más allá de solo amenazas.
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kata-fran
Estoy completamente de acuerdo con lo dicho respecto al arendizaje. Las movilizaciones son una instancia única que van mucho mas allá incluso del mismo «curriculo oculto» que se da a diario en las aulas. Creo que en este sentido los profesores deberian (o deberiamos como futura profesora que soy) fomentar las instancias de discucion y participación del movimiento estudiantil y del resto de los movimientos que se levantan en la actual crisis chilena.
En cuanto a la perdida del año creo que es simplemente lo que se viene venir. Si tiene que quedar la escoba va a quedar, que no quepa duda acerca de ello.