Distintos medios de prensa, han venido últimamente dedicando páginas y espacios al eLearning o formación online. Es que se ha conocido de “paros online” en varias universidades y otras más han anunciado medidas similares.
¿Qué es? Definiremos al eLearning como aquella disciplina de la formación que se sustenta en Internet o Red, y que al ser la información y conocimiento movilizados por medios electrónicos en tiempo real o diferido, rompe con los limites de tiempo y espacio de la formación presencial. Su evolución está indisolublemente ligada a la evolución de Internet y las TIC que proveen instantaneidad a la información y las comunicaciones.
Así, por ejemplo, en la Red podemos encontrar sin mayor limitación que un PC y conexión a Internet, abundancia de recursos de información y contenidos de distinta naturaleza del saber, siendo en este ámbito los MOOC, los de mayor cobertura a nivel global. Por lo general, el acceso a estos recursos tiene pocas restricciones pero en algunos casos hay costos asociados. Macrocorporaciones como Linkedin y Google también han desarrollado sus propias plataformas para generar conocimientos.El eLearning requiere de un marco pedagógico y didáctico además de capital humano formado para movilizar el conocimiento en estos espacios; la tecnología solo es el instrumento.
Por otra parte, las grandes organizaciones, sujetas a más o menos restricciones según su giro, desde sus Intranets manejan sus propios recursos de información y de comunicación interna para desde allí salir a la Red. Se benefician de la evolución de estas tecnologías por cuanto aumentan las combinaciones para su uso. Las áreas de formación de capital humano por medios virtuales se alojan por lo general en estos espacios. La telefonía inteligente y otros aparatos digitales de última generación aparecen en el horizonte como potenciales aliados para mediar en los procesos formativos.
Dicho lo anterior, cuando se trata de procesos de enseñanza-aprendizaje formal o reglada que imparten las universidades u otros centros de estudio, o como suele ocurrir en el caso de las empresas, cuando buscan formar a sus trabajadores en alguna competencia crítica para su giro, se utilizan plataformas tecnoeducativas del tipo LMS- Learning Management System, por sus siglas en ingles o Sistema de Gestión del Aprendizaje u otros recursos con capacidad suficiente para sostener los componentes esenciales de un proceso de aprendizaje así concebido: alumnos o participantes; profesores-instructores-tutores o mentores; contenidos; diseños instruccionales; objetivos de aprendizaje; actividades; evaluación, entre otros.
Acá es cuando parten las complicaciones. En breve, vamos a mencionar las más recurrentes según la evidencia empírica mundial:
1.- Tecnología y Brechas Digitales Una herramienta tecnoeducativa es óptima, cuando quien la utiliza dedica el menor tiempo posible para obtener un rendimiento productivo de ella. Para alcanzar un nivel de uso efectivo de la tecnología, se recomienda utilizar manuales de uso, guías y tutoriales que sirvan de apoyo a su uso, en especial cuando nuestras audiencias sean masivas. Pero además, porque a nivel de los diseños se debe abordar las brechas digitales ocultas en la sociedad. Somos un país extremadamente desigual y eso también se refleja en la era digital. Por lo tanto, la clave acá consiste en diseñar los espacios desde el Diseño Universal. Detalles
2.-Contenidos y recursos Los contenidos y su adecuada correlación con los objetivos de aprendizaje, son otro elemento crítico en el eLearning. La buena noticia, es que hoy existe una riquísima variedad de recursos digitales potencialmente utilizables con fines formativos lo que permite construir verdaderos ecosistemas de aprendizaje: así, disponemos de cursos empaquetados según estándares, recursos en formatos multimedia hasta otros más sofisticados como contenidos en pequeñas cápsulas del tipo “Rapid Learning”, además de los propios recursos de la Red, de la institución que imparte el curso y obviamente el de los profesores. Una buena práctica recomendable es que al disponer las plataformas de mucha capacidad de almacenamiento de recursos, nos brindan la posibilidad de horizontalizar el proceso de enseñanza-aprendizaje, solicitándoles a los participantes que aporten sus propios recursos.
3.-Organización del proceso instruccional En el eLearning la improvisación se paga caro. Es imprescindible darse por una parte el tiempo para hacer correlacionar adecuadamente los objetivos deseados con los medios y metodologías, seleccionar los recursos, planificar las actividades y sus plazos de entrega, tanto como definir las evaluaciones. En esta parte del proceso, se recomienda como buena práctica hacer un breve análisis del perfil de los alumnos y sus características, además de levantar en esta fase si tienen PC o algún dispositivo con conexión a Internet y, obvio, si tienen acceso a la Red.
Tan importante como aquello, es que los líderes de las Instituciones de las que se trate, respalden a los equipos involucrados y releven la disciplina en las políticas institucionales. Para optimizar las ventajas de las plataformas tecnoeducativas es necesario aplicarle inteligencia humana desde su fase de diseño y a todo el resto del proceso. De este modo se minimizan los inconvenientes, que en su fase de implementación puede significar deserción de estudiantes. En las empresas puede significar que aborte el proyecto o se enrarezca el clima laboral a causa de la improvisación y falta de rigor en sus fases iniciales.
4.- Estrategias Didácticas El poder de estas herramientas radica en las amplias posibilidades que nos ofrecen para implementar procesos de aprendizaje. Tanto si se opta por acentuar el proceso a nivel individual, en equipo, o una combinación de ellas. El potencial del eLearning, en sus versiones más actualizadas, es que contribuye a la construcción social del conocimiento en la medida en que dicha construcción sea parte de una declaración explícita y existan objetivos, contenidos y actividades tras su consecución. Nosotros agregamos que es decisiva la participación de profesores, tutores o movilizadores virtuales capacitados para incidir en los procesos formativos.
Por otra parte, a nivel de empresas la clave consiste en ayudar al trabajador a resolver problemas prácticos, concretos, que tengan que ver con su día a día. Entre las metodologías que nos ayudan al intercambio y la colaboración tenemos el estudio de casos, así como generar ambientes exploratorios junto con estimular el autoaprendizaje como competencia distintiva del siglo XXI.
El eLearning, que irrumpe en el contexto de una pandemia global, ha sido y es una disciplina con extraordinario potencial para mejorar la calidad de la educación y la formación de personas en todo el amplio espectro del saber humano. Pero el eLearning requiere de un marco pedagógico y didáctico además de capital humano formado para movilizar el conocimiento en estos espacios; la tecnología solo es el instrumento.
La calidad no se obtiene por decreto; más bien requiere de colaboración, generación de redes de apoyo entre pares, espacios virtuales para compartir experiencias entre ellos y el tiempo necesario para que la carga no recaiga solo en el profesorado del sistema educacional o los formadores en las empresas. Por eso, estimamos indispensable que los líderes de las Instituciones, empaticen con quienes harán estas funciones, entregando facilidades, tiempo y recursos para el aprendizaje de estos actores en el uso de la tecnología para conducir estos procesos.
Antes de terminar, algo breve a nivel país: se hace necesario un marco Institucional más fuerte al existente, que permita sintetizar y sistematizar las experiencias, estudiar e investigar las tendencias de acuerdo con la riquísima evidencia empírica a nivel mundial. Que la urgencia que nos coloca la pandemia nos sirva para darnos cuenta de nuestras carencias y de las extraordinarias posibilidades que nos abren estas nuevas tecnologías puestas al servicio del conocimiento y el bien común del país y de la humanidad tan severamente castigada .
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