Decir que las conclusiones del informe final de la Comisión Mujer, Trabajo y Maternidad, entregadas este lunes 2 de agosto al Presidente Piñera, fueron una amarga sorpresa es completamente falso. No porque las propuestas no hayan sido amargas, sino porque no fueron, en absoluto, una sorpresa.
Lo advertimos hace tres meses. La Comisión parece haberse creado con un determinado mandato: el de “maquillar” la promesa de campaña presidencial (y anuncio del 21 de Mayo) de extender el posnatal a 6 meses mediante la “flexibilización” del fuero maternal.
A pesar de la autoimpuesta chapa de Comisión “transversal” y de las “invitaciones” a participar de las “audiencias públicas”, la decisión estaba, aparentemente, tomada desde un comienzo.
Si en algún momento pensamos que podíamos tener algo de “voz” en esta Comisión, cuando, tras intentos fallidos por inscribirnos y presiones directas para que se diera cumplimiento a la ley de transparencia, diversas agrupaciones sociales logramos ser consideradas para dos de las audiencias públicas que la Comisión había coordinado para “recibir” los planteamientos de grupos de la sociedad civil, finalmente nos dimos cuenta de que no tenía sentido participar de estas instancias, validando con nuestra presencia un proceso que no daba plenas garantías de acoger realmente nuestra postura. No nos equivocamos.
Desde el primer día en que se dio a conocer esta Comisión, y durante los tres meses en que sesionó, fuimos testigos de las mismas declaraciones de parte de la Ministra del Sernam, Carolina Schmidt y de miembros del Gobierno: la extensión del posnatal a 6 meses incidiría negativamente en la empleabilidad de la mujer y, por lo tanto, la opción era flexibilizar el fuero, estableciendo una relación perversa entre trabajo y maternidad. Por lo demás, nunca se mencionaron las necesidades del recién nacido. La “guinda de la torta”, a mi parecer, fueron las desafortunadas y lamentablesdeclaraciones de la Ministra Schmidt del día 11 de Junio a Diario La Segunda cuando, además de volver a mencionar que “uno NO se puede ausentar por seis meses del trabajo” (¿pero sí de la vida de nuestros hijos en su etapa de mayor vulnerabilidad y necesidad???), hizo la siguiente declaración: “El tema del posnatal es muy popular en la prensa, pues lo presentaron los tres candidatos. Es como decir en un colegio: votemos porque todos queremos tener un RECREO más largo, y seguramente nadie dirá que no.” (¿Recreo, Ministra?) Ante la esperable batahola de reacciones que tales declaraciones generaron, salieron a blindarla distintas mujeres del Gobierno, comenzando por la mismísima Primera Dama, seguida por la Vocera de Gobierno, la Senadora Lily Pérez y otras. Y, cuando creíamos haberlo escuchado todo… oímos la entrevista que la Presidenta de la Comisión Mujer, Trabajo y Maternidad, Maria Gracia Cariola, dio a Fernando Paulsen en Radio ADN, tras la entrega del informe final de la Comisión al Presidente.
El tema es bien simple: la extensión del posnatal a 6 meses fue una promesa de campaña. ¿Cuán difícil es entender eso?
Para dejarlo bien en claro, lo que se propone en el informe final de la Comisión es lo siguiente:
Respecto del prenatal:
a) La Comisión propone que la mujer tenga la opción de postergar el inicio de su permiso prenatal por un período de hasta 15 días… Los días que se traspasen al post natal, se podrán tomar durante el postnatal en jornada completa o media jornada.” Si bien esto puede parecer un “avance”, es en realidad una regresión en derechos adquiridos. El prenatal tiene una razón médica que incide directamente en la tasa de morbilidad neonatal y en la ocurrencia de embarazos prematuros. Por otro lado, es evidente que ciertas labores u oficios, por razones médicas, no permitirán que las madres hagan uso de este “beneficio”, y eso generará una situación de inequidad para ellas.
b) La Comisión propone que el tiempo de prenatal que no se utiliza en caso de partos anticipados o prematuros, se traslade en su totalidad y automáticamente al post natal. Esto sí es un avance real.
Respecto del posnatal:
Se propone un permiso “parental” a partir de las 12 semanas del posnatal materno actual, del cual podrán hacer uso el padre o la madre, según lo decidan. “La mayoría de la Comisión propone dos alternativas en relación a la extensión de este nuevo permiso parental.”
A) permiso parental flexible y voluntario que se extienda por un máximo de 6 semanas en jornada completa o de 12 semanas en media jornada. De esta forma, los padres podrían optar por tomar desde un medio día hasta 42 días en jornada completa o 84 días en media jornada.”
B) un permiso parental irrenunciable que se extienda por 4 semanas. De esta forma, los padres podrían optar por tomar 28 días en jornada completa o 56 días en media jornada.”
Desglosemos las opciones A y B arriba propuestas.
Opción A
1) 12 + 6 semanas a jornada completa = 126 días / 30.5 (considerando meses de 30 y 31 días alternados)
TOTAL: 4.1 meses de posnatal a jornada completa.
2) 12 semanas a jornada completa + 12 semanas a media jornada = = 84 días a jornada completa + 84 días a media jornada / 30.5 = 2.7 meses de posnatal a jornada completa + 2.7 meses de posnatal a MEDIA jornada.
TOTAL: 5,5 meses de posnatal, mitad a jornada completa y mitad a MEDIA jornada.
Opción B
1) 12 + 4 semanas a jornada completa = 112 días / 30.5
TOTAL: 3.6 meses de posnatal a jornada completa.
2) 12 semanas a jornada completa + 8 semanas a media jornada = = 84 días a jornada completa + 56 días a media jornada / 30.5 = 2.7 meses de posnatal a jornada completa + 1.8 meses de posnatal a MEDIA jornada.
TOTAL: 4,5 meses de posnatal, parte a jornada completa y parte a MEDIA jornada.
Hecho el cálculo, convengamos en lo siguiente:
La única forma en la cual se podrían alcanzar los hasta 6 meses de los que “ahora” se habla (pero ¡ojo!: A media jornada, a partir de las 12 semanas), sería sumando a la opción A2 los 15 días que pudieran habérsele restado al prenatal (con los posibles riesgos médicos que puede revestir el acortar el prenatal y la inequidad que genera para aquellas mujeres y niños que no pudieran optar a este “beneficio”)
Las posibles combinaciones de posnatal a jornada completa estarían entre los 3.6 y 4.6 meses, dependiendo de que se le sumaran o no los 15 días del prenatal, pero en ningún caso superarían los 4.6 meses.
En cuanto a las combinaciones posibles a media jornada a partir de las 12 semanas, ¿qué beneficio real aporta “extender” el posnatal a media jornada si de todos modos eso significará, para la gran mayoría, dejar a los recién nacidos en sala cuna por media jornada? ¿De qué forma podrá mantenerse la lactancia exclusiva y el apego seguro? ¿Dejarán de estar expuestos a los contagios por estar sólo media jornada en la sala cuna? ¿Será un “apoyo” el obligar a las mujeres a dividirse en media jornada mamá y media jornada trabajadora? ¿No será eso, más bien, una carga adicional?
En cuanto a que se adoptara la alternativa “flexible”, lo repetimos: eso abre un campo para abusos laborales. No todas las mujeres y hombres trabajadores tendrán las mismas condiciones de negociación con sus empleadores y muchos de ellos podrán verse enfrentados a presiones, directas o indirectas, para renunciar al fuero.
En cuanto a la incorporación del padre en el cuidado del recién nacido, sí, es un objetivo necesario y deseable, pero sólo si hablamos de un posnatal de más de 6 meses. Es “curioso” que los ejemplos que se han dado como modelo de permisos parentales hayan obviado la duración de los permisos posnatales en dichos países, en donde éste es, en promedio, de un año.
No es arbitrario insistir en un permiso posnatal “materno” exclusivo de 6 meses. Los invito a descargar y leer el excelente texto adjunto a esta entrada, que fue presentado por Espacio Crianza a la Comisión Mujer, Trabajo y Maternidad (el cual, claramente, no consideraron), para entender más acerca de este tema.
Respecto de los permisos para los padres adoptivos, el informe final de la Comisión plantea un permiso parental de 12 semanas, en caso de adopción de un niño o niña menor de dos años, y de 2 meses en caso de adopción de un niño o niña mayor de dos años, en ambos casos, contados desde la fecha de la sentencia judicial en que se les otorga la adopción del menor. En ambos casos, se puede tomar este permiso a jornada completa o media jornada.
Creo que aquí, nuevamente, se incurre en una grave deficiencia. Tanto los hijos biológicos como los por adopción requieren generar un apego seguro con sus padres y, en eso, el tiempo de dedicación exclusiva por parte de estos últimos, es esencial. Los hijos adoptivos deben gozar de un período de cuidado parental de igual extensión que los hijos biológicos.
Finalmente, el informe plantea aumentar la fiscalización de las licencias por hijo menor de un año (mediante la consideración de la licencia electrónica) y el endurecimiento de las sanciones en contra de médicos y pacientes que hagan uso indebido de este beneficio… Entre nos, estaría completamente de acuerdo con este punto, si es que se hubiese dado cumplimiento a la palabra empeñada y se hubiese planteado efectivamente la extensión del posnatal a 6 meses íntegros, no a media jornada.
Es lamentable que se haya optado por plantear este tema de manera tan limitada, mezquina y cortoplacista, haciendo primar los valores economicistas por sobre el mayor bien de la sociedad: sus niños. En toda esta discusión, ellos deberían haber sido el foco principal.
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Foto: Pregnant 5 – fulldepouel / Licencia CC
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Nuestro crecimiento y desarrollo emocional está ligado a la alimentación que recibimos de nuestra madre, es decir, el primer vínculo humano es lo que en gran parte determinará nuestro futuro. Aprenderemos a nutrirnos y nutrir a otros desde la experiencia que obtuvimos en el primer vínculo.
Lamentablemente, la historia patriarcal ha relegado a un plano menos importante a la mujer y por ende a la maternidad, siendo la sociedad occidental de consumo, la que menos valora las funciones maternas. Por lo mismo, en los tiempos que corren, las mujeres, hemos sido criadas bajo el paradigma de ser independientes, autónomas, autosuficientes, rápidas, inteligentes, competitivas… dejando de lado lo que nos conecta con la espera, paciencia, cuerpos, leche, nutrición, afectos. Comprendemos desde este lugar, que el encuentro con un recién nacido expresándose en llantos y hambriento de abrazos, amparo, leche, nos conecta con ese lado perdido, poco hablado y poco valorado, siendo los niños los principales protagonistas de la desnutrición emocional y que sus consecuencias caen en el vínculo, en la madre, en el padre y en la sociedad en general.
Las mujeres y hombres de hoy, escapamos de ese recién nacido dejándolo al cuidado de terceros, que también dejan a los suyos al cuidados de cuartos y así perpetuamos el ciclo de abandonos y de desnutriciones, porque, como decía antes, hemos seguido el camino conocido: el del mandato parental, cultural: “sé eficiente, rápida, inteligente, competitiva” y si ¿nos detenemos a pensar y nos acercamos a lo natural?
Este es un problema social y el debate en relación a la extensión del post natal a 6 meses es una buena manera de poner sobre el tapete, un problema que es nuestro, de todos como sociedad. Todos preferimos los caminos conocidos. Intentemos una nueva mirada, que sin duda, tiene riesgos, cambiar no es fácil, pero creo que hay que partir por detenernos, hablar y tomar conciencia de dónde estamos y para dónde vamos como mujeres, hombres, como sociedad constructora de nutrición material y emocional.
Leslie Power
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Las 15 razones de un postnatal de 6 meses irrenunciable.
· Porque permanecer los seis primeros meses con nuestro hijo, ayuda a generar un vínculo afectivo seguro.
· Porque es una de las mejores forma de hacer prevención en salud mental. Niños con un apego seguro, se sienten más confiados y seguros de sí mismos.
· Porque mejora el desarrollo de habilidades sociales futuras y disminuye los índices de bullying en la etapa escolar.
· Porque genera satisfacción en la madre y disminuye los índices de depresión post parto.
· Porque aumenta el tiempo de duración de la lactancia.
· Porque la lactancia exclusiva favorece el óptimo desarrollo intelectual y emocional de los niños. Porque la lactancia no es sólo alimento, es también afecto.
· Porque disminuye la incidencia de enfermedades en niños menores de un año.
· Porque es una inversión en salud física, emocional y vincular, con un menor costo a largo plazo.
· Porque disminuye los costos de vida para el grupo familiar durante ese período (alimentación, salud y cuidados por terceros).
· Porque los hermanos incorporan más fácilmente al nuevo miembro de la familia con una madre presente. Así como desarrollan actitudes empáticas, al observar a la madre, tratar con cariño y satisfacer las necesidades del nuevo miembro.
· Porque si la empresa la apoya en esta etapa, mejora la percepción que la mujer tiene de su lugar de trabajo.
· Porque sólo representa en tiempo, menos de 1.25% de todo el período laboral en la vida de una mujer.
· Porque la mujer luego de los seis meses de estar con su hijo, ingresa al campo laboral más productiva.
· Porque nos hace bien como país y sociedad.
· Porque si los niños en sus primeros meses de vida pudieran hablar, de seguro, quisieran estar junto a su mamá.
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