A propósito de la venida del Papa Francisco I a nuestro país durante el mes de enero del año que comienza, es inevitable no recordar la visita de Juan Pablo II durante el mes de abril del año 1987, país conmocionado y a la vez habido de justicia y verdad, visita que se transformaba en una luz para un país bajo dictadura militar y que como decía el maestro Nino García, “mira como el río de tanto llorar se ha desbordado, algo que hay que hacer para impedir que ese oculto caudal se lleve la historia..”, en su canción La paz y la guerra.
Es exactamente de este genio del cual queremos hablar en estas líneas, quien a sus 29 años de edad realiza una composición para la venida de Juan Pablo II, llamada “Mensajero de la vida”, cantada por él junto a Paulina Sauvalle, y letra creada por el padre salesiano y músico también, don Neftalí Salgado. Canción que en su oportunidad no fue seleccionada para ser el himno oficial de dicha visita y finalmente siendo elegida la composición de Eugenio Rengifo de Los Huasos de Algarrobal. Nino García, músico de Valparaíso, creador de música docta lo que abarca obras como Sinfonía Democrática, Sonatita para flauta y piano, Gran sonata para violín y piano, Artículo de concierto, entre muchas más y creador de canciones como Entre paréntesis, la inolvidable versión de Gloria Simonetti, Sin razón, que increíblemente no fuese valorada en el Festival de la Oti en Argentina, Espejismo junto a su grupo Casablanca, creaciones para cantantes, arreglos orquestales, en fin un gran maestro nacional que hemos querido recordar, y sobre todo por este trabajo en el ámbito religioso que es una hermosa canción poco conocida de su existencia y que musicalmente hablando era superior en texto y música a la del himno oficial realizado por Rengifo.Un legado valioso en lo histórico y musical de nuestro país, de un maestro no valorado en su oportunidad y que es de suma importancia para un país recordar su historia y sus artistas, como lo fue Nino García y el sacerdote Neftalí Salgado.
Quizás frases como “Chile entero quiere estar de pie, para regalarte un solo corazón reconciliado, en la verdad de Dios, en su justicia..” o “vienes a confirmarnos en la fe, en la alegría, en la esperanza..”, “ igual que el nazareno tú vendrás, mensajero de la vida”, en tiempo de represión, abusos, aquello fuese una provocación y a la vez una señal en la música de lo que efectivamente se necesitaba en nuestro país, un mensajero de la vida, ante todas las vulneraciones de Derechos Humanos, todo esto en opinión y análisis personal de la canción y su contexto.
Un legado valioso en lo histórico y musical de nuestro país, de un maestro no valorado en su oportunidad y que es de suma importancia para un país recordar su historia y sus artistas, como lo fue Nino García y el sacerdote Neftalí Salgado.
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