Chile posee, o mejor digamos, tiene acceso a una enorme cantidad de agua productiva, rica en recursos de todo tipo. Tenemos 6435 kilómetros de borde costero, y si le sumamos los perímetros de islas, ensenadas y canales tenemos más o menos 83. 850 kilómetros de costa. Es decir, el país tiene acceso a muchísima agua, agua salada, que manejamos espantosamente mal.
Afortunadamente, aun no hay propiedad de dicha agua, salvo las concesiones pesqueras y de acuicultura: el agua del mar de Chile es aun relativamente libre y abundante. Todo un tema de futuro, además, pues la tecnología busca desesperadamente desalinizar grandes volúmenes de agua de mar para surtir la demanda cada vez mayor de agua dulce por parte de una humanidad en tierra, humanidad que ha crecido exponencialmente de mil a siete mil millones en poco más de un siglo.
Otra cosa es el agua dulce
En general podemos decir que buena parte del territorio de Chile es rico en agua dulce. Incluso en el desierto chileno, en las alturas glaciares y en las napas subterráneas, muchas de ellas relictas, el norte chileno posee también bastante agua dulce. Ya hacia la zona central, el agua dulce comienza a aumentar, pero también aumenta la población y los problemas se hacen críticos. De hecho, ya hay crisis de acceso al agua limpia, potable, para millones de personas. Ocurre esto hoy en día en la cuenca del río Aconcagua y en la Región Metropolitana.
Más al sur somos un país afortunado en agua. El ciclo de evaporación y precipitación de agua líquida y nieves, genera las condiciones para un territorio verde y bien surtido de agua. El calentamiento global va a alterar estas condiciones y, sin embargo, Chile aparentemente seguirá siendo afortunado en agua.
Toda esa agua, necesariamente sometida a una gran presión de consumo humano, a nivel urbano, en la agricultura, la ganadería, la industria y, por supuesto, la minería, está hoy en día sometida a las leyes del mercado, lo que es desde ya, en mi opinión, un error histórico del Estado de Chile.
El mercado no responde necesariamente a las necesidades de las personas que habitan el país; el mercado especula y maneja el agua como fuente de ingresos monetarios para intereses privados. Entre medio hay normas, leyes y controles que han resultado absolutamente insuficientes para regular ambiciones y especulaciones privadas sobre un recurso que debiera ser notablemente público.
Todavía la Cordillera de los Andes, alta y ancha, es capaz de almacenar mucho más agua dulce de la que hoy necesitamos. Nuestro cuidado de los glaciares cercanos está aun en pañales. En la Unidad de Arquitectura extrema de la Universidad Santa María, nos ha tocado estar en primera línea, desarrollando y construyendo infraestructura científica para apoyar los esfuerzos que hace el Ministerio de Obras Públicas. Su Dirección de Aguas, con su joven Unidad de Glaciología, para explorar, vigilar y prospectar el enorme sistema de glaciares que almacena nuestras posibilidades de agua dulce.
Hemos estado en glaciares frágiles y amenazados como el Jotabeche, a 5200m sobre el nivel del mar, en las cercanías amenazantes de las mineras Casale y Pascua Lama, de la Barrick Gold Corp. En la zona cordillerana de Copiapó, así como en el aun más frágil glaciar Echaurren, que gobierna en la parte alta las aguas que surten a Santiago. Entre el calentamiento global y las mineras, muchos glaciares cercanos a la actividad humana están en condiciones críticas, los hielos disminuyen y las aguas se ensucian más de la cuenta por impactos de la actividad humana. Ojo con los glaciares: son la riqueza de Chile, y no los estamos cuidando bien.
El mercado no responde necesariamente a las necesidades de las personas que habitan el país; el mercado especula y maneja el agua como fuente de ingresos monetarios para intereses privados. Entre medio hay normas, leyes y controles que han resultado absolutamente insuficientes para regular ambiciones y especulaciones privadas sobre un recurso que debiera ser notablemente público.
Sin embargo, Chile tiene una gigantesca oportunidad global, que también tenemos casi abandonada, si no fuera por los esfuerzos de la Unidad de Glaciología, los militares locales que los apoyan, los escasos glaciólogos que tenemos y hacen actividad científica. En Chile están las segundas mayores reservas de agua dulce del planeta en zonas continentales habitadas: Campos de Hielo Norte y Campos de Hielo Sur, al sur de la ciudad de Coihaique, donde también hemos estado con Arquitectura Extrema de la USM y la DGA del MOP. Esa enorme cantidad de agua limpia y congelada, cuyos glaciares vierten hacia el Pacífico, es una oportunidad nacional y planetaria única, privilegiada, amenazada y prácticamente abandonada. La envidia de cualquier otro país del mundo está en las alturas de la Patagonia. Una reserva, además, geopolíticamente trascendental, que en la práctica requiere mucha más atención del Estado de Chile.
La sustentabilidad del agua dulce de Chile, un país afortunadamente con muchísima agua. Pasa por un manejo cultural y político adecuado, una adopción y búsqueda de tecnologías para su uso limpio. Atención en esto último con la minería, que va creciendo, con la industria y la agricultura y, por supuesto, las ciudades. El agua debiera ser tomada del territorio y devuelta a él ojalá más limpia.
El agua dulce, como un derecho humano y como una de las propiedades más importantes del país, será un tema serio y relevante en la política nacional de los próximos decenios.
* Por Pedro Serrano, Presidente del Directorio de Fundación Terram. Académico departamento arquitectura USM.
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Fuente de fotografía
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fabiola manque
quisiera información especifica de la aducción o canalización del agua dulce
Almendra castillo
Tienes que poner mas información necesaria para hacer los trabajos que nos piden
Rubén
Me parece que este es un tema de la mayor importancia estratégica para el país y , como siempre, quienes debieran estar avizorando el futuro, elaborando políticas adecuadas orientadas a proteger este recurso escaso y esencial para la vida, están enfrascados en disputas de ámbitos menores y de interés ajeno a esta realidad. Tengo una pregunta para el articulista. Cuál es la razón por la cual Chile no figura en ningún ranking como un país top 10 en reservas de agua dulce. Qué se utiliza como parámetro para establecer ese ranking? Hay desconocimiento de estas reservas? No son reconocidas como tales a nivel internacional ? Se debe a que más bien son recursos pero no reservas?.
Armando Hernandez
Me parece atinado este artículo:
1.- Realmente con el agua dulce en Chile no se puede jugar entregándola a la voracidad del mercado, la pruebas están a la vista.
como se dice a confesión de parte, relevo de prueba.
2.- Se agradece el esfuerzo de algunos especialista para denunciar lo de los glaciales y defenderlos.
3.- Se debe revertir obligadamente la actual privatización de un elementos que es patrimonio de todos los chilenos, esta es cuestión de vida o muerte, y es en serio.
4.- Lo que me llama la atención es que no existen proposiciones a la vista para asegurar el agua necesaria para toda la región centro norte del país. Salvo una proposición de unos ingenieros que proponen una gran acueducto que parta de la región sur del país y llegue con agua hasta el norte grande, «según ellos» el costo de esta agua sería mucho menor que des salinizar. el agua del mar.
5.- En esto hay que tener visión de estadista y mirar al futuro de la nación (hoy no existen esas personas.
6.- Como soy un tipo de acción y muy práctico desde ya debieran estar construyendo embalses, tranque o como quieran llamarlos sean grandes mediano o pequeños en todas las cuencas de los ríos de la zona central y así acumular los millones de M3 de agua que se pierden en los inviernos de esta zona del país.
y para esto no es necesario estudios ni cosas parecida solo estimar los costos de construcción y sus sistemas de canalización, ( Por estudios la Corfo tiene un piso entero de estudios que no han servido para nada) ahora si nos ponemos un poco avispados en las salidas de estos tranques acumuladores se ponen pequeñas centrales hidroeléctrica que nos aseguran una cantidad de energía adicional al sistema. ¿que tal?
Por lo que adivino me alegra que esta organización la dirija un Ingeniero de la U. F. Santa Maria, le dará seriedad.
saludos.