Veintiún años cumple en la formalidad, una comuna que cuenta historias de más de un siglo. Chiguayante, de ser conocida como la última frontera y asentamiento mapuche, a transformarse en una de las ciudades que sorprende por su calidad de vida, ha conocido de historias que con los años la han definido como una ciudad donde el esfuerzo y el sacrificio de sus vecinos la han transformado en una ciudad solidaria y pujante.
Tres Alcaldes atraviesan la historia de la Tierra Bella (así la llaman cariñosamente los chiguayantinos).
Walter Schaub, desde 7 de octubre de 1925, gracias al decreto supremo N° 740, dirigió a una incipiente comuna, intento que duró 11 meses y 23 días, antes que nuevamente fuera declarada subdelegación de Concepción. Desde ahí su historia se escribió entre hilos y paños.
«El auge y apogeo de la industria textil forjó, en cierta medida, el carácter e identidad de los Chiguayantinos, transformándose en una comuna a ratos familiar, donde todos se regalaban el saludo matutino y donde la tragedia de unos se transformaba en la desgracia de todos.»
A inicios del siglo XX, Chiguayante se desarrollaba con las fábricas de Chileans Mills e Hilados de Algodón, sumándose posteriormente, Caupolicán y El Tigre. La industria textil crece con la fábrica Schaub, la más antigua de la ciudad, que comenzó confeccionando saquitos de papel, para luego ampliar su rubro a sobres y cuadernos.
El auge y apogeo de la industria textil forjó, en cierta medida, el carácter e identidad de los Chiguayantinos, transformándose en una comuna a ratos familiar, donde todos se regalaban el saludo matutino y donde la tragedia de unos se transformaba en la desgracia de todos. Tal vez, ese sentido de pertenencia motivó que el año 90’ los vecinos se agruparan en torno al Comité Procomuna, siendo representado por los señores Iván Francesconi, Hugo Moreno, Luis Peña y Sergio Albornoz.
Gracias a esta organización, y el apoyo de parlamentarios de la zona, el 28 de junio de 1996, se publica en el Diario Oficial, la Ley Nº 19.461, que crea por segunda vez la comuna de Chiguayante.
Desde esta segunda vez y hasta nuestros días, Chiguayante ha contado con dos alcaldes que han buscado proyectar la ciudad más allá de los estigmas de ciudad dormitorio o carente de territorio para seguir creciendo. Tomás Solís, con el desafío de consolidar los desafíos y sueños del Comité Procomuna, y luego José Antonio Rivas, quien asume un Chiguayante adolescente y rebelde que quiere proyectarse a nivel regional y nacional.
En 21 años, Chiguayante habla de metas alcanzadas y desarrollo constante, 21 años que hoy la enfrentan con desafíos propios de quien, cumpliendo la mayoría de edad absoluta, empieza a tejer nuevos sueños, que poco a poco se van concretando, con decisión y entusiasmo.
Sueños que quieren mejorar la conectividad interna, haciendo más amigable la relación entre los vecinos y la línea férrea, lo que ya se encuentra en etapa de estudio. Sueños que hablan de un centro de negocios, que permita contar con infraestructura hotelera, y un polo comercial y gastronómico que genere empleos para los Chiguayantinos.
Sueños que también dibujan un barrio cívico como punto de encuentro, conservando la identidad urbana de la comuna. Sueños que permitan el reconocimiento de una población que alcanza la tercera edad, y que hoy reclama una mano de vuelta y una mirada solidaria para pintar canas con tranquilidad.
Estos mismo sueños, también hablan de mejor infraestructura deportiva, que haga honor a la memoria del Club Caupolicán, dejando de observar tímidamente el Bío Bío y el Manquimávida, para hacerlo parte de la vida deportiva y turística local, regional y nacional.
21 años cumple Chiway Antü, veintiún años cumple una comuna que cuenta historias y sueños de hace varios siglos. Veintiún años cumple Chiguayante, la tierra donde la bruma y el arrebol instalaron una tregua eterna, entregando espacios a los desafíos de quienes, más allá de estas fronteras, soñaron con el desarrollo y progreso de esta tierra.
Feliz Cumpleaños Chiguayante.
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