Cuando hablo de la Iglesia puede considerarse a todas las iglesias. Aunque nosotros sabemos que la que predomina en Chile es la Iglesia Católica, seguida de otras formas de iglesias cristianas; y más allá diferentes creencias institucionales, podríamos decir así, que existen, y también no institucionales.
Desde hace como 10 años, o más, la iglesia sufrió o empezó a sufrir un golpe avasallador. Asociado a la denuncia y descubrimiento de pedofilia y otros abusos sexuales realizados por sacerdotes, pastores o guías espirituales en otros casos.
Pero no es solamente aquello, sino que yo creo que tienen que haber otros fundamentos más de fondo, más substanciales, que debilitaron a la iglesia desde antes. Porque la iglesia, la fe, o las religiones, finalmente son discursos, por lo tanto, reflejan la reacción de los seres humanos a la vida que tienen. La que habitualmente busca el conocimiento, puesto que, este le podría llevar a un mejor manejo de las circunstancias de su existencia y permitirle bienestar; y también por la desesperada ambición del ser humano de mantener la vida y no fallecer. Terror a la muerte que también se mejora con la fe.
Así es que la religión está, o las creencias religiosas más o menos organizadas están relacionadas con la naturaleza humana, y están también relacionadas con la salud. En este punto que acabo de nombrar, y además están relacionadas con la salud porque juegan un papel fundamental en la cura, en el destino de los padecimientos que tienen las personas. Aquellos que tienen fe, cualquiera que sea este discurso de fe, en el fondo organizan la esperanza, que se traduce en un estado fisiológico, orgánico, más placentero, de mayor tranquilidad, paz, tolerancia, resignación que evita caer en la angustia, la desesperación , la rabia, y ese tipo de sentimientos que son muy caros al organismo, y que distraerían el trabajo corporal y a la energía del metabolismo, la vitalidad, justamente cuando se necesita concentrarlas y ahorrarlas para que ese mismo enfermo luche por recuperar la normalidad.
E incluso como inevitablemente tiene que ocurrir, cuando adviene la muerte, el dolor que eso significa para los deudos también, mirado como angustia, como dolor, como sufrimiento, como rabia, como impotencia, se ayuda mucho cuando hay un discurso de fe, que vuelve a esas personas, alivia a esas personas, a vivirlo con emociones diferentes: paz, ilusión compañía, resignación y aceptación. Como se ve no es un hecho solamente psíquico sino también físico.
Lo que acabo de decir está reflejado en lo social, porque el ser humano constituye lo social, en esta dimensión se encuentra todo lo que son las personas, por lo tanto, esa misma fe en su manifestación social, tiene semejantes efectos salutíferos. Al respecto tenemos la importancia del papel de la iglesia-la fe, la espiritualidad, el misticismo- en lo que tiene que ver con lo social.
Por ejemplo, en Chile, en todos los conflictos de las décadas 60, 70, 80 del siglo recién pasado, bastantes, presentes aún ahora, la iglesia, o las iglesias, jugaron un papel fundamental: por la justicia, los pobres, la igualdad, solidaridad, empatía, compasión, respeto: Una iglesia presente ya previamente por supuesto. Recordemos los Alberto Hurtado, los Raúl Silva Henríquez, los Helmut Frenz Pastor de la Iglesia Evangélica Luterana, los Andrés Jarlan, los Mariano Puga, los José Aldunate…y Actualmente Felipe Berrios.
Las iglesias como organismos de fortalecimiento de la fe, por lo tanto, del espíritu, y de la psiquis, son esenciales en la vida y la salud de los humanos, cualquiera sea la forma que aquellas tomen
Tocó que este golpe sufrido por la Iglesia, que se asocia a las denuncias sexuales, fue probablemente motivo de que tuviera que protegerse de ser más afectada y no sé si por estrategia decidió desaparecer de escena, y se invisibilizó totalmente a tal punto, que hoy que estamos en semana santa, como en los últimos años, prácticamente no existe: ¡en semana santa! Eso es sorprendente.
Y cuando vino la explosión social, en octubre del 2019 en Chile, y a continuación aparece el Sars-Cov2, el famoso Covid-19, que ha cambiado dramáticamente la condición del mundo entero, y por lo mismo también la situación en el país, con daño, sufrimiento, dolor, muerte, afección social generalizada, económica, las respuestas del mundo no han sido suficientes. Cuando tanto las instituciones como la gente no han sido capaces de vencer al virus, la enfermedad, superarla, vencerla, no solo eso, sino que la reacción no ha estado a la altura de lo que sus propias ideas o abordajes le sugieren, porque no son capaces de cumplir lo que se proponen, nos encontramos en nuestra realidad como en pocas oportunidades de aquellas cuando a la humanidad le ha tocado enfrentar dificultades. Ahora sin la Iglesia, o sin las iglesias, que han estado prácticamente ausentes.
En vista lo que he plantado hasta aquí. De que el ser humano es un ser espiritual, y por lo tanto psicofísico, tanto en lo individual y social. En vista que las iglesias son reflejo de esa espiritualidad del psiquismo humano, y que por lo tanto en un buen funcionamiento, son un recurso fundamental para salir de las dificultades y los desafíos que la vida implica. Ante la necesidad que para las estrategias de salud hay una fuerte mística que evidentemente está siendo débil en este momento, y en la necesidad que entre todos sigamos buscando soluciones para este gravísimo problema que enfrentamos como humanidad, creo que el discurso de la iglesia para enfrentar la pandemia podría ser una alternativa a despertar en este momento. Integrada a la respuesta total de la comunidad que tiene su estructura -laica- por cierto
No se cual es exactamente el contenido del discurso que tendría que entrar a reforzar la lucha que ya está dando la humanidad por sobrevivir a la pandemia porque las iglesias tienen sus libros sagrados que las inspiran. Pero volvamos al concepto esencial de Dios, como concepto, no las distintas creencias con sus particulares mitologías. El desafío por interpretar el funcionamiento global del universo al que pertenecemos, que es el objetivo de conocer a Dios, lo hacen, las creencias primitivas, las iglesias al comienzo, la filosofía, después las disciplinas científicas. Pero las iglesias como organismos de fortalecimiento de la fe, por lo tanto, del espíritu, y de la psiquis, son esenciales en la vida y la salud de los humanos, cualquiera sea la forma que aquellas tomen. Y, en el siglo XXI, en este año 2021, esto es absolutamente igual. Lo único es que hay que precaverse, de que la espiritualidad actual sea reflejo de la etapa de desarrollo en que estamos.
Entonces creo que la Iglesia, digamos ahora en Chile, tiene que hacer un papel para reforzar la conducta social favorable a vencer la pandemia, en un discurso de fe, más allá de sus acciones que muy probablemente debe tenerlas, y puede que no sean bien conocidas para la mayoría.
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad