El voto vale, si es para darle un mandato claro a quien le entregamos nuestro apoyo. Si no sabemos qué pedir, qué queremos que haga el candidato cuando salga electo, entonces estamos en peligro de perder nuestro voto, y lo más grave, renunciar al soberano derecho y deber de construir nuestro destino.
Votamos para darle a cierta persona un mandato de representación, una misión para que ciertas cosas pasen, cambien o se mantengan.
Y creo que actualmente hemos perdido ese pacto, ese orden que pone en su justo lugar la soberanía popular. Nosotros tenemos el poder, y se lo traspasamos temporalmente a quienes elegimos, así de claro.
Cómo perdimos ese elemental acuerdo, vivimos una democracia anémica, que deja de ser legítimamente representativa para convertirse en “democracia delegativa”. Perdemos poder y renunciamos al ejercicio de controlar y exigir una rendición de cuentas a quienes nos representan. Es como decir, “que hagan lo que quieran, y nos vemos en 4 años más en las urnas”.
En este escenario, las opciones de hacer valer el voto son mínimas. Los candidatos tienen el sartén por el mango, pueden hacer promesas y más tarde no cumplirlas.
Para revertir en parte este mal negocio para los ciudadanos y el pueblo, la Red Chilena por Territorios Justos y Sustentables, en que Fundación AVINA forma parte, está trabajando desde marzo de este año, en nuevas formas de robustecer el sistema democrático, complementando la democracia representativa con fuertes elementos participativos y deliberativos de los actores claves del territorio. Su agenda tiene dos ejes de acción: a) Monitoreo ciudadano a la calidad de vida de sus territorios y de la gestión local, y b) Ley de Voto Programático.
Voto Programático y contraloría social son dos caras de la misma moneda. Por una parte, el Voto Programático obliga a los candidatos a inscribir un programa de gestión con metas claras a cumplir. Y luego de elegida la autoridad, los ciudadanos organizados pueden monitorear los resultados de esos programas comprometidos durante la campaña. Si no cumple su programa, la ciudadanía puede pedir que se revoque su mandato y llamar a nuevas elecciones.
Actualmente estamos prontos a lanzar la campaña de adhesión ciudadana, denominada no botes tu voto, para pedir la aprobación en el Congreso de una Ley de Voto Programático y Plan de Metas para las próximas elecciones 2012 a Alcaldes y Concejales. Queremos un debate político transversal, un debate abierto y verdaderamente público, con participación protagónica de organizaciones sociales y ciudadanas de los territorios de Chile. Porque es una iniciativa que parte desde acá, desde los ciudadanos de a pie, cansados de perder poder, y de desperdiciar una herramienta clave para transformar nuestra sociedad, como es el voto popular.
Iván Salazar, Gestor Nacional del Programa Ciudades Sustentables de la Fundación AVINA
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