La crisis institucional de Carabineros de Chile por la muerte del comunero mapuche Camilo Catrillanca y una serie de otras situaciones durante 2018 como «Operación Huracán” y el desfalco de recursos fiscales por más de $28 mil millones, han afectado fuertemente la imagen y reputación de la institución que hasta el 2016 era la que más confianza generaba en los chilenos, de acuerdo a la encuesta CEP. Actualmente, la entidad se encuentra lejos del primer lugar, siendo desplazada por las Fuerzas Armadas.
Otro dato que revela el duro momento es la última encuesta de opinión pública de Cadem, donde su aprobación cayó desde 67% al 39%, llegando a su mínimo histórico. El mal momento de la policía uniformada también lo confirma la IV Encuesta Nacional de derechos humanos 2018 del INDH, en la cual Carabineros se encuentra dentro de las instituciones que más viola los derechos civiles y políticos con un 27.5%.
Pedir perdón. Nunca es tarde para hacerlo, por lo que sería un gesto de reconciliación nacional que el general director de Carabineros se reuniera con la familia del comunero mapuche.
Claramente la imagen de los carabineros está bastante maltrecha y ahora el nuevo general director de la institución, tendrá la difícil misión de recuperar la confianza de la opinión pública, ciudadanía y de las autoridades de gobierno, que quieren dejar en manifiesto que la rama castrense se encuentra subordinada al poder civil y debe seguir esa jerarquía establecida por ley.
«Después de la guerra, todos son generales», dicen por ahí, por lo que el objetivo de esta columna de ninguna forma es hacer leña del árbol caído o criticar. Al contrario, lo único que se busca es sacar algunas lecciones y dar algunas ideas para superar la crisis de Carabineros.
Lo primero es la recuperación de la confianza y la legitimidad de la institución con sus diferentes stakeholders. Esto se puede hacer a través de acercamiento con las comunidades, sobre todo las de la zona del conflicto mapuche. Por otro lado, no es necesario invitar a tomar café a las personas a un Starbucks como lo plantearon en un principio, pero sí es una buena idea estar en centros comerciales, plazas, colegios y ferias libres en contacto directo con la gente.
Pedir perdón. Nunca es tarde para hacerlo, por lo que sería un gesto de reconciliación nacional que el general director de Carabineros se reuniera con la familia del comunero mapuche.
Confirmar la información más de una vez. Si vuelve a existir una situación delicada como la muerte de un civil durante una intervención de Carabineros, es mejor que la declaración oficial tarde un poco más antes de cometer errores por información falsa como la que recibieron durante el caso Catrillanca, la cual fue la misma que manejaban las autoridades y políticos que después tuvieron que salir a dar excusas.
Auditoría externa. Tal como mencionó un ex general director, es necesario que Carabineros sea auditado en todos sus procesos financieros para evitar situaciones de fraude como los que ocurrieron en el llamado «pacogate» durante 2018. Esto ayudará a que se puedan centrar en su trabajo y contribuirá a mejorar la imagen y reputación de la institución al derivar a un tercero la responsabilidad de cuidar la plata de todos los chilenos.
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