#Medio Ambiente

Carsharing y la movilidad urbana sostenible

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Junto con marzo y aparte de los gastos llego la congestión vehicular, que año a año se agrava más gracias al constante crecimiento del parque automotriz.

No voy a criticar que muchos persigan el enraizado sueño americano de tener un auto propio, que en sí mismo no es malo. Pero, al considerar la realidad actual de grandes y eternos atochamientos, es negativo que la gente prefiera andar en su auto sola y se resista a utilizar el transporte público. Una realidad que los hace responsables directos de una congestión que perjudica a todos, incluso a aquellos que viajan en transporte público, que demoraran mucho más en llegar a sus respectivos destinos.

Hay que destacar que construir más calles y avenidas para lo único que sirve es estimular a la gente a comprar un auto, es decir, la congestión de seguir así no tiene solución y con el tiempo va a continuar agravándose.

Pero, existen variadas e imaginativas soluciones, algunas serán más complejas y requerirán medidas gubernamentales, otras que, si bien son relativamente simples de implementar, pueden ser consideradas impopulares por lo difícil que es, para algunos, el cambiar hábitos.

Para disminuir la congestión vehicular en las grandes ciudades es imprescindible ir hacia la movilidad urbana sostenible, para esto hay que modificar la costumbre de viajar solo y aprender a hacer un uso racional del automóvil.

Es legítimo, pero no es necesario tener un auto propio y quien tenga uno lo debiera usar de forma compartida, con el beneficio adicional de bajar gastos, ya que, la bencina y los peajes se dividen por la cantidad de pasajeros.

Se da en 2 modalidades:

Si varias personas, que antes viajaban en su propio auto y ahora lo hacen en uno compartido, logran que se reduzcan la contaminación ambiental, las emisiones de CO2, el consumo de combustibles fósiles y las congestiones de tráfico

  • Llevar a vecinos, amigos, compañeros de trabajo o conocidos que tienen el mismo destino o los pueden dejar en el camino.
  • Es el mismo y conocido sistema de la bicicleta compartida para miembros de un grupo. Permite a los usuarios disponer de un vehículo cuando lo necesita sin ser propietario. En Alemania existe la «circulación libre”, se reserva el auto a través de una aplicación, lo recogen y después del viaje lo deja estacionado en alguna parte de la ciudad. Es un sistema que también aplica para Motos y Patinetas eléctricas.

Compartir el auto es una forma de viaje ecológica y amable con el medio ambiente. Si varias personas, que antes viajaban en su propio auto y ahora lo hacen en uno compartido, logran que se reduzcan la contaminación ambiental, las emisiones de CO2, el consumo de combustibles fósiles y las congestiones de tráfico.

Sobre la congestión, piensen en lo siguiente, un auto y dependiendo del tipo, ocupa en promedio unos 11,5 m2 (sumando 1,5m como distancia entre un auto y otro). Es decir, si viajan 4 personas se reducen alrededor de 35 m2 por auto de espacio en calles y carreteras (el tamaño de un departamento pequeño). Imaginen la cantidad de espacio libre si esto se multiplica por 100 o más autos. La congestión disminuiría drásticamente, con el claro beneficio de llegar mucho más rápido a los diferentes destinos. Agreguen la cantidad de horas que ahorrarían en viajar de un lado a otro, que puede llegar y superar las 8 horas semanales. Horas de menos stress, que se utilizarían de mejor manera: compartiendo con la familia, amigos, haciendo deporte o simplemente haciendo nada. La calidad de vida mejoraría considerablemente junto con aportar en hacer ciudades más sostenibles y menos contaminadas.

Esta no es una idea nueva, importantes fabricantes de automóviles, como: Daimler, BMW y Volkswagen, invirtieron en el Carsharing y es utilizada por millones de personas, principalmente en países del norte global y en algunos países de nuestro continente, como Argentina y Brasil. Hay aplicaciones como BlaBlaCar y Carpoolear que ofrecen soluciones variadas. Sus usuarios pueden visualizar y tener referencias tantos del conductor y pasajeros, lo que permite que se viaje con la tranquilidad y seguridad de llegar a destino.

Los innegables beneficios de modificar la perjudicial costumbre de andar solo en auto debiesen ser estimulo suficiente para compartirlo. Es un cambio posible, el cerebro es un órgano dinámico y funciona igual que la sociedad, es decir, se adapta y moldea según las nuevas necesidades y termina por evolucionar. Tenemos el potencial y la necesidad urgente de hacer que nosotros y la sociedad mejoren.

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