En el marco del lanzamiento el Plan Impulso Araucanía por parte del Presidente Sebastián Piñera, cabe destacar que esta iniciativa no resolverá el problema de pobreza en La Araucanía ni el problema histórico del pueblo mapuche, ya que es solamente publicidad, hay que sacarse la venda de los ojos y entender que no resolverá los problemas de fondo.
Todos los planes que se han hecho en La Araucanía proponen lo mismo, arreglar carreteras o pavimentación de caminos rurales, postas, escuelas, agua potable, etc., por tanto en esta oportunidad no hay ninguna innovación, es lo mismo, pero con otro nombre. Además, se habla de 8 mil millones de dólares en un programa de ocho años, lo que se aleja de la realidad porque los presupuestos son anuales y no a ocho años. Entonces nada asegura que de aquí a ocho años estén estos recursos, la verdad es que es “mucho ruido y pocas nueces”.La ideología y visión de este gobierno es netamente económica, pues creen que la pobreza mapuche se debe a que son flojos y que no saben trabajar la tierra
Se debe avanzar en el reconocimiento de derechos colectivos, al igual como sucede con el pueblo Maorí en Nueva Zelanda o las Primeras Naciones en Canadá, entonces, para el desarrollo económico de un pueblo se deben tomar otras medidas, como por ejemplo la creación de un banco de desarrollo y crédito indígena, que apunta a un derecho económico que es colectivo y no solamente para los amigos del gobierno, que no discrimine ni segregue, debe existir una corporación de desarrollo y fomento productivo para los pueblos indígenas y esto no es ninguna innovación porque ya existe en Nueva Zelanda, donde existen los fondos de crédito y desarrollo económico Maorí, quienes hoy en día son dueños de su desarrollo económico, y las Primeras Naciones en Canadá tienen una banca indígena.
En este plan, echamos de menos iniciativas serias como una universidad para el desarrollo de los pueblos indígenas, proyecto de ley que fue presentado y no está contemplado acá, yo le dije personalmente al ministro Moreno que para el desarrollo de un pueblo también debe desarrollarse el conocimiento, además de desarrollarse medidas políticas para participar en el Estado y desarrollarse medidas económicas colectivas, no solamente la entrega de bonos.
Deben existir escaños reservados para que los mapuches y los otros pueblos originarios puedan ser representados donde se toman decisiones a nivel de consejos municipales, regionales y en el Parlamento, solicitud que no lo he planteado solo yo, pues lleva muchos años durmiendo en el Congreso, sin embargo, la medida que propone el Gobierno no apunta a cupos reservados, sino que buscan que los partidos políticos aumenten el número de candidatos indígenas en las elecciones que son iguales para todos, sin embargo, cuando en democracia elige la mayoría las minorías no pueden elegir, entonces la cancha siempre estará desnivelada. Por eso necesitamos una propuesta de participación política más seria, escaños reservados de acuerdo a la densidad poblacional Indígena.
La ideología y visión de este gobierno es netamente económica, pues creen que la pobreza mapuche se debe a que son flojos y que no saben trabajar la tierra, y que los latifundistas sí saben trabajar la tierra, en consecuencia, proponen resolver esto modificando la Ley Indígena para que las tierras se puedan vender, arrendar, enajenar o hipotecar, entonces el mapuche sería un peón del patrón de fundo como antes, ese no es el desarrollo que necesitamos. La situación del pueblo mapuche no es solamente económica o de pobreza, sino que tiene que ver con un tema de reconocimiento de derechos territoriales, colectivos que no son considerados en este plan y por eso está destinado al fracaso.
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