Muchas veces hemos escuchado y leído que el entretenimiento y la cultura son antagónicos, colocando a el entretenimiento en un espacio valórico menor frente a la cultura. Sin embargo, no se le hace justicia al «entretener» ya que se le menosprecia y desaprueba por algunos círculos que ven al entretenimiento como una amenaza, “alienando a los públicos para ser controlados”, como dijo Theodor Adorno.
Te sorprenderá, el significado de entretener es la suma de dos palabras con origen latino: inter – uno a lado de otro, y tenere – mantener, retener, contener. La conjunción de estos dos conceptos toma el sentido de mantener juntos. La palabra «entretener» nos invita a juntarnos, a estar con otros, a activar la comunidad y esto no es solo es un acto de reunir, sino que habrá que compartir un propósito para que convoque.
El problema aparece cuando utilizamos la palabra «divertir» como sinónimo de “entretener” pero resulta que son más bien antónimos. Divertĕre, que también se origina del latín, significa apartarse, girar, desviarse. Entonces el concepto “divertir” no solo es evasivo y separatista, sino que es todo lo contrario a mantener juntos.
Volviendo al «entretener», me parece que los actuales contenidos audiovisuales tienen un fuerte grado de entretenimiento, llamándonos a la reunión, reteniendo nuestra atención, conteniéndonos para entregarnos un mensaje social que de otra forma lo ignoraremos. Estoy hablando de algunas películas como: Two Distant Strangers que con inteligente ficción nos hace sentir la persecución racial y xenofobia en tiempos de migraciones; o los micro guiones en la última temporada de La Casa De Papel que demandan el robo de conquistadores a pueblos americanos; o las simpáticas aventuras de un anciano que nos abre las puertas del abandono en El Agente Topo. El entretenimiento en el cine, como en otras expresiones culturales, se ha convertido en un aliado para desarrollar pensamiento crítico masivo.
Soy consciente del valor de la cultura y su protección, pero el entretenimiento no es peligroso, al contrario. Entretenemos para persuadir, para facilitar la transferencia de mensajes complejos, para reunirnos con otros a reflexionar
Soy consciente del valor de la cultura y su protección, pero el entretenimiento no es peligroso, al contrario. Entretenemos para persuadir, para facilitar la transferencia de mensajes complejos, para reunirnos con otros a reflexionar. No se trata solo de complacer y evadir. Tampoco digo que la cultura no pueda ser divertida, pero eso es para otra conversación.
Celebro la capacidad de entretener de quienes hacen cultura porque es una habilidad que requiere gran talento y cada vez más necesaria en una era de abundancia de contenidos donde los públicos esperan ser seducidos.
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Amy Palma
Excelentes reflexiones culturales, felicidades Maestro Alex. Saludos desde Honduras.