#Educación

Defendamos la gratuidad

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Qué duda cabe que, con la llegada del segundo gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, el país y la sociedad en su conjunto salió a hacer frente a una serie de ámbitos que hasta ese entonces resultaban altamente conflictivos, y que no tenían una respuesta contundente y determinante desde los diferentes gobiernos previos: Se termina con el sistema binominal, que mantenía secuestrado al Congreso en un permanente empate y evitaba que las mayorías democráticas marcasen el rumbo del país; se promulgó el acuerdo de unión civil, el que permitía avanzar en el proceso de restitución de derechos a las personas con diversas orientaciones sexuales y que pudiesen tener un reconocimiento que las parejas heterosexuales siempre han tenido; se logró otorgar el derecho a voto a las y los chilenos que han dejado nuestras tierras, pero que siguen activamente vinculados al país y, desde su perspectiva, aportar a fortalecer procesos democráticos desde sus experiencias, para muchos simbólicamente significa el fin del exilio; además, se avanza en fortalecer la institucionalidad que busca la igualdad de géneros, creando el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, el que ha dotado de mayor fuerza a las necesarias transformaciones que precisa nuestro país; entre muchas otras iniciativas transformadores y democráticas impulsadas por este gobierno. Entre las más sentidas de estas demandas, que colmaron las calles de todo el país de anhelos y sueños, se encuentra el derecho de todas y todos por acceder a la educación formal sin impedimentos económicos ni sociales. Hace ya varios años se manifestó en nuestro país una profunda crisis en la educación chilena, crisis sustentada por un modelo que debilitó el sistema de educación pública, basado en el lucro y la segregación social de niños, niñas y jóvenes. Junto a la voluntad política y el compromiso y la organización de la movilización social hemos logrado avanzar en la dirección de constituir la educación como un derecho social.

El fin al copago, el lucro y la selección, son algunas de las conquistas que no podemos permitir que nos arrebaten. Dichos avances han quedado en entredicho por el candidato de Chile Vamos, Sebastián Piñera, quien incluso ha señalado su intención de terminar con una demanda histórica de las y los estudiantes y el movimiento social: La gratuidad en la educación superior. Frente a esto, no podemos quedarnos de brazos cruzados, siendo un deber de todos y todas el defender este derecho conquistado, que permite avanzar significativamente en la igualdad de posiciones, buscando revertir la desigualdad y segregación a la que nos ha llevado este modelo económico de desarrollo neoliberal. Hoy, son más de 250 mil jóvenes los que estudian en el sistema de educación superior con gratuidad; lo que equivale a miles de familias que hoy no se están endeudando para que sus hijos se eduquen, lo que les permite visualizar mejores condiciones de vida hoy. Al terminar el mandato de la presidenta Bachelet serán 400 mil jóvenes los beneficiados, más no es el único avance: se ha logrado, además, que la tasa de retención de estudiantes con gratuidad sea de un 86,7%, mientras que la retención promedio de los estudiantes sin gratuidad durante los años 2016-2017 sólo alcanzó un 68,7%. Poco a poco vamos logrando avances en cobertura, hasta llegar a la gratuidad universal. Es cierto, el camino resultó más complejo de lo esperado, sin embargo, el camino trazado y los avances logrados han de mantenerse gracias al activo rol que debe mantener nuestra sociedad en todas sus esferas. Por tanto, defender la gratuidad y todo lo que conlleva, no es por un mero afán de un grupo de personas, sino que se configura como una tarea histórica; de todos y todas quienes creemos que la educación es un derecho que debe ser garantizado por el Estado.

No podemos conformarnos con lo logrado hasta hoy, sino es necesario mantener la profundización de las reformas, en perspectiva de revertir las profundas diferencias estructurales que ha traído consigo este modelo. es ahora tan relevante y urgente, más aún después de décadas y generaciones enteras que entregaron su energía y organización para llegar al actual escenario

"Defendamos la gratuidad y resultemos vencedoras y vencedores de esta contienda, mano a mano contra la desigualdad. No permitamos que nos arrebaten nuestro sueño, nuestro derecho que hoy es una realidad."

Defendamos la gratuidad y resultemos vencedoras y vencedores de esta contienda, mano a mano contra la desigualdad. No permitamos que nos arrebaten nuestro sueño, nuestro derecho que hoy es una realidad.

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Javiera Hausdorf

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1 Comentario

Jose Luis Silva

JLuisSilva

O sea Guiller apuesta por la profundización de las reformas, no tiene discurso propio por lo tanto se suma gratuitamente al escenario mas turbio.

Por un lado son justamente las reformas las que han provocado el rechazo ciudadano a la coalición gobernante, o sea es justamente lo que resta votos, no suma. No suena inteligente.

Por otro lado si el resultado de la reformas fueron inconclusas habiendo tenido un respaldo tan mayoritario del gobierno y las dos cámaras alineadas a favor de ellas ¿Qué tan concluyente sería continuar el mismo plan ahora con cada vez mas rechazo ciudadano y seguramente sin el apoyo mayoritario en el congreso?. Guillér demuestra que no sabe como sortear obstáculos.

Me queda claro que Guiller no tiene un discurso propio ni una visión clara de como superar este turbio futuro que se vé para lograr este discurso ajeno. Además hay algo como de poca sensibilidad de lo que quiere la población, es como intentar reposicionar un producto resaltando las características que hicieron que lo rechazaran. No tiene dedos para el piano claramente.

Hasta aquí Piñera y en primera vuelta.

Saludos

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