La historia de nuestra disciplina en Chile se remonta al año 1952 con a la creación del primer departamento del área en la empresa minera canadiense Branden Copper Company y en el año 1953 con la primera consultora especializada en la materia.
En el año 59, la Contraloría General de la República, presenta un dictamen que habilita a los periodistas (con título colegiado) a desempeñarse en el cargo de Relacionador Público en cualquier institución. Este fue el inicio de un error que nos perseguiría hasta hoy en día a todos los profesionales del área.Es nuestro deber construir en un proyecto colectivo profesional y establecer los parámetros de contribución en temas económicos, sociales, académicos y políticos. Es fundamental comenzar a fomentar el desarrollo científico de nuestra profesión
Duran los años siguientes, se comenzaron a dictar cursos y seminarios en materia de RRPP. Éstos, no ofrecían una real preparación a quienes egresaban y mucho menos para competir en el mercado con periodistas titulados; por lo mismo en el año 60 nace el Instituto Chile de Relaciones Pública (ICREP).
20 años después, Institutos Profesionales del país comienzan a ofrecer cursos de RRPP bajo el alero del nuevo sistema de Educación Superior Chileno y comienzan a egresar los primeros técnicos en el área. Sin embargo, la carrera sigue sin contar con la profundidad profesional que se requiere, era más bien del orden operacional y técnico, y con esto, el escenario seguía siendo más favorable para el periodista que para el relacionador público.
Años más tarde, varios centros de formación de educación superior, se hacen cargo de la enseñanza de la carrera de Relaciones Públicas. La importancia de esto generó que el 26 de mayo de 1983 se funde el Colegio de Relacionadores Públicos de Chile A.G., el cual busca dar un nuevo enfoque a la actividad y ofrecer capacitación a sus inscritos.
La dictadura militar, fue un periodo que influyó en el desarrollo y la práctica de las RRPP. Por una parte, posibilitó la legitimación de la profesión ya que el modelo económico se abrió hacía la globalización, la privatización y apoyó a la formación de nuevos negocios; sin embargo, desde la perspectiva comunicacional los medios fueron censurados, por lo tanto, disciplina se limitaban a la producción de eventos y los cócteles. El estancamiento de la profesión duró hasta los años 90; comenzaron durante ese periodo las grandes transformaciones políticas y económicas que aceleraron la privatización, lo que generó gran interés de empresas extranjeras de gran renombre.
Durante los 90’ las comunicaciones tuvieron un auge y llegaron las consultoras internacionales y también agencias locales que atendían no solo a grandes empresas, sino que a medianas y pequeñas por la apertura del mercado asiático. Debido a la gran demanda existente durante esos años, en 1992 se crea la carrera universitaria de Relaciones Públicas impartida por distintas Universidades.
En la actualidad muy pocas instituciones de educación superior (entre Universidades e Institutos Profesionales) imparten la carrera en Chile. Éstas tienen la finalidad de formar a profesionales capaces de administrar la comunicación en organizaciones tanto públicas como privadas y con la conexión a sus públicos estratégicos con la intención de generar confianza y fomentar la credibilidad de las marcas.
Aún no podemos decir que el mercado para los relacionadores públicos es el óptimo, sin embargo; se ha observado durante los últimos años que la profesión ha obtenido mejores resultados en cuanto a contratación y remuneraciones salariales y, a pesar que el Colegio de Relacionadores Públicos ha trabajado en posicionar nuestra disciplina, es necesario que podamos concretar el fortalecimiento de los vínculos con nuestros públicos y por sobre todo, con las distintas organizaciones para establecer estándares concretos de contratación para cargos de comunicación estratégica en las instituciones. Pero ¿cómo podemos pedir a empresas que, para cargos relevantes sean relacionadores públicos los que ocupen el cargo, cuando en nuestro propio colegio seguimos validando a periodistas en nuestra área de desempeño? ¿No debería ser nuestro propio colegio, el que dé la verdadera importancia a nuestra profesión? Quizás esta sigue siendo la razón de la baja cantidad de colegiados y por qué muchos se han retirado de sus filas.
El desafío para nosotros como relacionadores públicos es abrirnos camino en distintas áreas de nuestra sociedad. Muchos de nosotros, nos centramos netamente en querer participar en áreas de comunicación dentro de empresas; sin embargo, debemos comprender que nuestra carrera abarca mucho más que eso. Es nuestro deber construir en un proyecto colectivo profesional y establecer los parámetros de contribución en temas económicos, sociales, académicos y políticos. Es fundamental comenzar a fomentar el desarrollo científico de nuestra profesión, comenzar a investigar en áreas comunicacionales y vincularlas con nuestro entorno. Las Relaciones Públicas pueden, solo debemos enfocarnos y exigir que la entidad que debe velar por los intereses de nuestra profesión comience a hacer su trabajo, con el apoyo de todos nosotros.
Comentarios
26 de agosto
Excelente trabajo, ojalá se tomen en cuenta las recomendaciones del artículo, completísimo y fácil de entender.
Felicitaciones, se esperan más en el futuro.
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28 de agosto
Muchas gracias Ximena.
28 de agosto
Me gustaría que aclarara a quién responde (accountability) el relacionador público, si solo responde al que paga su sueldo, entonces me parece grave. Nadie se regula solo, es por eso que fueron obligados a aprobar una ley que regule el lobby, y a tener un registro de lobbystas, categoría a la que por supuesto pertenece la persona que ejerce de RRPP. Y si no es así, tampoco está muy claro . El problema de la corrupción generalizada que lidera el sector empresarial, va de la mano de una intensa labor de RRPP para blanquear actividades que atentan contra el buen público, la salud, el medioambiente y la sociedad en general, puesto que el fin último de la empresa es la ganancia maximizada.
Ojalá aclarara la posición de los relacionadores públicos, con el axiona maquiavelico de , el fin justifica los medios. Gracias
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28 de agosto
Los relacionadores públicos nos guiamos por códigos deontológicos al igual que muchos otros profesionales, tales como el Código de Atenas, el código de Lisboa, los que invito a revisar. Tal como indicas, nadie se regula solo y nuestra profesión se regula bajo esos códigos y otro más.
Me parece correcto indicar que un relación público puede ser un lobista, sin embargo, no solo lo encasillaría en una área tan vilipendiada como esa.
Y tal como indicas, gran parte de los problemas y corrupción que existe hoy en día por parte de algunas empresas tiene que ver a que en cargos de relaciones públicas se contratan a otros profesionales que no están preparados para desempeñarse en el cargo, que no han estudiado la carrera y mucho menos se han seguido capacitando en el área.
Creo que no hay nada que aclarar en relación al axioma antes mencionado, ya que cualquier relacionador público titulado, podría indicarle que parte de nuestra ética profesional debe estar basada en respetar los intereses, tanto de la organización para que la trabajamos, como la de los públicos a los que nos dirigimos; por lo que claramente, el fin no justifica los medios. Además, el código de Atenas, indica claramente que todo Relacionador Público tiene prohibida la mentira, el ataque a la moral, faltar el respeto a la dignidad humana y manipular para conseguir nuestros fines.
Te agradezco el comentario, de esta forma podemos a dar a conocer más de una disciplina tan linda como las Relaciones Públicas.