La democracia no debe ser resumida en el concepto del voto, sino más bien en todas sus expresiones, que incluyen una amplia gama de participación ciudadano en los asuntos públicos.
Tras el pésimo resultado electoral de las primarias municipales del 2016, del pasado domingo 19 de junio, es decir, en aquellas donde el 5% del padrón habilitado para sufragar lo hizo, se abre el debate de si se debe volver al voto obligatorio, y los medios contribuyen a difundir la idea. Incluso hay quienes pretenden establecer bajos qué mecanismos el voto debe ser obligatorio, si implica inscripción automática y voto obligatorio, o como fue hasta hace un tiempo inscripción voluntaria y voto obligatorio.
Sin embargo, quienes plantean esta medida han realizado un pésimo diagnóstico de la enfermedad que afecta a nuestra democracia. Ella no se encuentra en la discusión de la obligatoriedad del voto, sino más bien en la calidad de la política partidista que se ha desarrollado desde hace un par de años. Se puede resumir en promesas incumplidas, cuoteo político, graves casos de corrupción, ex parlamentarios y asesores políticos formalizados y condenados, gobiernos de espalda a las demandas ciudadanas, etc.
Por otra parte es necesario señalar la responsabilidad de los propios ciudadanos, aquellos que no ven reflejado en su diario vivir las implicancias de las decisiones públicas, ya sea en su contexto local (municipal), regional (consejo regional) o en su contexto nacional (presidencia y parlamento).
¿Qué sociedad se ha fomentado a partir de los ’80’? Una sociedad centrada en el consumo, en el pragmatismo, una sociedad de lo instantáneo, una sociedad del esfuerzo personal por sobre el bienestar colectivo, una sociedad divorciada del contrato social, una sociedad absolutamente individualista, una sociedad indolente, una sociedad del reality show.
Hay dos alternativas: procurar que todo siga conforme a lo establecido y que los cargos públicos se repartan entre el duopolio político electoral, o generar cambios concretos y capacitarnos para participar y levantar voces desde la ciudadanía, informada, libre, honesta, responsable, trabajadora y solidaria.
En Auditorio Ciudadano, estamos profundamente convencidos de que la educación es un motor de cambio social, cultural y político. No se puede obligar a la ciudadanía a participar de las elecciones, pues las elecciones no son un fin en sí mismo, sino un medio para “asegurar” la democracia libre y transparente. Sin embargo, a partir de lo anterior es necesario la formación de la ciudadanía en todos los espectros de la participación, ya sea en conceptos básicos de educación cívica o en elementos más “avanzados” como la posibilidad de cambiar la constitución.
Para esto ofrecemos a disposición de la ciudadanía una serie de talleres, cursos, y escuelas de formación ciudadana. Somos un equipo de jóvenes que buscan revitalizar la Educación Cívica a través de acciones concretas de enseñanza y de relevar su existencia en nuestra sociedad. Auditorio Ciudadano es un equipo de profesionales voluntarios de la región del BioBío, que promueve e incide en prácticas de educación cívica a nivel nacional, regional y local, fortaleciendo la cohesión social, y mediante el uso de herramientas institucionales que confieren a la ciudadanía un mayor poder en la toma de decisiones colectivas.
Solo existen dos alternativas: procurar que todo siga conforme a lo establecido y que los cargos públicos se repartan entre el duopolio político electoral, o generar cambios concretos y capacitarnos para participar y levantar voces desde la ciudadanía, informada, libre, honesta, responsable, trabajadora y solidaria.
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JUAN ULLOA
La democracia es la expresión de los habitantes de un país de elegir libremente sus gobernantes, cosa que no funciona como debería ser , sino todo lo contrario , porque quienes son propuestos y elegidos siempre son los mismos , que constituyen la camarilla que está esperando su turno para ocupar un puesto en el gobierno de turno, y así ha pasado con la mayoría de los gobiernos, o alguién que diga lo contrario.Para que eso cambie, pueblo de Chile tiene que nacer un nuevo hombre, mujer , con ideas frescas y originales que hagan renacer este país. No es posible que despúes de aprobar el voto no obligatorio , ahora piensen en volver atrás y que ahora de nuevo sea obligatorio, no es serio decisiones de ese tipo y hablan muy mal de la clase politica.
Hay muchos problemas por resolver, como la alta delincuencia, la cesantia, la educación, la salud, etc etc, y los politicos solo se preocupen de sus camarillas , al igual que la gallina con sus pollos .
Nadie ha pensado por ejemplo, modificar de pleno toda la estructura administrativa de Chile, en vez de presidente de la Nación, en su reemplazo un primer ministro , reemplazar las regiones por distritos federales o regionales con un gobernador, es decir, potenciar las regiones , prescindir en alguna medidas de los politicos , gibarizar el parlamento , etc etc .
Otra idea es fortalecer que no es lo mismo profesionalizar, a funcionarios públicos, ellos son la columna vertebral de este país, Como? Desarrollo y carrera funcionaria efectiva, sueldos dignos (ELIMINAR ESCALA UNICA Y CONFECCION DE OTRA ACORDE A LAS REALIDADES ,