#Ciudadanía

Chile y su nueva juventud multicultural

Compartir

A tomar nota, Señoras y Señores de la clase política: un Chile plurinacional sí es posible. Eso queda demostrado una vez más en quienes asumiremos en el futuro los destinos del país: las y los jóvenes.

Hace algunos días, el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) lanzó un sondeo de percepciones de la juventud sobre los pueblos originarios que viven en nuestro país. Un estudio esperanzador sobre lo que hoy pensamos quienes transitamos en la juventud, sobre la multiculturalidad de Chile.

Cada vez más estamos interesados en armar una sociedad más tolerante que tome los distintos elementos que son parte de cada pueblo, a cada nación y cada territorio que habita en Chile, para construir una identidad mucho más fuerte y respetuosa con miras hacia el futuro.

Y estos datos son esperanzadores por varias razones: porque el 96% que considera que los pueblos indígenas somos “muy importantes” en el país, demuestra que las juventudes no se están dejando llevar por el discurso tradicional de los sectores más conservadores de la clase política, quienes han tratado con los más burdos métodos, el justificar la negación de derechos. Aquí en La Araucanía, liderados por unos cuantos parlamentarios de oposición, que incluso han llegado a pedir toque de queda para un conflicto que miran como “policial” y no como “político”, como ha planteado nuestro Intendente. Tampoco se han comprado el discurso de los medios de comunicación que desde Santiago han tratado de influir en la opinión pública con esta caricatura de una zona sur con indios salvajes en taparrabos y una torre Caupolicán bombardeada por aviones secuestrados por mapuches terroristas. Los jóvenes somos capaces de estar al día de lo que ocurre con nuestros pueblos a través de los cientos de medios independientes que se han abierto desde el mundo indígena para romper los cercos informativos. El twitter, el Facebook y un sinfín de redes han sido la nueva forma de denunciar y hacer activismo consciente.

Es esperanzador también, porque los jóvenes estamos construyendo un nuevo Chile: un país que acepta la “morenidad” y que desde ahí, queremos tomar como nuestras aquellas identidades que hasta hace algunos años fueron despreciadas y aminoradas en nuestra sociedad. No es menor que un 71% de los encuestados considere a los pueblos originarios como “nuestro origen” y sólo un 10% lo relacione con “conflicto”. Cada vez más estamos interesados en armar una sociedad más tolerante que tome los distintos elementos que son parte de cada pueblo, a cada nación y cada territorio que habita en Chile, para construir una identidad mucho más fuerte y respetuosa con miras hacia el futuro. Ya no nos compramos el discurso de la violencia, ni mucho menos el de la discriminación. Al contrario: la reconocemos, nos indigna (un 68% cree que la sociedad no respeta a los pueblos originarios y un 58% percibe que se discrimina “mucho” a los indígenas) y desde esa indignación, somos capaces de incidir en el debate público.

Otro aspecto no menor, es que las y los jóvenes de nuestro país entienden que la “deuda histórica” hacia los pueblos indígenas no sólo depende del Estado. Sienten que es un compromiso de toda la sociedad: un 49% piensa que el desarrollo de la multiculturalidad escapa al Estado y depende de la “ciudadanía en general”. Y tienen muchísima razón: gran parte de la discriminación y el prejuicio que recibimos quienes somos parte de algún pueblo indígena es culpa de la ignorancia y el desconocimiento acerca de nuestras cosmovisiones. Esa estigmatización disminuye en la medida en que todas y todos aportemos a aprender a vivir en interculturalidad, tanto en el aspecto educativo (un 96% pide que se enseñe sobre los pueblos originarios en el sistema educativo formal) y por sobre todo, en otros espacios que según ésta encuesta, son espacios donde se generan las mayores discriminaciones hacia los indígenas: en el mundo político (66%), en los medios de comunicación (47%), en redes sociales (40%) y hasta en la calle y transporte público (34%) y el comercio (31%). Generar los espacios de participación política y social, educar en respeto y en “espejos de identidad” (vernos reflejados en la otredad, en el otro) y conversar abiertamente sobre éstos temas en el hogar, se transforman en recetas claves para reducir el estigma y a la larga, la discriminación.

Impulsar una agenda de desarrollo indígena ya no es una utopía. Aprender a vivir en multiculturalidad, en respeto mutuo y en una sociedad de derechos para todos y todas es algo que estamos aprendiendo quienes estamos pasando por la juventud. Somos nosotros/as quienes hemos hecho revivir las demandas que históricamente nuestros pueblos indígenas han levantado, hemos –al igual que Lautaro- utilizado nuevas formas de expresión y difusión de nuestras demandas y le hemos dado sentido. No me cabe duda que una nueva generación de profesionales y técnicos indígenas vamos a asumir los compromisos que nuestra gente necesita. Contamos desde ya, con el apoyo de cada vez más jóvenes y con el rechazo de cada vez menos “adultos”. Es señal de que vamos por el buen camino.

4
6

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad

Comenta este artículo

Datos obligatorios*

4 Comentarios

isabel Aguilera Duran

Cada escuela tiene mucho que hacer ,para reconocer que pertenecemos a un pueblo ,tenemos un origen y que somos diversos

Alfredo A. Repetto Saieg

Es sabido que en nuestro país se elijen políticos que no nos representan, también somos más o menos conscientes de que la libertad se transforma en una falacia porque el neoliberalismo es muy ineficiente en términos económicos, irracional políticamente hablando y bastante brutal por los dramas sociales que implica. Responsabilizo a ese régimen de nuestros problemas porque es quien nos insiste en la desregulación económica, en la flexibilización del trabajo, en el egoísmo y en la falta de respeto por nuestros semejantes donde debemos incluir en primer lugar a los pueblos originarios. La opción se construye batallando por otras formas de organización; me refiero al movimiento social a través del cual de a poco pero sin pausas exigimos los derechos que nos corresponden y que la élite nos niega. Esta «Nueva Mayoría» lo sabe y por eso continuamente debe reafirmar su compromiso con los intereses de la patronal de forma que en la práctica gobierna contra las demandas y urgencias de los mapuches y de la mayor parte de los chilenos. En ese sentido, la lucha de nuestros jóvenes ha sido central para crear conciencia sobre esta serie de cuestiones.

Mario Elizondo

Lo que señala el joven comentarista es cierto y se le debe agregar que las corrientes migratorias nos traen nuevos flujos, que pueden no ser pueblos originarios nuestros, pero si lo son en su patria.

Ello implica cultura propia que se integra con la nuestra.

La multiculruralidad llega para quedarse y exige respeto mutuo.

claudio

Los Europeos tambien son parte de la cultua chilena fueron lo que constryueron Valparaiso dejense de pavadas con la morenidad. italianos-croatas-judios-franceses tambien tenemos deudas con ellos , lo que pasa en chile no quieen blancos para que el vecino no se enoje.