#Sociedad

¿Es posible el bien común solo desde búsqueda del interés particular?

3 |
COMPARTIR
EN WHATSAPP
COMPARTIR
EN WHATSAPP

imagen

Son muchas las iniciativas privadas que en el último tiempo se desarrollan en Aysén y que buscan, en el marco de su concreción, aportar en ámbitos de interés colectivo.  Son las así llamadas empresas B, que con los productos y servicios que comercializan se enfocan a materias de corte social y ambiental.  Turismo inclusivo en áreas silvestres protegidas, mercados comunitarios en pueblo rurales, agricultura regenerativa del suelo, reciclaje y reutilización de residuos, son solo algunos ejemplos.

Son acciones que, desde el propio mercado, permiten reunir dos ideas que muchas veces se sienten en las antípodas: el legítimo interés económico individual v/s el bien común.   Y no son pocas las ocasiones en que en dichos proceso aparece la disyuntiva lógica: en circunstancias excluyentes, ¿cuál primará?


Semilla del neoliberalismo es considerar que la persecución del interés privado es la matriz del bien común.

No es trivial hacerse esta pregunta.  Porque es una de las matrices del tipo de sociedad que construimos y sobre la que se basan muchas de nuestras instituciones y sentidos comunes.  Aparece en todo momento y en todo tipo de espacio, sea este ilustrado o no, rural o urbano, de la empresa privada, el Estado o la sociedad civil.

El debate no es nuevo.

Ya en el siglo XVIII Adam Smith, uno de los pensadores puntal del liberalismo, planteaba que el interés general estaba conformado por la búsqueda libre y democrática de cada persona de su interés personal.   Es decir, la suma de cada uno preocupándose de la satisfacción de sus propias necesidades es el bien común. Se ancla esta premisa en valores como la competencia, la preeminencia de lo individual y con el mercado como el espacio por excelencia y la economía como la principal vara para medir la salud de una sociedad.

Con matices, en esta visión se siguen insertando las empresas B y no solo ellas.  También todo aquel que desarrolla un oficio o profesión, o que lleva adelante una empresa, por muy relevantes y necesarios que sean.

Profesores que enseñan, médicos que salvan vidas, empresarios que dan empleo, periodistas que informan, agricultores que regeneran el suelo, empresarios turísticos que embellecen sectores son importantes y necesarios.  Pero la premisa de esta columna es que no basta con ello para asumir que uno está aportando a la construcción de una sociedad.  De estar colaborando con el bien común.

Es posible argumentar que en la dedicación a la actividad privada, esa que en sí misma es positiva, se requiere toda la dedicación posible.  Y que participar en organizaciones genera una distracción que hace menos eficiente el desempeño. Y que en un balance costo/beneficio, es mejor no descuidar nuestros propios menesteres.

Así las cosas, si la tesis es que cada uno aporta al interés general desde la acción privada, por lo menos en el caso de Chile no existirían organizaciones de la sociedad civil.  Ni juntas de vecinos, clubes deportivos, ONGs, colegios profesionales, agrupaciones campesinas, de turismo, medioambientales, donde solo es posible participar restándole espacio, tiempo e incluso recursos económicos, a la específica consecución de directos beneficios particulares.

Obviamente muchas de estas organizaciones sí buscan beneficiar a quienes en ellas participan, de forma más bien indirecta, pero bajo esa premisa cualquier acción que humanamente impulsemos (como la lucha contra el cambio climático, por ejemplo) también lo es.

Semilla del neoliberalismo es considerar que la persecución del interés privado es la matriz del bien común.  Y aunque buscar el beneficio particular es inherente al ser humano, esta discusión se sustenta en si pensamos que debe ser la principal y casi única motivación personal.   Si participar, interactuar con otros en el espacio colectivo, es trivial y no tan relevante.

Sí, a veces organizarse, debatir y compartir con otros no es tan gratificante como algunos quisieran.  Pero así es la vida y eso es lo que nos define como comunidad.

TAGS: #BienComún Individualismo Liberalismo

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras  Reglas de Comunidad

Comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Quedan 1500 carácteres.
Ordenar comentarios por:

03 de abril

Se agradece poder opinar de este punto que es central en todas las discusiones de estos tiempos.
Mi opinión es que SI, es posible lograr el bien común desde la búsqueda del bien particular. Esto, porque el bien común no es producto de la dirección de una entelequia santa y proba llamada Estado; no existe un organismo perfecto que pueda asegurar el viejo adagio de «maximizar las condiciones para que todos sean felices», ya que no puede saber lo que cada uno requiere en cada minuto, el concepto de felicidad es absolutamente personal; por lo tanto cualquier ente que se ponga a «asegurarle» la felicidad a las personas es un mentiroso: solo las propias personas pueden maximizar su propia felicidad. Y no existe una «felicidad común», ya que eso implicaría tener un modelo final (propio de las utopias) en que este deseo se cumpliría: el bien común cambia.
De hecho se observa como, según las sociedades se han enriquecido, las personas se van desligando mas y mas de un «ideal común»; cuando son pobres, evidentemente la invitación a un mundo soñado es muy atractiva, pero conforme avanzan, cada vez atienden mas a sus propios ideales, ya que estos se vuelven mas sofisticados conforme la persona se vuelve mas compleja .
Por lo tanto, la mejor forma de convivir, cuando las personas ya han abandonado los primeros escalones de Maslow, es la libertad; Por eso los países socialistas funcionan mejor con sociedades pobres, ya que para subsistir se hipoteca la libertad sin grandes quejas
Saludos

Javi-Al

07 de abril

Interesante tema, pienso que cualquier hijo de vecino bien nacido tiene algo que aportar al bien común, el problema es que no existe algo así como un proyecto conocido llamado “bien común”, es simplemente el resultado de múltiples esfuerzos de buena tela, al mismo tiempo hay mucha evidencia de esfuerzos en el sentido contrario, quizás resulte más evidente apreciar la dirección contraria al bien común cuando una organización ciudadana, de cualquier índole, es colonizada por fuerzas concertadas y manipuladoras que buscan sus propios beneficios.

10 de abril

Parece la típica fraseología de los errores que inducen los sofismas. en este caso la Falacia del hombre de paja. La que consiste en caricaturizar a un autor, en este caso, a Adam Smith y después atacarlo por esa caricaturización.

En este caso, se señala que «la suma de cada uno preocupándose de la satisfacción de sus propias necesidades es el bien común» Don Adam Jamás dijo eso.

Lo que dijo es que la persecución de los fines propios generaba bienes sociales, incluso en mejor medida que si lo hubiera intentado directamente. Nunca dijo que esa era la única forma.

Mr. Adam destacó tanto los aspectos egoístas del ser humano como los solidarios; a éstos últimos los consideraba tan importantes que le dedicó un libro que se llama «La teoría de los sentimientos morales», libro anterior al de la Riqueza de las Naciones. En el desarrolla su visión de que la moral depende de la empatía entre las personas. Obviamente, es imposible dar aquí una mirada completa a su obra, pero quien se interese debe leer el libro. Como reconocimiento a su obra la universidad de Glascow (Escocia) le dió el honor de asignarle la «Chair» que lo convertía en el jefe del departamento de filosofía moral de la universidad de Glascow (era el profesor del curso de lógica). Todo ello es muy lejos de postular que el veía al hombre en forma reduccionista como un «Hommo Economicus».

Adam smith es Considerado el padre del liberalismo y el primer economista.

Ver todos
Ocultar

#NuevaConstitución

VER TODO
Es hora de reconocer el inmenso valor que todos los días los trabajadores aportan y darles su parte justa de la riqueza que producen
+VER MÁS
#Política

Nueva constitución y los trabajadores

Es hora de reconocer el inmenso valor que todos los días los trabajadores aportan y darles su parte justa de la riqueza que producen

Habrá que esperar qué dice el borrador y, luego, qué nos propone el Consejo Constitucional. Por tal motivo, no es irrelevante por quien votar
+VER MÁS
#Política

El nuevo momento constituyente. De la carta blanca a los “bordes”

Habrá que esperar qué dice el borrador y, luego, qué nos propone el Consejo Constitucional. Por tal motivo, no es irrelevante por quien votar

Si el gobierno logra mantener la mano firme sobre el timón económico, genera acuerdos mínimos para su agenda legislativa, ejerce un rol de garante del proceso constituyente, habrá hecho más importante ...
+VER MÁS
#Política

El mejor homenaje a los 50 años

Si el gobierno logra mantener la mano firme sobre el timón económico, genera acuerdos mínimos para su agenda legislativa, ejerce un rol de garante del proceso constituyente, habrá hecho más importante homenaje y conmemoración, a los 50 años del golpe que en 1973, truncó las esperanzas de todo un pueblo

Creo que lo más adecuado, inteligente y productivo para quienes votamos Apruebo el 4 de septiembre pasado, es (re)leer, estudiar y difundir el texto de la Convención Constitucional, para contrastarlo con ...
+VER MÁS
#Política

Ratonera constituyente

Creo que lo más adecuado, inteligente y productivo para quienes votamos Apruebo el 4 de septiembre pasado, es (re)leer, estudiar y difundir el texto de la Convención Constitucional, para contrastarlo con lo que vaya surgiendo

Nuevos

Para hacerse cargo de las complejidades que tienen las relaciones laborales de hoy, hay que reconocer las diferencias existentes entre cada nivel de empresa y sus trabajadores
+VER MÁS
#Economía

El camino de las 40 horas

Las mujeres siguen dedicando más tiempo a las labores de hogar y cuidados que los hombres: mientras ellas ocupan 5,2 horas del día en el trabajo doméstico y el cuidado de otros sin remuneración, ellos s ...
+VER MÁS
#Género

Las trabajadoras exigimos un nuevo Pacto por la Igualdad

Una noción de soberanía popular que no degenere en “tiranía de las mayorías” no debiera residir en esencialismo alguno, sino contenerse en una república democrática, siempre abierta a reconocer la ...
+VER MÁS
#Política

La feliz paradoja de la soberanía popular

Según expertos, el impacto ha sido sin duda positivo, generando mayor conectividad y ahorro en tiempos de desplazamientos, entre otros beneficios. Además, ha sido fundamental en la activación del mercad ...
+VER MÁS
#Economía

Conectividad y crecimiento: algunos de los beneficios que ha brindado AVO 1

Popular

La mujer y el hombre tiene los mismos derechos, pero es solo en apariencia, si bien tiene acceso a la educación, cuando sale al mundo laboral le cuesta encontrar trabajo y si la contratan será por un suel ...
+VER MÁS
#Sociedad

La mujer y su lucha por simplemente vivir

La “ideología de género” una ideología creada para establecer un proceso regresivo represivo ultraradical contra la mujer (y las minorías sexuales), y es parte importante de un programa político fi ...
+VER MÁS
#Género

La ideología y financiamiento de la “ideología de género”

Se traduce visualmente en la bestial desigualdad urbana existente en Santiago, que constantemente está presente en nuestros traslados por esta ciudad tan moderna y desigual, adquiriendo mayor conmoción po ...
+VER MÁS
#Todos somos ciudadanos

La miseria urbana en la ciudad del jaguar de América

Al final, debimos salir de Chile con  mal sabor de boca y sabiendo que en dicho país no reciben bien al amigo cuando es extranjero… ni cuando es chileno
+VER MÁS
#Ciudadanía

Retornar a Chile es una pesadilla. Parte 2