La profunda reestructuración política del Ministerio de Relaciones Exteriores da cuenta que, racionalmente las cosas no estaban bien, más allá de lo emocional y la cercanía de tal o cual autoridad con el presidente, lo cierto es que este último; consciente de su alta responsabilidad y viabilidad del Gobierno decide, enhorabuena, este cambio de rumbo en un área tan sensible para el Estado; como lo es la diplomacia y las relaciones económicas con el mundo.
Mucho se ha escrito acerca de lo gravitante que es para el desarrollo económico del país las relaciones multilaterales y la sobriedad que se requiere para ello. No hace falta, por cierto, describir lo respetado y la validación que ostenta el nuevo Canciller Sr. Alberto Van Klaveren, a quien, junto a su equipo, le deseamos el mayor de los parabienes en el nuevo ciclo.Una política de Estado en la materia es el camino que las democracias sólidas llevan a cuestas, aquello requiere prioridad, unidad, comunicación estratégica y mucha, pero mucha política
Junto a lo anterior, quisiéramos hacer zoom en un aspecto siempre presente en la política exterior nacional, pero muchas veces con una imagen en la opinión pública de zigzagueos, temores e improvisación a la hora de reaccionar; me refiero a la relación bilateral con Argentina y específicamente a la situación limítrofe pendiente en la zona patagónica y las múltiples interpretaciones acerca de la proyección antártica del país.
Es de conocimiento público que la relación con nuestros vecinos en esta materia, desde las independencias, ha estado marcada por controversias, desencuentros, intromisiones, arbitrajes y también muy cerca de una guerra. Lo que por cierto jamás debe ser una opción; para ello está la diplomacia y la política, y son, estos últimos aspectos los que quisiéramos llamar hacia un activismo constructivo.
Las controversias con Argentina no han cesado en el tiempo, aun después de varios tratados y acuerdos de 1818 a 1998, creemos que seguirán en el futuro. Aquello hay que reconocer y tenerlo a la vista, existe una naturaleza intrínseca al otro lado de la cordillera o del “alambre”-como se dice en la Patagonia- de ampliar presencia y mirar al sur como polo de poder geopolítico y desarrollo. ¿Es legítimo?, esa respuesta no nos corresponde a nosotros como chilenos. Lo que si nos corresponde es ocuparnos para defender los intereses del país, en concordancia con el derecho internacional pero además con política, diplomacia y acción más que reacción. No cabe duda de que existe expertiz, conocimientos y planificación en el MINREL, pero aquello debe estar en concordancia con el principio de oportunidad, el día de mañana toda acción, diálogo y declaración forma parte de los argumentos de hecho que acompañan el estricto apego al derecho internacional.
[email protected] [email protected] de la Patagonia chilena mantenemos una excelente relación de amistad con los vecinos del sur argentino, incluso con vínculos familiares históricos, pero no por aquello dejamos de mirar con preocupación las expediciones argentinas en suelo nacional, las declaraciones y “creativos” mapas que tergiversan los tratados y cuestiones PENDIENTES, el marketing turístico que se realiza en el Monte Fitz Roy como propiedad trasandina, banderas y accesorios de nuestros vecinos en el circo de los altares en campo de hielo sur, y por cierto, los vuelos y declaraciones de altas autoridades acerca de la “Antártida” además del público plan de ampliación de bases antárticas, y si a eso le agregamos el relato a los pasajeros globales acerca de la presencia histórica en la zona, en contrapartida de la realidad histórica. Se comienza a cultivar una naciente inquietud por lo que sabemos debe venir en algún minuto; zanjar definitivamente la situación limítrofe pendiente en Campos de Hielo Sur y lo que, por cierto, tendrá la compañía del “gallito” por la presencia en la Antártica.
Una política de Estado en la materia es el camino que las democracias sólidas llevan a cuestas, aquello requiere prioridad, unidad, comunicación estratégica y mucha, pero mucha política. Deseamos tremendo éxito al nuevo equipo de Cancillería y solicitamos que como ayer, se priorizó el norte, hoy bajo la diplomacia y la alta política, se priorice el sur austral y se defienda legítimamente lo que a nuestro país le pertenece.
Elson Bórquez Yáñez
Presidente ONG
Brújula Sur
Comentarios
26 de marzo
Que desagradable es leer: Es de conocimiento público que la relación con nuestros vecinos en esta materia, desde las independencia…sobre todo los argentinos patuos con un tal San Martin que cruzaron la cordillera de los Andes para que Chile fuera independiente. El resto de sus comentarios negativos del Ministerio de Relaciones Exteriores me hacen recordar al inutil e inoperante canciller Allamand, que ni visitó la Patagonia.
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27 de marzo
Hola Gonzalo, el proceso de emancipación de las naciones sudamericanas, fue un proceso respetuoso y de franca cooperación entre liderazgos, ojalá aquello hubiese prosperado. El principio fundante de las nuevos paises en la epoca fue «Uti possidetis juris» que reconoció los territorios y limites que cada virreinato y capitania tenia en ese minuto, el que generó el desarrollo de la mayoria de los nuevos paises. La opinion escrita pretende relevar lo que vino años de despues de aquello, con los cambios de opiniones e interpretaciones límitrofes unidireccionales que llevaron a negociar «situaciones» que estaban resueltas.
Del Ex canciller Allamand, coincido 100%
Saludos.
08 de abril
Viajar hace bien y acerca a las gentes. Por Semana Santa, Mendoza tuvo el ingreso de chilenos más importante de la post pandemia. Así lo aseguraron desde el Ministerio de Turismo de Mendoza. Para la misma fecha el año pasado llegaron 4.000 personas, mientras que entre miércoles y jueves de 2023 ese número se triplicó, ingresaron 12.400 por el paso internacional Cristo Redentor. Los chilenos buscan buena gastronomía y compras de todo tipo, desde abarrotes en supermercado, a remedios en farmacias. Así, con relaciones comerciales culturales y sociales se superan las fronteras físicas y mentales.
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